La extracción dental (Tooth Extraction) es un procedimiento odontológico que consiste en remover un diente enfermo o problemático del alveolo. Este tratamiento se emplea principalmente en casos de daños severos o infecciones que no pueden ser salvadas mediante tratamientos convencionales como empastes o endodoncias. Las situaciones comunes incluyen caries profundas, fracturas traumáticas, terceros molares impactados que causan inflamación recurrente, o para crear espacio en ortodoncia. La cirugía la realiza un odontólogo o cirujano oral, quien diseña un plan personalizado según la forma y ubicación del diente.
La extracción puede dividirse en «extracción simple» y «extracción quirúrgica». La extracción simple es adecuada cuando el diente está en posición vertical y la raíz no está torcida; el odontólogo usa fórceps y pinzas para aflojar y remover el diente. La extracción quirúrgica se realiza en casos de dientes impactados, fracturados o que requieren incisión en las encías, pudiendo implicar la eliminación de tejido gingival o dividir el diente, además de realizar remodelación del hueso alveolar con curetas óseas.
El mecanismo incluye anestesia local para eliminar el dolor, y el odontólogo realiza radiografías o imágenes 3D para evaluar la estructura del diente. Casos complejos pueden requerir anestesia general o hospitalización. Tras la extracción, se forma un coágulo en el alveolo que será reparado por tejido nuevo, proceso que dura aproximadamente de 2 a 4 semanas.
El proceso incluye evaluación previa (radiografías y valoración de salud general), anestesia local o general, remoción del diente, y control de hemorragia con medicación postoperatoria. La duración varía según la complejidad; la extracción simple dura aproximadamente 10-20 minutos, mientras que procedimientos complejos pueden durar de 1 a 2 horas. Los pacientes deben seguir las indicaciones médicas respecto al uso de analgésicos y antibióticos, y evitar alimentos irritantes.
Precauciones importantes: Pacientes con hipertensión, diabetes u otras enfermedades crónicas deben informar previamente al médico; quienes tengan trastornos de coagulación pueden necesitar ajustar el uso de anticoagulantes. Después de la cirugía, se recomienda morder una gasa durante 24 horas para promover la formación del coágulo y evitar interferencias en la cicatrización.
La extracción elimina inmediatamente la fuente de dolor, previene la propagación de infecciones a la articulación temporomandibular o la mejilla. La remoción de muelas impactadas evita inflamación pericoronaria (pericoronitis de los terceros molares) y facilita la higiene bucal. En ortodoncia, extraer dientes puede mejorar la alineación y la función masticatoria, además de la estética.
Los riesgos a corto plazo incluyen hemorragia que dura más de 2 horas, alveolitis seca (osteítis alveolar) con dolor intenso, o infecciones que pueden extenderse a la piel o tejidos blandos. Riesgos a largo plazo incluyen atrofia ósea que afecta futuras implantaciones, o daño nervioso que puede causar parálisis temporal en la zona mandibular.
Advertencias de complicaciones graves: Pacientes con hipertensión pueden experimentar alteraciones en la presión arterial por ansiedad; quienes tienen trastornos sanguíneos pueden tener riesgo de hemorragia. Los diabéticos tienen menor capacidad de controlar infecciones, por lo que requieren mayor atención en el manejo de infecciones.
Contraindicaciones incluyen diabetes no controlada (glucemia >300 mg/dL), infecciones agudas con fiebre, trastornos sanguíneos (como hemofilia), infarto de miocardio o accidente cerebrovascular reciente. Mujeres en menstruación deben evitar la cirugía en los primeros dos días del ciclo. Embarazadas en segundo trimestre deben realizarse en ese período y evitar radiografías.
Tras la cirugía, es fundamental mantener una higiene estricta, evitar usar popotes, ejercicio intenso o enjuagues vigorosos en las primeras 24 horas. Los fumadores deben abstenerse de fumar al menos 48 horas para prevenir la caída del coágulo y alveolitis seca.
El uso de anticoagulantes (warfarina, aspirina) requiere suspender o ajustar la dosis 7 días antes. La interacción con anestésicos puede prolongar el despertar, por lo que debe ser monitoreado por un anestesiólogo. La profilaxis con antibióticos debe comenzar 3 días antes en casos de riesgo, como antecedentes de endocarditis o prótesis valvular. La coordinación con ortodoncia requiere planificar la extracción para no afectar la estabilidad de la alineación. En casos de implantes, esperar de 3 a 6 meses para la cicatrización ósea.
Estudios en endodoncia muestran que la extracción oportuna de dientes infectados elimina la fuente en un 100%, con una incidencia de alveolitis seca del 2-5%. En ortodoncia, la extracción aumenta la tasa de éxito en corrección de la mordida en más del 85%. La extracción de muelas impactadas reduce inflamaciones pericoronarias en hasta un 90%.
Las guías clínicas sugieren que cuando los costos de mantener un diente (tratamientos repetidos y riesgos de infección) superan los de extraerlo, se debe optar por la extracción. El seguimiento a largo plazo demuestra que una extracción adecuada previene infecciones sistémicas como endocarditis por bacterias orales.
Las alternativas dependen de la condición específica:
Estas opciones tienen limitaciones, como la necesidad de estructura radicular intacta para la endodoncia o la ausencia de destrucción ósea severa en periodontitis. El odontólogo evaluará la viabilidad de conservar el diente según la salud general del paciente.
Antes de la extracción, se realiza radiografía oral o tomografía 3D para evaluar la forma de las raíces y la proximidad de nervios. Si hay enfermedades cardíacas, sanguíneas o uso de anticoagulantes, se debe informar al odontólogo. Se recomienda no comer 12 horas antes, mantener la boca limpia y usar ropa cómoda para facilitar el procedimiento.
¿Qué hacer si hay sangrado persistente en las encías después de la cirugía?El sangrado leve es normal; se debe morder una gasa limpia durante 30-60 minutos. Si dura más de 2 horas, evitar enjuagues vigorosos o tocar la herida, aplicar hielo en la mejilla para reducir inflamación, y contactar la clínica. No tragar sangre durante el sangrado para evitar náuseas.
¿Qué recomendaciones dietéticas se deben seguir después de la cirugía?Durante las primeras 24 horas, se recomienda consumir alimentos fríos y líquidos, como papillas o purés, evitando comidas calientes para no aumentar la inflamación. Luego, optar por alimentos blandos, masticar del lado opuesto y evitar popotes o enjuagues vigorosos para prevenir la caída del coágulo (alveolitis seca).
¿Cuándo es necesario usar antibióticos preventivos?Solo en casos específicos, como antecedentes de endocarditis, prótesis valvulares o inmunodeficiencia. El odontólogo evaluará el riesgo y prescribirá antibióticos si es necesario. El uso excesivo sin indicación puede causar resistencia, por lo que debe seguirse la recomendación profesional.
¿Cuánto tiempo después de la extracción se puede retomar la higiene bucal normal?En las primeras 24 horas, evitar cepillarse o usar hilo dental en la zona, pero se puede limpiar suavemente los dientes no afectados. A partir del día siguiente, enjuagues con agua salada tibia y cepillado suave. En casos de extracciones mayores, como las de muelas del juicio, puede ser necesario esperar aproximadamente una semana hasta que la herida cicatrice y se pueda volver a la higiene habitual.