La vacuna de subunidad de proteínas contra el COVID-19 es una vacuna dirigida al virus SARS-CoV-2, diseñada para estimular el sistema inmunológico del cuerpo para producir una respuesta inmunitaria específica, previniendo así la infección o reduciendo los síntomas.
Este tipo de vacuna utiliza subunidades de proteínas del virus como antígenos, guiando al sistema inmunológico para reconocer y atacar el virus infectado, sin necesidad de introducir partículas completas del virus, por lo que su seguridad es mayor.
La vacuna de subunidad de proteínas contra el COVID-19 pertenece a las vacunas de subunidad, cuyo mecanismo central consiste en usar proteínas en la superficie del virus (como la proteína de espiga S) como antígeno.
Cuando la vacuna se inyecta en el cuerpo, el antígeno es capturado y procesado por las células presentadoras de antígenos (APCs) del sistema inmunológico, que luego lo presentan en la superficie celular, activando linfocitos T y B, produciendo anticuerpos específicos y células de memoria contra el antígeno.
La vacuna de subunidad de proteínas contra el COVID-19 se usa principalmente para prevenir el COVID-19 causado por SARS-CoV-2, incluyendo casos leves, moderados y severos.
Es adecuada para personas mayores de 16 años y puede ser utilizada en grupos de alto riesgo, como personal sanitario, personas con enfermedades crónicas a largo plazo y ancianos.
La vacuna generalmente se administra mediante inyección intramuscular, recomendándose en el músculo del brazo superior.
La dosis estándar suele ser de dos inyecciones, con un intervalo que varía según el producto específico y las políticas de salud pública, generalmente de 3 a 4 semanas.
La vacuna de subunidad de proteínas contra el COVID-19 generalmente se tolera bien, aunque puede causar efectos secundarios leves, como dolor en el sitio de inyección, enrojecimiento, hinchazón, fiebre baja y fatiga.
En casos raros, puede ocurrir reacciones alérgicas, como hinchazón facial o dificultad para respirar, por lo que se recomienda observar a los vacunados durante 30 minutos después de la administración.
No debe administrarse en personas con antecedentes de reacciones alérgicas graves, como alergia a componentes de la vacuna o a vacunas similares.
Las embarazadas, lactantes y personas con inmunodepresión deben vacunarse bajo supervisión médica.
No hay evidencia clara de que la vacuna de subunidad de proteínas contra el COVID-19 interactúe significativamente con otros medicamentos, pero se recomienda informar al médico sobre los medicamentos que se estén tomando.
Los datos de ensayos clínicos muestran que la vacuna tiene una eficacia superior al 90% en la prevención de síntomas de COVID-19.
Otras vacunas contra el COVID-19, como las de ARNm o vectores virales, pueden ser seleccionadas según la condición de salud del individuo y la recomendación médica.
La mayoría de los efectos secundarios son leves y temporales, como dolor en el lugar de la inyección, fatiga o fiebre ligera. Para manejarlos, se recomienda beber mucha agua, descansar lo suficiente y considerar tomar antiinflamatorios no esteroideos (como ibuprofeno) para aliviar molestias. Si los efectos persisten o empeoran, se debe consultar a un médico.
¿Por qué la vacuna de subunidad de proteínas contra el COVID-19 requiere dos dosis?Se necesitan dos dosis para asegurar que el cuerpo produzca suficientes anticuerpos para resistir el virus. La primera estimula la respuesta inmunitaria inicial, y la segunda aumenta significativamente la cantidad y eficacia de los anticuerpos, proporcionando una protección más fuerte. El intervalo entre dosis suele ser de 3 a 4 semanas para optimizar la respuesta inmunitaria.
¿Cuánto tiempo después de la vacunación con la vacuna de subunidad de proteínas contra el COVID-19 se puede volver a las actividades cotidianas?La mayoría puede retomar sus actividades en unas horas después de la vacunación, aunque se recomienda evitar esfuerzos físicos intensos o fatiga excesiva durante las primeras 24 horas. Si aparecen efectos adversos severos, se debe suspender el trabajo o estudio y acudir al médico. En general, los efectos desaparecen en 2 a 3 días, permitiendo retomar la vida normal.
¿Cuál es la eficacia de la vacuna de subunidad de proteínas contra el COVID-19?Su eficacia ha sido confirmada en múltiples ensayos clínicos, mostrando una reducción significativa en el riesgo de infecciones graves y hospitalizaciones. La protección suele superar el 90% tras completar las dos dosis, siendo especialmente efectiva en prevenir casos graves y fallecimientos. Sin embargo, con la aparición de variantes del virus, la eficacia puede disminuir, por lo que la dosis de refuerzo es clave para mantener la protección a largo plazo.
¿Es necesario seguir cumpliendo con las medidas preventivas después de la vacunación con la vacuna de subunidad de proteínas contra el COVID-19?Incluso después de vacunarse, es importante seguir las medidas preventivas para reducir el riesgo de infección. Esto incluye usar mascarillas, mantener la distancia social, lavarse las manos con frecuencia y evitar zonas de alto riesgo. Aunque la vacuna ofrece protección efectiva, no elimina completamente el riesgo de infección, especialmente con la circulación de variantes del virus. Por ello, la protección combinada sigue siendo necesaria.