La terapia electroconvulsiva (Electroconvulsive Therapy, ECT) es un procedimiento médico que utiliza corrientes eléctricas para inducir convulsiones cerebrales, principalmente utilizado en el tratamiento de trastornos mentales graves y de difícil control. Este método estimula brevemente el cerebro con corrientes eléctricas para ajustar el equilibrio de neurotransmisores, siendo especialmente adecuado para pacientes que no responden a medicamentos o que necesitan una mejoría rápida. En Taiwán y Hong Kong, la ECT suele considerarse una opción clave para tratar depresión severa, trastorno bipolar y otros trastornos mentales graves.
La terapia electroconvulsiva se divide principalmente en dos modalidades: «electrodos bilaterales» y «electrodos unilaterales», diferenciándose en la ubicación de la corriente. La ECT bilateral tiene una mayor eficacia, pero puede aumentar los efectos secundarios cognitivos, mientras que la unilateral es más suave. Su mecanismo de acción implica inducir convulsiones, promover la secreción de serotonina, dopamina y otros neurotransmisores, y posiblemente reparar actividades metabólicas anormales en la corteza prefrontal y el sistema límbico del cerebro.
La ECT se utiliza principalmente en los siguientes casos:
El proceso de tratamiento incluye:
Las ventajas de la ECT incluyen:
Los efectos secundarios a corto plazo más comunes incluyen:
Las contraindicaciones incluyen:
La ECT debe complementarse con medicamentos antidepresivos o terapia psicológica, pero se debe tener en cuenta que:
Investigaciones internacionales muestran que la ECT tiene una tasa de remisión del 70% al 85% en pacientes con depresión severa, mucho mayor que el tratamiento con medicamentos solo. El seguimiento a largo plazo revela que, combinada con medicamentos, puede prolongar el período de remisión. Para pacientes resistentes a medicamentos, la ECT sigue siendo la opción más rápida para mejorar conductas suicidas.
Las opciones alternativas incluyen:
Antes del primer tratamiento, el paciente debe someterse a un examen físico completo, electrocardiograma y análisis de sangre para evaluar la función cardiopulmonar y el estado metabólico. El médico decidirá si es necesario consultar anestesiología y requerirá ayuno de al menos 6 a 8 horas antes del procedimiento para reducir riesgos anestésicos.
¿Cuánto dura la pérdida de memoria después del tratamiento?La confusión de la memoria a corto plazo generalmente mejora en horas o días tras el tratamiento, aunque algunos pacientes pueden experimentar lagunas en la memoria antes y después del tratamiento, que suelen recuperarse en semanas. La memoria a largo plazo generalmente no se ve afectada significativamente. Si persisten problemas cognitivos, se debe informar inmediatamente al equipo médico.
¿Con qué frecuencia y cuántas sesiones de electroshock se realizan?El tratamiento típico es de 2 a 3 sesiones por semana, con un total de 6 a 12 sesiones, dependiendo de la gravedad y respuesta. El médico ajustará la frecuencia según la mejoría del paciente, comenzando con un tratamiento intensivo en la fase aguda y luego pasando a mantenimiento.
¿Se puede trabajar o realizar actividades diarias durante el tratamiento?Tras una sesión, se recomienda una observación de 1 a 2 horas y evitar conducir o manejar maquinaria ese día. Algunos pacientes pueden sentirse cansados, por lo que se aconseja descansar, aunque las actividades leves generalmente no se ven afectadas. El médico recomendará ajustes en el trabajo según la recuperación individual.
¿Cómo prevenir la recaída después de completar el tratamiento?Se suele recomendar combinar la terapia con antidepresivos o estabilizadores del ánimo y realizar seguimientos periódicos. Si hay signos de recaída, puede ser necesario añadir más sesiones o ajustar la medicación. Mantener un estilo de vida regular y una comunicación estrecha con el equipo médico ayuda a monitorear cambios en la condición.