La terapia de Desensibilización y Reprocesamiento por Movimiento Ocular (Eye Movement Desensitization and Reprocessing, EMDR) es una técnica psicológica basada en evidencia, diseñada principalmente para ayudar a los pacientes a procesar recuerdos traumáticos y las emociones relacionadas. Esta terapia combina principios de la terapia cognitivo-conductual con estímulos bilaterales (como movimientos oculares), aprovechando la neuroplasticidad para ayudar al cerebro a reestructurar eventos traumáticos y reducir el impacto psicológico del trauma. Aunque fue diseñada específicamente para el trastorno de estrés postraumático (TEPT), su aplicación se ha expandido a la ansiedad, depresión y otros problemas psicológicos relacionados con el trauma.
EMDR es una forma de terapia de exposición que se realiza mediante un proceso sistemático de ocho fases. Su mecanismo central consiste en utilizar estímulos bilaterales, como movimientos rápidos de los ojos, estímulos auditivos en ambos oídos o estímulos táctiles, para inducir un estado de «procesamiento de información adaptativa» (AIP). Este proceso puede activar la interacción entre el sistema límbico y la corteza prefrontal, ayudando a los pacientes a disminuir gradualmente la carga emocional intensa de los recuerdos traumáticos y a reconstruir su percepción del evento.
EMDR es principalmente efectivo en el tratamiento del trastorno de estrés postraumático (TEPT), especialmente en casos de eventos traumáticos únicos (como accidentes de tráfico o desastres naturales) o traumas complejos (como abusos prolongados o experiencias de guerra). Además, se usa comúnmente para aliviar la ansiedad, ataques de pánico, trastornos del sueño relacionados con el trauma y ciertos síntomas neuróticos (como flashbacks o comportamientos de evitación).
El tratamiento EMDR generalmente se divide en ocho fases, que incluyen recopilación de historia, establecimiento de objetivos terapéuticos y ejecución de la terapia. Cada sesión dura aproximadamente de 60 a 90 minutos, y la cantidad de sesiones depende de la gravedad del caso; los traumas leves pueden requerir de 3 a 6 sesiones, mientras que los traumas complejos pueden necesitar varias decenas. El terapeuta utiliza gestos, seguimiento de puntos de luz o golpes para guiar al paciente a recordar gradualmente los eventos traumáticos, monitoreando sus respuestas fisiológicas y cambios emocionales.
Las principales ventajas incluyen:
Esta terapia puede reducir rápidamente los pensamientos intrusivos relacionados con el trauma y ayudar a los pacientes a establecer percepciones positivas, mostrando mejoras significativas en síntomas físicos como palpitaciones y insomnio.
Los efectos secundarios a corto plazo pueden incluir emociones intensas, dolores de cabeza o fatiga, que suelen aliviarse en uno o dos días. En algunos casos, los pacientes pueden experimentar una reactivación de recuerdos traumáticos, lo que puede aumentar la inestabilidad emocional. Los riesgos graves incluyen:
Se recomienda que la evaluación de la estabilidad psicológica del paciente sea realizada por un profesional antes de comenzar la terapia.
Las contraindicaciones incluyen episodios agudos de esquizofrenia, trastornos disociativos severos o tendencias suicidas no controladas. Los pacientes deben tener funciones cognitivas básicas y evitar alcohol o sedantes potentes durante el tratamiento. Precauciones importantes:
EMDR puede combinarse con terapia cognitivo-conductual (TCC) o medicación (como ISRS antidepresivos), pero se debe evitar realizar exposición intensiva en el mismo día para no sobrecargar emocionalmente al paciente. Si el paciente está en tratamiento farmacológico, es importante comunicarlo al terapeuta para ajustar el ritmo de la terapia en función del efecto de los medicamentos en la estabilidad emocional.
Numerosos ensayos controlados aleatorios muestran que, tras 8 a 12 semanas de tratamiento, aproximadamente el 70-80% de los pacientes con TEPT alcanzan la remisión clínica. La Asociación Americana de Psicología (APA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideran a EMDR como una terapia de primera línea para el TEPT. La evidencia indica que sus efectos pueden durar varios años y que mejora la respuesta fisiológica al trauma, como los niveles de cortisol.
Las opciones alternativas incluyen:
La elección de la alternativa debe basarse en la evaluación de la resiliencia psicológica del paciente y sus objetivos de tratamiento.
Se recomienda realizar una evaluación detallada con el terapeuta antes de comenzar EMDR, donde se expliquen las experiencias traumáticas, el estado psicológico actual y la salud física. El terapeuta puede solicitar completar cuestionarios de salud mental y ajustar el plan de tratamiento según el caso. Además, en el día de la sesión, es importante mantenerse relajado, evitar fatiga excesiva o bebidas estimulantes para maximizar la eficacia del tratamiento.
¿Qué debo hacer si experimento un aumento en las emociones durante el tratamiento?Es común experimentar altibajos emocionales a corto plazo después de la terapia. Se recomienda mantener horarios regulares, escribir un diario o hablar con personas de confianza para aliviar la tensión. Si las emociones afectan significativamente la vida diaria, se debe contactar al terapeuta para ajustar la intensidad del tratamiento o añadir terapias complementarias, como técnicas de relajación o medicación temporal.
¿Debo modificar mis hábitos diarios o alimentación durante el tratamiento?Se aconseja mantener hábitos regulares de sueño y alimentación, evitando cafeína o alcohol en exceso para estabilizar el estado emocional. El terapeuta puede sugerir ejercicios suaves o meditación para ayudar a metabolizar las sustancias de estrés liberadas durante el tratamiento, pero se debe evitar realizar actividades intensas inmediatamente después.
¿Es fija la cantidad total de sesiones y la duración de cada una?El número de sesiones y la duración varían según la persona; los traumas leves pueden requerir de 6 a 12 sesiones, cada una de 60 a 90 minutos, mientras que los traumas complejos pueden superar las 20 sesiones. El terapeuta ajustará la frecuencia y duración en función de la respuesta y el progreso del paciente, aumentando en fases de mayor intensidad o reduciendo en fases de estabilización.
¿Cómo puedo prevenir que los recuerdos traumáticos vuelvan a afectar después de completar el tratamiento?Se recomienda realizar consultas de seguimiento periódicas con el terapeuta (cada 3-6 meses) y practicar las técnicas de relajación aprendidas. En caso de enfrentar nuevos eventos estresantes, técnicas como la escritura terapéutica o la atención plena pueden ayudar a mantener la resiliencia psicológica. La investigación muestra que entre el 80-90% de los pacientes experimentan una mejora significativa en los síntomas traumáticos en el primer año, pero el mantenimiento activo de la salud mental es fundamental a largo plazo.