La cirugía de aumento mamario (Aumento de Senos) es un procedimiento de cirugía plástica común cuyo objetivo principal es ampliar el volumen de los senos mediante implantes o tejido autólogo, mejorando la forma y la simetría. Este procedimiento es adecuado para pacientes con desarrollo mamario insuficiente debido a factores genéticos, atrofia post-lactancia o motivos médicos, y puede mejorar significativamente la satisfacción estética y la confianza en sí mismas.
El procedimiento se divide principalmente en dos métodos: «implantes» y «trasplante de grasa autóloga». Los implantes generalmente consisten en bolsas de solución salina fisiológica o rellenos de gel de silicona, colocados a través de incisiones en el tejido mamario o debajo del músculo pectoral. El trasplante de grasa autóloga implica extraer grasa de otras áreas del cuerpo, purificarla e inyectarla en los senos, aunque la tasa de supervivencia puede ser menor.
Las incisiones suelen ubicarse en la axila, el pliegue inframamario o alrededor del ombligo para ocultar las cicatrices. Se realiza bajo anestesia general, con una duración aproximada de 2 a 3 horas, ajustando el tamaño y la forma del implante (como lágrima o redondo) según la estructura torácica y las expectativas del paciente.
El procedimiento requiere anestesia general en quirófano. El médico calculará la capacidad adecuada del implante en función del área basal del seno, generalmente entre 100 y 300 cc. El tamaño del implante debe considerar la circunferencia torácica, la postura y las expectativas del paciente; un tamaño excesivo puede aumentar el riesgo de fibrosis capsular.
Después de la cirugía, se recomienda usar un sujetador de compresión durante 4 a 6 semanas y realizar seguimientos periódicos del estado del implante. El trasplante de grasa autóloga puede requerir múltiples sesiones para alcanzar el resultado deseado.
Los riesgos a corto plazo incluyen hematomas, infecciones o complicaciones anestésicas, con una incidencia de aproximadamente 1-5%. Los riesgos a largo plazo incluyen fibrosis capsular (endurecimiento del tejido alrededor del implante), ruptura o fuga del implante, que puede requerir cirugía adicional para remover o reemplazar.
Advertencia grave: Los implantes de silicona pueden inducir en casos extremadamente raros el linfoma anaplásico de células grandes asociado a implantes mamarios (BIA-ALCL), por lo que se recomienda realizar controles de imagen periódicos. La función de lactancia no se ve afectada, aunque los implantes pueden interferir con los resultados de las radiografías mamarias.
Las contraindicaciones incluyen trastornos de la coagulación, enfermedades autoinmunes graves o falta de preparación psicológica. Antes de la cirugía, es necesario consultar detalladamente con el médico para evaluar las condiciones físicas y las expectativas. Mujeres embarazadas o en período de lactancia deben esperar a que su cuerpo esté estable para considerar la cirugía.
Se recomienda evitar ejercicio intenso durante los primeros 6 meses postoperatorios y no levantar objetos pesados para prevenir desplazamientos del implante. Si se planea quedar embarazada en los próximos cinco años, se debe informar al médico para evaluar la seguridad del implante.
Si se realiza simultáneamente aumento mamario y elevación de senos, se debe evaluar la tensión en los tejidos y la ubicación de las cicatrices. Pacientes en radioterapia o que toman anticoagulantes deben ajustar sus medicamentos y cronogramas de tratamiento con el médico.
El trasplante de grasa autóloga puede combinarse con liposucción, pero es necesario evaluar la tasa de supervivencia de la grasa y los riesgos quirúrgicos, y no debe realizarse junto con tratamientos inmunosupresores sistémicos.
Estudios clínicos muestran que entre el 70 y el 85% de los pacientes están satisfechos con los resultados, con una tasa de ruptura del implante de menos del 1% anual, aunque la fibrosis capsular afecta aproximadamente al 10-15%. La forma y tamaño de los senos tras la cirugía pueden confirmarse mediante estudios de imagen para verificar su estabilidad.
Las encuestas de satisfacción indican que más del 85% de las pacientes experimentan un aumento en la confianza, aunque los resultados varían según las condiciones de los tejidos individuales. Es importante una comunicación clara con el médico sobre las expectativas.
Las alternativas no quirúrgicas incluyen el uso de prótesis externas o sujetadores inflables, aunque su efecto es limitado y requieren cambios diarios. El trasplante de grasa autóloga, aunque natural, tiene una tasa de supervivencia del 50-70% y puede requerir múltiples sesiones.
Actualmente, no existen medicamentos seguros y efectivos para inducir el desarrollo mamario. La terapia con láser o radiofrecuencia no mejora el volumen. La elección final debe basarse en el estado de salud y el presupuesto.
¿Cuánto tiempo tarda en recuperarse la actividad diaria después de la cirugía? ¿Qué movimientos se deben evitar?
Generalmente, se recomienda descansar de 1 a 2 semanas, evitando levantar objetos pesados o realizar ejercicio intenso durante al menos 4 semanas. Se aconseja usar un sujetador deportivo sin aros y sin costuras, y evitar estiramientos o golpes excesivos en los brazos para reducir el riesgo de daño en los tejidos y desplazamiento del implante.
¿Es normal que aparezcan bultos o enrojecimiento después de la cirugía? ¿Cómo se deben manejar?
La presencia de pequeños bultos o hinchazón es una reacción natural del tejido en proceso de reparación, y generalmente desaparece en unas semanas. Si se acompaña de fiebre o enrojecimiento persistente, puede ser signo de infección, por lo que se debe consultar al médico para evaluar la necesidad de antibióticos o ajustes quirúrgicos.
¿La cirugía de aumento mamario afecta la lactancia? ¿Qué precauciones se deben tomar?
La cirugía puede afectar la capacidad de lactancia en algunos casos, aunque las técnicas modernas han reducido este riesgo significativamente. Optar por incisiones en la axila o el aréola puede disminuir la interferencia con las glándulas mamarias. Antes de la cirugía, se debe discutir con el médico los riesgos personales, y si se presenta dificultad para amamantar después, consultar a un especialista en lactancia.
¿Cuál es la duración de los implantes? ¿Es necesario reemplazarlos periódicamente?
Los implantes de silicona o solución salina tienen una vida útil promedio de 10 a 15 años, aunque esto varía según la condición individual. Se recomienda realizar ecografías o resonancias magnéticas cada 2 años para detectar fibrosis, hinchazón o rotura, y evaluar si es necesario reemplazarlos o retirarlos.
¿Cómo elegir el sujetador adecuado después de la cirugía? ¿Qué impacto tienen los diferentes materiales o estilos?
Durante las primeras semanas, se recomienda usar un sujetador deportivo sin aros ni costuras, que no comprima los tejidos. Después de 6 semanas, se puede cambiar a un modelo de soporte moderado para uso diario, evitando diseños demasiado ajustados o con accesorios metálicos que puedan afectar la posición del implante o causar molestias.