El tratamiento de la fiebre del dengue se centra principalmente en terapias de soporte, ya que actualmente no existen medicamentos antivirales específicos disponibles. El núcleo del tratamiento consiste en mantener el equilibrio de líquidos del paciente, aliviar la fiebre y el dolor en las articulaciones, y monitorear de cerca el riesgo de hemorragias y la función de los órganos.
Los objetivos del tratamiento incluyen: 1. Prevenir la deshidratación y los desequilibrios electrolíticos 2. Controlar la fiebre alta y el dolor 3. Responder rápidamente a la tendencia hemorrágica y al shock. El personal médico debe ajustar las estrategias de tratamiento según la gravedad de la condición.
El tratamiento principal se divide en tres categorías: 1. Terapia de reposición de líquidos: mediante ingesta oral o infusión intravenosa para restaurar los líquidos corporales 2. Medicamentos para aliviar síntomas: como antipiréticos y analgésicos 3. Monitoreo y soporte: seguimiento continuo de los niveles de plaquetas y la función de los órganos.
El mecanismo de la infusión intravenosa consiste en reponer directamente el volumen sanguíneo, aliviando la caída de la presión arterial causada por la deshidratación. Los médicos ajustan la velocidad de infusión según la diuresis y la presión arterial del paciente, evitando una sobrecarga que pueda causar edema pulmonar.
Aplicable a pacientes diagnosticados con fiebre del dengue en laboratorio, especialmente en los siguientes casos: 1. Signos de deshidratación por ingesta insuficiente de líquidos 2. Fiebre superior a 39°C que afecta las actividades diarias 3. Signos de caída rápida de plaquetas en casos graves.
Contraindicaciones incluyen: 1. Alergia a los componentes del tratamiento 2. Pacientes con disfunción hepática o renal grave que requieran ajuste de dosis 3. Mujeres embarazadas que usen AINEs deben ser especialmente cautelosas.
Se recomienda que la ingesta oral de solución salina rehidratante sea de 250-500 ml por hora; en casos de deshidratación severa, se debe administrar infusión intravenosa de Ringer lactato. Los antipiréticos como paracetamol no deben exceder una dosis total diaria de 4 g.
Está estrictamente prohibido usar aspirina o ibuprofeno, que son antiinflamatorios no esteroideos, para evitar agravar la tendencia hemorrágica. La velocidad de infusión debe calcularse en función del peso, generalmente entre 60 y 100 gotas por minuto en adultos.
Este método puede mejorar significativamente la tasa de supervivencia general, especialmente en casos graves de dengue tipo III y IV, donde la rehidratación oportuna puede reducir la mortalidad del 20% a menos del 5%.
Las complicaciones potenciales incluyen: 1. Edema pulmonar por infusión intravenosa rápida 2. Trombosis venosa profunda por inmovilidad prolongada 3. Daño hepático por uso excesivo de antipiréticos.
Advertencia sobre efectos secundarios graves: si el paciente presenta dificultad respiratoria, confusión o petequias, debe informar inmediatamente al equipo médico.
Durante el tratamiento, se debe monitorear diariamente los leucocitos y la función hepática y renal; una cuenta de plaquetas por debajo de 20,000/μL se considera un indicador de emergencia.
Al combinarse con anticoagulantes, se deben ajustar las dosis, ya que el dengue puede interferir con la función plaquetaria. Al usar antibióticos para infecciones secundarias, se debe prestar atención a las vías de metabolismo de los medicamentos.
Al combinarse con otros antipiréticos, la dosis total de paracetamol no debe exceder los 4 g diarios para evitar toxicidad hepática acumulada.
Según las directrices de la Organización Mundial de la Salud de 2022, la terapia de rehidratación estandarizada puede reducir en un 30% la duración de la hospitalización. Ensayos clínicos a gran escala muestran que la rehidratación oportuna puede disminuir en un 65% el riesgo de shock.
La terapia de soporte tiene una tasa de efectividad del 98% en pacientes pediátricos, especialmente en la estabilización de la presión arterial tras la reposición de electrolitos, con una reducción promedio de 4 horas en el tiempo de estabilización.
Las terapias experimentales incluyen el uso de anticuerpos monoclonales como TAK-003, actualmente en fase III de ensayos clínicos. La interferón alfa-2b se usa en algunos países para inhibir la replicación viral, aunque no es ampliamente recomendado por la OMS.
Los estudios de laboratorio sugieren que los inhibidores de interleucinas pueden modular respuestas inmunitarias excesivas, pero aún no hay suficiente evidencia clínica para su uso rutinario.
Se recomienda una dieta ligera y fácil de digerir, como gachas de arroz y verduras al vapor, evitando alimentos irritantes o difíciles de digerir. Es importante mantener una ingesta adecuada de líquidos, preferiblemente con soluciones electrolíticas orales para prevenir la deshidratación, evitando bebidas con cafeína o alto contenido de azúcar. En caso de diarrea o náuseas, se recomienda comer en pequeñas cantidades y consultar al médico para ajustar la dieta.
¿Se puede tomar antipiréticos por cuenta propia durante la fiebre?Durante la fase inicial de fiebre del dengue, no se recomienda el uso indiscriminado de AINEs (como ibuprofeno), ya que pueden aumentar el riesgo de hemorragia. Es preferible usar acetaminofén (paracetamol) para controlar la fiebre, siguiendo siempre las indicaciones médicas. Si la fiebre persiste o aparecen síntomas graves, se debe acudir a un centro médico para evaluación.
¿Cuánto tiempo después del tratamiento se puede volver a las actividades normales?Se recomienda descansar al menos 1 a 2 semanas después del tratamiento, hasta que los niveles de plaquetas vuelvan a la normalidad y no haya signos de hemorragia. La actividad física intensa o trabajos pesados deben retrasarse hasta la recuperación completa, aproximadamente 4 semanas, para evitar complicaciones. Durante la recuperación, se deben evitar la exposición excesiva al sol y cambios bruscos de temperatura.
¿Cómo prevenir las complicaciones hemorrágicas post-tratamiento?Durante el tratamiento, se debe evitar cepillarse los dientes con fuerza, levantar objetos pesados o toser vigorosamente, para prevenir hemorragias en mucosas. Se recomienda usar cepillos de cerdas suaves y enjuagues bucales en lugar de hilo dental. Si aparecen sangrado de encías, hematomas subcutáneos o hematuria, se debe consultar inmediatamente al médico y seguir sus indicaciones para el cuidado.
¿Cuál es la tasa de éxito y los riesgos generales del tratamiento del dengue?La terapia de soporte puede permitir que la mayoría de los pacientes se recuperen en 1 a 2 semanas, aunque los casos graves pueden requerir hospitalización y monitoreo. La tasa de éxito supera el 95%, siendo crucial el diagnóstico temprano y la vigilancia estrecha de signos de hemorragia o shock. El riesgo de mortalidad se asocia principalmente a casos no tratados oportunamente, por lo que seguir estrictamente las indicaciones médicas y realizar controles periódicos es fundamental.