La resonancia magnética cerebral (RM) es una técnica de imagen no invasiva que utiliza un potente campo magnético y ondas de radio para generar imágenes tridimensionales detalladas del cerebro. Su principal objetivo es ayudar a los médicos a diagnosticar anomalías estructurales, lesiones o disfunciones cerebrales, siendo común su uso en la evaluación de tumores cerebrales, accidentes cerebrovasculares, enfermedades neurodegenerativas, entre otras.
A diferencia de las radiografías tradicionales o la tomografía computarizada (TC), la RM no emite radiación ionizante y puede proporcionar imágenes de tejidos blandos con mayor resolución, siendo especialmente adecuada para observar cambios microscópicos en la estructura cerebral. La duración del examen suele ser de 30 minutos a 1 hora, durante los cuales el paciente debe mantenerse inmóvil y seguir las normas de seguridad de la sala de escaneo.
La RM se divide en dos grandes categorías: imagen de estructura anatómica y imagen funcional. La RM estructural utiliza secuencias ponderadas en T1 y T2 para mostrar la forma de los ventrículos, la densidad de los tejidos cerebrales y la localización de lesiones. La RM funcional (fMRI) rastrea cambios en el flujo sanguíneo y se utiliza para localizar áreas funcionales del cerebro, como las áreas del lenguaje o motrices.
Su principio de funcionamiento es aprovechar la resonancia de los núcleos de hidrógeno en el campo magnético, combinada con algoritmos computacionales para reconstruir imágenes tridimensionales. Se pueden inyectar agentes de contraste especiales, como gadolinio, para realzar la diferencia entre tejidos normales y patológicos, aunque aproximadamente el 0.1% de los pacientes pueden presentar alergia al medio de contraste, por lo que se debe informar previamente.
También es útil en el diagnóstico de anomalías congénitas de los vasos cerebrales (como aneurismas), encefalitis o trastornos en la circulación del líquido cefalorraquídeo. En la evaluación de hipertensión intracraneal o lesiones de la médula espinal, la RM puede ofrecer detalles que la TC no puede mostrar.
El paciente debe retirar todos los objetos metálicos, incluyendo prótesis dentales y dispositivos electrónicos. Durante el examen, debe acostarse en la tubería de escaneo, la cual puede producir ruidos de hasta 110 decibelios, por lo que se recomienda el uso de tapones o protectores auditivos. La duración del examen depende del área a escanear y puede requerir un equipo de 1.5T a 3T en casos complejos.
La dosis del medio de contraste se calcula en función del peso corporal, generalmente 0.1 mmol/kg en adultos. En niños o pacientes con insuficiencia renal, la dosis debe ajustarse, y en casos de insuficiencia renal severa, puede estar contraindicado el uso de gadolinio.
La RM funcional permite observar en tiempo real la actividad en diferentes áreas cerebrales, siendo clave para localizar focos epilépticos o planificar la preservación de funciones antes de cirugías. Comparada con la TC, la RM tiene una sensibilidad superior al detectar atrofia cerebral o desmielinización, en más del 40%.
La mayoría de los pacientes no experimentan efectos adversos evidentes, pero aproximadamente un 3-5% puede sentir ansiedad debido a la claustrofobia. En casos muy raros, puede ocurrir fibrosis sistémica nefrogénica (NSF) inducida por el medio de contraste, especialmente en pacientes con insuficiencia renal.
Riesgos importantes: Personas con marcapasos, implantes metálicos o en embarazo en las primeras etapas deben evitar estrictamente la prueba. Moverse durante el escaneo puede causar imágenes borrosas, y en casos severos, puede ser necesario repetir el examen.
El paciente debe informar con precisión su historia clínica, incluyendo cirugías previas, tipos de implantes y alergias a medicamentos. Se recomienda suspender ciertos anticoagulantes (como warfarina) 48 horas antes si se combina con medio de contraste.
La RM en sí no interactúa directamente con medicamentos, pero algunos pueden afectar la visualización de lesiones. Por ejemplo, los corticosteroides pueden disminuir la inflamación visible en las imágenes. En pacientes en quimioterapia, la RM puede ofrecer una evaluación más precisa de los límites del tumor que la TC.
En la evaluación preoperatoria, la RM y la TC se usan en conjunto: la RM muestra cambios en tejidos, mientras que la TC ayuda a detectar hemorragias agudas. En planificación de radioterapia, las imágenes de RM ayudan a definir las áreas objetivo.
Numerosos estudios clínicos muestran que la RM tiene una precisión superior al 95% en el diagnóstico de tumores cerebrales, especialmente en la diferenciación entre benignos y malignos, superando a la TC. Un estudio en NEJM en 2018 confirmó que la RM es tres veces más sensible que la TC en la evaluación de lesiones en la esclerosis múltiple.
En el diagnóstico de demencia, la evaluación de la atrofia del hipocampo en la RM puede predecir con 2-3 años de antelación la progresión de la enfermedad de Alzheimer. La Sociedad Internacional de Radiología Neurológica recomienda la RM como la primera opción para imágenes de malformaciones vasculares cerebrales y encefalitis.
La tomografía computarizada (TC), aunque más rápida y económica, expone a mayor radiación y tiene menor contraste en tejidos blandos. La tomografía por emisión de positrones (PET) muestra la actividad metabólica, pero su resolución espacial es inferior a la de la RM. La ecografía está limitada por el hueso del cráneo y no puede penetrar para examinar el cerebro.
La RM abierta es adecuada para pacientes con claustrofobia, aunque con menor resolución. La espectroscopía funcional de infrarrojos cercanos (fNIRS) no tiene restricciones por metales, pero su alcance y precisión aún no igualan a la RM.
Antes del examen, el paciente debe retirar todos los objetos metálicos (como joyas, horquillas), y comunicar si tiene implantes electrónicos (como marcapasos) o cuerpos extraños metálicos. Si sufre de claustrofobia, puede consultar con el médico sobre el uso de sedantes leves. Además, debe ayunar de 4 a 6 horas si se va a administrar medio de contraste.
¿Cómo afrontar la claustrofobia en la RM?Los pacientes con claustrofobia pueden optar por una «RM abierta» para reducir la sensación de encierro, o tomar sedantes prescritos por el médico antes del examen. Durante el procedimiento, pueden escuchar música a través de auriculares y comunicarse con el personal mediante intercomunicador para garantizar comodidad y seguridad.
¿Es segura la RM para personas con implantes electrónicos o en embarazo?El campo magnético de la RM puede afectar el funcionamiento de dispositivos electrónicos implantados (como válvulas cardíacas artificiales), por lo que se debe informar previamente. En mujeres embarazadas, generalmente se recomienda evitar la prueba a menos que sea estrictamente necesaria y el médico evalúe los riesgos y beneficios. Casos especiales deben ser evaluados individualmente.
¿Se necesita reposo especial después de la RM?La RM no invasiva y sin radiación permite reanudar las actividades normales inmediatamente después del examen. Si se utilizó sedación, se debe acompañar a alguien y evitar conducir. Si se administró medio de contraste con gadolinio, se recomienda beber abundante agua para acelerar su eliminación y estar atento a posibles reacciones alérgicas como erupciones cutáneas en las siguientes 24 horas.
¿Qué factores afectan la precisión de las imágenes de RM?La precisión de la RM depende de que el paciente permanezca inmóvil, controle su respiración y siga las instrucciones médicas, como el ayuno previo. Las máquinas de alta resolución pueden alcanzar una precisión de 0.1 mm, pero la calidad final también depende de la habilidad del técnico y la cooperación del paciente para obtener imágenes claras y sin borrosidad.