Cataract surgery

Resumen del tratamiento

La cirugía de cataratas es un procedimiento quirúrgico utilizado para tratar la opacidad del cristalino, con el objetivo principal de restaurar la visión del paciente y mejorar su calidad de vida. La cirugía consiste en remover el cristalino opaco natural y reemplazarlo por una lente intraocular (LIO), para resolver problemas como visión borrosa, disminución de la percepción del color y otros síntomas relacionados con la catarata. Este procedimiento es considerado un estándar seguro y efectivo en la oftalmología mundial, apto para pacientes de todas las edades.

Generalmente se realiza bajo anestesia local, con un tiempo de recuperación breve y una notable mejora en las actividades diarias, como lectura, conducción o trabajos de precisión. Los avances tecnológicos recientes han incrementado la precisión de la cirugía, convirtiéndola en una de las cirugías mínimamente invasivas más comunes en la actualidad.

Tipos y mecanismos de tratamiento

Se dividen principalmente en «facoemulsificación por ultrasonido» y «cirugía de cataratas asistida por láser femtosegundo». La facoemulsificación utiliza una sonda ultrasónica para fragmentar el cristalino opaco, que luego se aspira y se reemplaza con una LIO. Este método ha alcanzado un alto nivel de desarrollo y es ampliamente aplicable.

La tecnología láser femtosegundo permite realizar cortes precisos en la córnea, fragmentar el núcleo del cristalino y reducir daños en los tejidos circundantes. Es especialmente adecuada para cataratas duras o pacientes que requieren una personalización avanzada de la LIO. Ambos métodos requieren la selección adecuada de la lente intraocular para corregir miopía, hipermetropía o astigmatismo, según las necesidades del paciente.

Indicaciones

Se recomienda principalmente para casos de opacidad del cristalino que afectan significativamente la vida diaria, como visión inferior a 0.3 o dificultades en actividades cotidianas. Otras indicaciones incluyen diferencias severas de visión entre ojos que causan alteraciones en la visión binocular, o complicaciones como glaucoma asociado a la catarata. Algunos pacientes pueden necesitar cirugía debido a cataratas congénitas o traumáticas.

Sin embargo, no todas las cataratas requieren cirugía inmediata; el oftalmólogo evaluará el grado de impacto en la visión y las necesidades subjetivas del paciente. Por ejemplo, en etapas tempranas, puede optarse por corrección con lentes, y realizar la cirugía cuando la catarata afecte las funciones diarias.

Modo de uso y dosis

El procedimiento dura aproximadamente de 30 a 60 minutos, con anestesia tópica mediante gotas oftálmicas, y el paciente permanece despierto sin dolor. La cirugía incluye la creación de una incisión en la córnea, la facoemulsificación del cristalino, la implantación de la LIO y el cierre de la incisión. La potencia de la lente se determina mediante mediciones precisas de la curvatura corneal y la longitud axial del ojo antes de la operación.

Después de la cirugía, se usan gotas antibióticas y antiinflamatorias para prevenir infecciones y reducir inflamación, durante varias semanas. Es importante evitar frotarse los ojos, realizar esfuerzos físicos intensos y acudir a revisiones periódicas. La elección del método quirúrgico y la LIO debe personalizarse según las condiciones corneales, la presión intraocular y las necesidades visuales del paciente.

Beneficios y ventajas

Los principales beneficios incluyen:

  • Alta tasa de recuperación visual superior al 95%, mejorando significativamente la función visual diaria
  • Técnica mínimamente invasiva que causa poco daño en los tejidos y con un tiempo de recuperación corto (generalmente en 24-48 horas se pueden retomar actividades básicas)
  • La LIO puede corregir miopía, hipermetropía o astigmatismo, reduciendo la dependencia de gafas

Además, la cirugía reduce el riesgo de caídas relacionadas con problemas de visión, beneficiando especialmente a los pacientes mayores en su calidad de vida.

Riesgos y efectos secundarios

Aunque el riesgo quirúrgico es bajo, pueden presentarse complicaciones como:

  • OPC (opacidad de la cápsula posterior): aproximadamente en el 20-30% de los casos, puede volver a nublarse meses después y requerir tratamiento con láser YAG
  • Edema corneal, aumento de la presión intraocular o desprendimiento de retina, con una incidencia menor al 1%
  • En algunos casos, sensibilidad a la luz, diplopía o errores en la potencia de la LIO

En casos de síntomas graves como dolor intenso o pérdida súbita de visión, se debe acudir inmediatamente a un centro médico. El seguimiento postoperatorio permite detectar y tratar problemas tempranamente.

