La terapia eléctrica es una técnica de fisioterapia que utiliza corrientes eléctricas para estimular los tejidos del cuerpo con el fin de lograr objetivos terapéuticos. Mediante diferentes frecuencias e intensidades de corriente, se promueve la reparación de tejidos, se alivia el dolor o se mejora la función neuromuscular. Esta terapia no invasiva se aplica ampliamente en medicina de rehabilitación y manejo del dolor, siendo común en tratamientos de lesiones deportivas, daño nervioso o enfermedades crónicas. Su principio fundamental consiste en que la corriente puede regular la conducción nerviosa, promover la circulación sanguínea y inducir contracciones musculares, alcanzando así los objetivos terapéuticos.
La terapia eléctrica se divide en varios tipos, cuyos mecanismos de acción varían según el tipo. Por ejemplo:
Estas corrientes inducen cambios metabólicos en las células, fomentan la reparación de tejidos y regulan la función del sistema nervioso, logrando así efectos terapéuticos.
La terapia eléctrica es adecuada para diversos problemas clínicos, incluyendo:
Además, la terapia eléctrica se emplea frecuentemente para mejorar problemas de circulación local, como neuropatía periférica por diabetes o reparación de heridas crónicas.
El tratamiento debe ser configurado por un profesional según la condición del paciente. El proceso general incluye:
El terapeuta ajustará los parámetros según la respuesta, como aumentar la amplitud de la corriente para potenciar la contracción muscular o modificar el patrón de pulso para diferentes tipos de nervios.
Las ventajas de la terapia eléctrica incluyen su seguridad y versatilidad:
Estudios clínicos muestran que la terapia eléctrica puede reducir eficazmente la dependencia de analgésicos y acelerar la recuperación de lesiones agudas. Su uso prolongado también mejora la calidad de vida en pacientes con dolor crónico.
Aunque la terapia eléctrica es relativamente segura, puede ocasionar:
Advertencia importante: un uso inapropiado puede causar quemaduras eléctricas o sobreestimulación nerviosa, por lo que debe ser operado por un profesional.
Las contraindicaciones incluyen:
Antes del tratamiento, se debe realizar una evaluación detallada, incluyendo estado de la piel, antecedentes neurológicos y medicación.
La terapia eléctrica puede combinarse con medicamentos, por ejemplo:
Es importante evitar el uso simultáneo con ciertos terapias electromagnéticas, que podrían afectar el funcionamiento de los dispositivos. Pacientes en quimioterapia o anticoagulantes deben informar al terapeuta para ajustar los parámetros.
Varios ensayos controlados aleatorios muestran que:
Una revisión Cochrane de 2018 indica que la terapia eléctrica es más efectiva que el placebo para el dolor neuropático, siempre que se ajusten los parámetros de forma personalizada.
Si la terapia eléctrica no es adecuada, se pueden considerar:
Las alternativas deben elegirse según la condición específica del paciente, por ejemplo, quienes son sensibles a la corriente pueden preferir medicamentos o terapias manuales.
Antes de recibir terapia eléctrica, se recomienda informar al médico sobre todos los medicamentos que está tomando, especialmente anticoagulantes o medicamentos cardíacos, ya que puede ser necesario ajustar el horario de medicación. El día del tratamiento, use ropa holgada para facilitar la colocación de los electrodos y evite estar en ayunas o después de comer en exceso para reducir molestias.
¿Es normal experimentar dolor muscular o enrojecimiento después de la terapia? ¿Cómo puedo aliviarlo?Es común experimentar dolor muscular local o enrojecimiento leve tras la sesión, que generalmente desaparece en 1-2 días. Se puede aplicar hielo o calor (según el tipo de terapia) para aliviar las molestias, pero se debe evitar el uso de ungüentos sin supervisión médica. Si el dolor persiste más de 48 horas o se acompaña de hinchazón, consulte a un profesional.
¿Puedo realizar ejercicio o fisioterapia durante el tratamiento?Se puede realizar ejercicio de baja intensidad, como caminar o estiramientos, pero evitando sobrecargar la zona tratada. Si se está sometido a terapia eléctrica para nervios o articulaciones, el médico puede recomendar suspender entrenamientos intensos para garantizar la eficacia y prevenir lesiones secundarias.
¿Cómo se determina la cantidad de sesiones y los intervalos entre ellas?El número de sesiones depende de la gravedad de la condición. Los síntomas leves suelen requerir de 6 a 12 sesiones, mientras que casos severos pueden necesitar meses de tratamiento continuo. Se recomienda un intervalo mínimo de 48 horas entre sesiones para permitir la recuperación de los tejidos. El médico ajustará la intensidad y frecuencia según la evaluación periódica.
¿Cuánto dura el efecto a largo plazo en pacientes con dolor crónico?En pacientes con dolor crónico, la duración del alivio varía. Algunos experimentan un alivio que dura 1-2 semanas tras una sola sesión. Con tratamiento regular, entre el 60-80% de los pacientes reportan una reducción del dolor en un 30-50% en los tres meses posteriores a completar el ciclo. La efectividad a largo plazo requiere combinarse con ejercicios de rehabilitación y cambios en el estilo de vida para prolongar los beneficios.