Electroconvulsive therapy

Resumen del tratamiento

La terapia electroconvulsiva (Electroconvulsive Therapy, ECT) es un procedimiento médico que utiliza corrientes eléctricas para inducir convulsiones cerebrales, principalmente utilizado en el tratamiento de trastornos mentales graves y de difícil control. Este método estimula brevemente el cerebro con corrientes eléctricas para ajustar el equilibrio de neurotransmisores, siendo especialmente adecuado para pacientes que no responden a medicamentos o que necesitan una mejoría rápida. En Taiwán y Hong Kong, la ECT suele considerarse una opción clave para tratar depresión severa, trastorno bipolar y otros trastornos mentales graves.

Tipos de tratamiento y mecanismos

La terapia electroconvulsiva se divide principalmente en dos modalidades: «electrodos bilaterales» y «electrodos unilaterales», diferenciándose en la ubicación de la corriente. La ECT bilateral tiene una mayor eficacia, pero puede aumentar los efectos secundarios cognitivos, mientras que la unilateral es más suave. Su mecanismo de acción implica inducir convulsiones, promover la secreción de serotonina, dopamina y otros neurotransmisores, y posiblemente reparar actividades metabólicas anormales en la corteza prefrontal y el sistema límbico del cerebro.

Indicaciones

La ECT se utiliza principalmente en los siguientes casos:

  • Pacientes con depresión severa que no responden a medicamentos o terapia psicológica
  • Pacientes con tendencia suicida grave o incapaces de alimentarse por sí mismos
  • Fases maníacas o depresivas en trastorno bipolar
Además, ciertos trastornos cerebrales orgánicos o el síndrome de abstinencia por tabaquismo también son considerados candidatos para el tratamiento. Este método es especialmente adecuado para casos de emergencia que requieren una rápida mejoría de los síntomas.

Modo de uso y dosis

El proceso de tratamiento incluye:

  1. Administración de anestesia general y relajantes musculares
  2. Colocación de electrodos en ubicaciones específicas del cráneo y aplicación de corrientes cortas (generalmente de 0.5 a 1 segundo)
  3. Monitoreo de signos vitales por parte del equipo de anestesiología y psiquiatría
La frecuencia del tratamiento suele ser de 2 a 3 veces por semana, totalizando entre 6 y 12 sesiones. La intensidad de la corriente y la ubicación de los electrodos se ajustan según la respuesta del paciente.

Beneficios y ventajas

Las ventajas de la ECT incluyen:

  • Alta tasa de remisión en depresión severa, alcanzando entre el 60% y 80%
  • Respuesta rápida (mejoras visibles tras varias sesiones)
  • Ideal para pacientes que no toleran efectos secundarios de medicamentos
Además, tiene efectos terapéuticos únicos en ciertos trastornos mentales orgánicos, como deterioro cognitivo asociado a tumores cerebrales, y puede combinarse con medicamentos.

Riesgos y efectos secundarios

Los efectos secundarios a corto plazo más comunes incluyen:

  • Mareos o náuseas transitorios después del tratamiento (que generalmente se resuelven en 24 horas)
  • Pérdida de memoria temporal (principalmente a corto plazo, con menor impacto en la memoria a largo plazo)
Riesgos graves: en casos muy raros, pueden ocurrir fracturas (debido a convulsiones), arritmias cardíacas o complicaciones anestésicas, por lo que debe realizarse bajo supervisión de un equipo médico especializado.

Precauciones y contraindicaciones

Las contraindicaciones incluyen:

  • Hemorragia intracraneal reciente o daño cerebral severo
  • Enfermedad cardíaca grave no controlada
  • Inestabilidad de la columna vertebral o problemas musculoesqueléticos
Antes del tratamiento, se realiza una evaluación detallada de la función cardiopulmonar y se informa al paciente sobre posibles efectos en la memoria. Los pacientes mayores requieren una evaluación cognitiva especial.

Interacciones con otros tratamientos

La ECT debe complementarse con medicamentos antidepresivos o terapia psicológica, pero se debe tener en cuenta que:

  • Los anticonvulsivos pueden disminuir la eficacia de la ECT, requiriendo ajuste de dosis
  • Los anestésicos deben evaluarse en interacción con medicamentos cardíacos existentes
En cuanto al orden del tratamiento, generalmente se realiza primero la ECT para controlar rápidamente los síntomas agudos, seguido de terapia farmacológica de mantenimiento.

Resultados y evidencia

Investigaciones internacionales muestran que la ECT tiene una tasa de remisión del 70% al 85% en pacientes con depresión severa, mucho mayor que el tratamiento con medicamentos solo. El seguimiento a largo plazo revela que, combinada con medicamentos, puede prolongar el período de remisión. Para pacientes resistentes a medicamentos, la ECT sigue siendo la opción más rápida para mejorar conductas suicidas.

Alternativas

Las opciones alternativas incluyen:

  • Tratamiento combinado con antidepresivos
  • Estimulación magnética transcraneal (TMS)
  • Apoyo psicológico y nutricional en hospitalización
Sin embargo, estos métodos son menos rápidos y adecuados para casos graves en comparación con la ECT. La elección debe basarse en la condición física y la gravedad de los síntomas del paciente.

 

Preguntas frecuentes

¿Qué exámenes debo realizar antes de recibir tratamiento con electroshock?

Antes del primer tratamiento, el paciente debe someterse a un examen físico completo, electrocardiograma y análisis de sangre para evaluar la función cardiopulmonar y el estado metabólico. El médico decidirá si es necesario consultar anestesiología y requerirá ayuno de al menos 6 a 8 horas antes del procedimiento para reducir riesgos anestésicos.

¿Cuánto dura la pérdida de memoria después del tratamiento?

La confusión de la memoria a corto plazo generalmente mejora en horas o días tras el tratamiento, aunque algunos pacientes pueden experimentar lagunas en la memoria antes y después del tratamiento, que suelen recuperarse en semanas. La memoria a largo plazo generalmente no se ve afectada significativamente. Si persisten problemas cognitivos, se debe informar inmediatamente al equipo médico.

¿Con qué frecuencia y cuántas sesiones de electroshock se realizan?

El tratamiento típico es de 2 a 3 sesiones por semana, con un total de 6 a 12 sesiones, dependiendo de la gravedad y respuesta. El médico ajustará la frecuencia según la mejoría del paciente, comenzando con un tratamiento intensivo en la fase aguda y luego pasando a mantenimiento.

¿Se puede trabajar o realizar actividades diarias durante el tratamiento?

Tras una sesión, se recomienda una observación de 1 a 2 horas y evitar conducir o manejar maquinaria ese día. Algunos pacientes pueden sentirse cansados, por lo que se aconseja descansar, aunque las actividades leves generalmente no se ven afectadas. El médico recomendará ajustes en el trabajo según la recuperación individual.

¿Cómo prevenir la recaída después de completar el tratamiento?

Se suele recomendar combinar la terapia con antidepresivos o estabilizadores del ánimo y realizar seguimientos periódicos. Si hay signos de recaída, puede ser necesario añadir más sesiones o ajustar la medicación. Mantener un estilo de vida regular y una comunicación estrecha con el equipo médico ayuda a monitorear cambios en la condición.