Precauciones y contraindicaciones

Las contraindicaciones incluyen:

  • Infección ocular aguda o presión intraocular inestable
  • Enfermedades sistémicas no controladas, como diabetes no estabilizada o trastornos de la coagulación
  • Daño severo en la córnea o enfermedades de la retina que puedan afectar los resultados de la cirugía

Antes de la operación, se deben realizar exámenes detallados como topografía corneal, medición de la presión intraocular y evaluación del fondo de ojo. Es recomendable evitar el uso de cosméticos o productos químicos en los ojos durante los 3 días previos y seguir las indicaciones médicas respecto a medicamentos preoperatorios.

Interacciones con otros tratamientos

Es importante coordinar con otros tratamientos oftalmológicos, como en casos de glaucoma, donde puede requerirse una LIO de diseño especial. También, se debe tener precaución con el uso de corticosteroides tópicos postoperatorios y su interacción con corticosteroides sistémicos.

Pacientes en tratamiento anticoagulante deben ajustar sus medicaciones en consulta con su hematólogo para reducir riesgos de hemorragia. La selección de la LIO debe considerar la potencia refractiva del córnea y comunicar al oftalmólogo si se ha realizado cirugía láser previa para corrección de la visión.

Resultados y evidencia clínica

Estudios clínicos muestran que más del 90% de los pacientes alcanzan una visión de 0.5 o superior tras la cirugía, y algunos recuperan incluso 1.0 o más. La investigación del Instituto Nacional del Ojo de EE. UU. (NEI) indica que la cirugía reduce en un 30% las caídas en personas mayores y mejora significativamente la función cognitiva.

La tecnología láser femtosegundo ha mejorado la precisión quirúrgica, reduciendo la tasa de opacidad de la cápsula posterior a menos del 10%. Estudios de seguimiento a largo plazo muestran que la tasa de supervivencia de las LIO modernas a 10 años alcanza el 98%, demostrando su buena biocompatibilidad.

Opciones alternativas

Las alternativas no quirúrgicas incluyen mejorar la iluminación, usar gafas de alto índice de refracción o lentes de contacto, aunque solo alivian temporalmente los síntomas. Los tratamientos farmacológicos, como antioxidantes o medicina tradicional, carecen de evidencia suficiente para revertir la catarata.

La terapia láser para la opacidad del cristalino aún está en fase experimental; la única cura definitiva sigue siendo la cirugía. Las opciones alternativas solo se consideran cuando el paciente no puede someterse a cirugía por motivos de salud, aunque con resultados limitados en la recuperación visual.

 

Preguntas frecuentes

¿Qué exámenes debo realizar antes de la cirugía? ¿Cómo afectan estos exámenes al procedimiento?

Antes de la cirugía de cataratas, se realizan pruebas de presión intraocular, topografía corneal y fondo de ojo para evaluar la estructura y salud ocular. Estas pruebas ayudan a determinar la potencia adecuada de la LIO y a descartar complicaciones como glaucoma o enfermedades de la retina, asegurando la seguridad y eficacia del procedimiento.

¿Qué debo hacer si mi visión se vuelve borrosa o veo destellos después de la cirugía?

Es normal experimentar cierta visión borrosa o destellos en las primeras semanas debido a edema corneal o adaptación de la LIO, y generalmente mejora en 1 a 2 semanas. Si los síntomas persisten o empeoran, se debe consultar al oftalmólogo para una revisión, quien podrá ajustar medicamentos o realizar tratamientos adicionales.

¿Debo limitar mis actividades diarias después de la cirugía, como leer o usar dispositivos electrónicos?

Se recomienda reducir esfuerzos físicos y movimientos de inclinación durante la primera semana, aunque actividades leves como lectura o uso de dispositivos electrónicos suelen ser seguras. Es importante evitar frotarse los ojos, nadar o exponerse a agua sucia para prevenir infecciones. Después de dos semanas, se puede retomar la rutina normal, evitando esfuerzos prolongados que causen fatiga ocular.

¿Cuál es la tasa de éxito a largo plazo y la probabilidad de complicaciones en la cirugía de cataratas?

La tasa de éxito de la facoemulsificación moderna supera el 95%, y las complicaciones como la opacidad de la cápsula posterior, que afecta aproximadamente al 20% de los pacientes, pueden tratarse con láser. El seguimiento periódico permite detectar y tratar complicaciones tempranamente, y en general, la mayoría de los pacientes experimentan mejoras significativas en la visión a largo plazo.

¿Cuál es la forma correcta de usar los colirios antibióticos y corticosteroides después de la cirugía?

El uso de medicamentos debe seguir las indicaciones médicas. Normalmente, se recomienda aplicar colirios antibióticos durante un mes para prevenir infecciones, junto con corticosteroides para reducir inflamación. Al instilar los colirios, se deben lavar las manos, evitar que la punta del frasco toque el ojo y esperar entre 5 y 10 minutos entre diferentes medicamentos para asegurar su eficacia y evitar contaminación.