El CPAP (Presión Positiva Continua en las Vías Respiratorias) es una terapia no invasiva utilizada para tratar la apnea del sueño, diseñada principalmente para la apnea obstructiva del sueño (AOS). Este método consiste en usar una máscara nasal o facial que suministra aire a presión continua para prevenir el colapso de las vías respiratorias superiores durante el sueño, asegurando que el paciente pueda mantener una respiración normal. El CPAP no solo mejora la calidad del sueño, sino que también reduce el riesgo de complicaciones cardiovasculares, siendo actualmente considerado un tratamiento de primera línea.
El sistema de CPAP incluye un compresor de aire, una línea de tubos y una máscara. El paciente debe usarlo al acostarse, y la máquina proporciona un flujo de aire estable según la presión configurada (generalmente entre 6 y 18 cm de agua). El objetivo del tratamiento es mantener las vías respiratorias abiertas toda la noche, monitorizando la cantidad de eventos respiratorios y la saturación de oxígeno en sangre para evaluar la eficacia.
El CPAP se divide en dos tipos: de presión fija y de ajuste automático. El de presión fija requiere que la presión se establezca según los resultados de un estudio del sueño; el de ajuste automático puede modificar dinámicamente la presión según las fases del sueño del paciente, aumentando la comodidad. Su mecanismo consiste en que, al dormir, la máquina aplica una presión continua que contrarresta la fuerza del colapso de las vías respiratorias superiores, evitando la obstrucción que causa pausas respiratorias o disminución de oxígeno en sangre.
El CPAP es efectivo principalmente para la apnea obstructiva del sueño, pero también puede ser utilizado como apoyo en casos de apnea central o mixta. Los sensores de presión incorporados en la máquina proporcionan retroalimentación en tiempo real para asegurar un flujo de aire suficiente, y un humidificador ayuda a humidificar el aire, reduciendo molestias por sequedad en las mucosas.
El tratamiento comienza con un estudio poligrafico nocturno completo para determinar la necesidad de presión. Durante su uso, se debe limpiar la máscara y ajustarla para que quede bien sellada, y la máquina debe colocarse en una superficie estable junto a la cama. Se recomienda usarlo al menos 4 horas por noche para lograr la eficacia terapéutica.
La presión se ajusta según el AHI y los cambios posturales, por ejemplo, en posición lateral puede requerirse menor presión, mientras que en supino mayor para contrarrestar la gravedad. Algunos modelos avanzados tienen modo de ajuste automático que regula la presión en función de las condiciones respiratorias en tiempo real.
Los efectos adversos iniciales incluyen sequedad nasal, marcas en la máscara y desequilibrio en la presión del oído. El uso prolongado puede causar inflamación de las mucosas nasales o sequedad bucal, y aproximadamente el 20% de los pacientes interrumpen por molestias.
Complicaciones graves incluyen: neumotórax (muy raro), aumento de la presión ocular (precaución en pacientes con glaucoma), riesgo aumentado de infecciones respiratorias. Un mantenimiento inadecuado puede promover el crecimiento bacteriano, por lo que se deben seguir las instrucciones de limpieza.
Las contraindicaciones incluyen: incapacidad para expectorar, hipercapnia, alergia a los materiales de la máscara. Desviaciones severas del tabique nasal o enfermedades de los senos paranasales pueden afectar la eficacia, por lo que se requiere evaluación otorrinolaringológica previa.
Se debe tener cuidado de no consumir alcohol ni sedantes durante el uso, ya que pueden potenciar la depresión respiratoria; la línea y los filtros deben limpiarse diariamente y cambiarse cada 3-6 meses. La adaptación gradual bajo supervisión médica ayuda a evitar abandonar el tratamiento por molestias iniciales.
El CPAP puede combinarse con control de peso y dispositivos orales (como avances mandibulares), pero se debe verificar la compatibilidad con la máscara y los dispositivos bucales. Cuando se combina con oxigenoterapia, es necesario ajustar la presión para evitar hiperventilación.
Pacientes que han sido sometidos a cirugía de vías respiratorias pueden necesitar recalibración del CPAP debido a cambios en la resistencia de las vías respiratorias postoperatoria. Los pacientes en anticoagulantes deben proteger la piel en las áreas de contacto para evitar lesiones por presión.
Varios ensayos controlados aleatorios muestran que el uso regular de CPAP reduce el AHI en más del 80%, y disminuye en 2-3 puntos la escala de somnolencia diurna (ESS). El seguimiento a largo plazo indica que los pacientes que usan CPAP tienen un riesgo de insuficiencia cardíaca un 40% menor en 5 años y una reducción del 65% en accidentes de tráfico.
Una revisión Cochrane de 2017 señala que el CPAP es superior a otros tratamientos no quirúrgicos en reducir eventos cardiovasculares y deterioro cognitivo, aunque la baja adherencia (menos de 4 horas por noche) puede reducir la eficacia en más del 50%.
Las alternativas deben elegirse según la anatomía y las comorbilidades del paciente, pero el CPAP sigue siendo la opción preferida en relación eficacia-coste. Por ejemplo, en personas con peso normal, los dispositivos orales pueden ser igual de efectivos, pero en casos de estrechez anatómica severa, el CPAP es imprescindible para abrir las vías respiratorias.
Se recomienda limpiar la máscara y la línea de tubos diariamente con agua tibia y jabón neutro, dejando que se sequen al aire. La unidad principal debe limpiarse con un paño seco, evitando que entre en contacto con agua. Una vez a la semana, se pueden usar pastillas desinfectantes específicas o vinagre diluido para limpiar el depósito de agua, y reemplazar los filtros según las indicaciones. Tras la limpieza, asegurarse de que todo esté completamente seco antes de volver a montar para evitar proliferación bacteriana.
¿El uso de humidificación ayuda a aliviar la sequedad bucal en las primeras etapas del tratamiento?El humidificador calentado de la máquina puede mejorar significativamente la sequedad bucal, ajustando la humedad a un nivel cómodo. Si los síntomas persisten, se debe verificar que la máscara esté bien sellada y sin fugas, y consultar con el personal médico para ajustar la configuración. Es importante no usar el dispositivo sin humidificación durante largos períodos para evitar resequedad en las mucosas.
¿El uso prolongado de CPAP puede tener efectos negativos en la salud?El uso de CPAP en sí no causa daños a largo plazo, pero un uso inadecuado puede provocar irritación nasal o lesiones cutáneas por presión. Se recomienda usarlo al menos 4 horas cada noche y realizar revisiones periódicas para ajustar la configuración. El equipo debe ser revisado por un profesional cada 6 a 12 meses para asegurar que la presión y las piezas funcionen correctamente.
¿Qué pasa si no puedo usar el CPAP durante viajes o salidas?Una interrupción breve (1-2 días) generalmente no afecta significativamente la eficacia a largo plazo, pero interrupciones frecuentes pueden causar rebote en los síntomas de apnea. Se recomienda llevar un dispositivo portátil o planificar con anticipación el alojamiento, y en caso necesario, usar soluciones alternativas proporcionadas por el hospital, retomando el uso regular lo antes posible.
¿Cuánto tiempo tarda en mejorar la somnolencia diurna tras comenzar el tratamiento con CPAP?La mayoría de los pacientes experimentan una mejora en la energía diurna en 1-2 semanas, pero la eficacia completa puede tardar más de 4 semanas de uso constante. Si el uso es regular y la presión adecuada, la reducción de los ronquidos y las fluctuaciones de oxígeno en sangre debería ser gradual. Se recomienda llevar un diario del sueño y realizar pruebas de sueño (PSG) cada 3-6 meses para evaluar la mejora.