Appendectomy

Resumen del tratamiento

La apendicectomía es una intervención quirúrgica utilizada para tratar la apendicitis aguda, cuyo objetivo principal es remover el apéndice inflamado o ulcerado para prevenir su ruptura y la consecuente peritonitis. Esta operación generalmente se realiza de inmediato tras el diagnóstico de apendicitis para evitar la propagación de la infección y riesgos potenciales para la vida.

La cirugía puede realizarse mediante una técnica tradicional de laparotomía o mediante laparoscopía, dependiendo del estado del paciente y la evaluación del cirujano. Las indicaciones incluyen síntomas típicos como dolor en la parte inferior derecha del abdomen, fiebre, o confirmación mediante estudios de imagen de un apéndice inflamado con un diámetro mayor a 6 mm. En casos de emergencia, la cirugía puede realizarse en las primeras 24 horas para reducir el riesgo de complicaciones.

Tipos y mecanismos de tratamiento

Se dividen en dos tipos principales:

  • Cirugía de laparotomía convencional: se realiza una incisión de 5-8 cm en el lado derecho del abdomen para remover directamente el apéndice y suturar.
  • Cirugía laparoscópica: se insertan 3-4 pequeñas incisiones para introducir una cámara y instrumentos, permitiendo una remoción mínimamente invasiva.
Ambos métodos implican la ligadura de los vasos sanguíneos y la extracción del apéndice. La laparoscopía presenta heridas menores, pero requiere condiciones anatómicas favorables.

El mecanismo de la cirugía consiste en eliminar el tejido afectado para evitar la ruptura del apéndice y la subsecuente peritonitis o sepsis. La técnica laparoscópica puede reducir el daño tisular, pero debe ser realizada por cirujanos experimentados.

Indicaciones

Principalmente se indica en:

  • Casos confirmados de apendicitis aguda, como aumento en el recuento de leucocitos o un apéndice mayor a 6 mm.
  • Diagnóstico sospechoso de perforación del apéndice con peritonitis, presentando dolor difuso, dolor a la palpación y signos de irritación peritoneal.
  • Recaídas de apendicitis o formación de fístulas en el apéndice.
Situaciones especiales como en pacientes en embarazo avanzado requieren ajuste en la técnica quirúrgica.

Las contraindicaciones son raras, pero en casos de alteraciones graves en la coagulación o shock séptico generalizado, puede ser necesario estabilizar al paciente antes de proceder. Es fundamental evaluar cuidadosamente el riesgo anestésico en pacientes con insuficiencia cardiopulmonar.

Modo de uso y dosis

La cirugía se realiza bajo anestesia general, y la estancia hospitalaria varía según el método:

  • Cirugía laparoscópica: hospitalización de 2-3 días, heridas de 1-2 cm.
  • Cirugía convencional: hospitalización de 5-7 días, con un tiempo de recuperación de heridas más prolongado.
Se requiere medicación analgésica y antibióticos postoperatorios, además de seguir las indicaciones dietéticas.

No existe una dosis específica de medicamentos, pero la cantidad de anestésicos se ajusta según peso y parámetros fisiológicos. En pacientes mayores, puede ser necesaria una evaluación preoperatoria de la función cardiopulmonar para ajustar la elección de anestésicos.

Beneficios y ventajas

Los principales beneficios incluyen:

  • Remoción completa del foco infeccioso, previniendo la ruptura del apéndice.
  • La laparoscopía reduce el daño tisular y acelera la recuperación.
  • Disminución del riesgo de complicaciones graves como peritonitis.
El seguimiento a largo plazo muestra una tasa de recurrencia de apendicitis inferior al 1%.

Las ventajas radican en resolver de inmediato síntomas de emergencia con una tasa de éxito superior al 95%. La laparoscopía también reduce el dolor postoperatorio y las cicatrices, siendo adecuada para pacientes jóvenes y casos de obesidad.

Riesgos y efectos secundarios

Los riesgos potenciales incluyen:

  • Infección de la herida o formación de abscesos (incidencia del 5-10%).
  • Fuga intestinal o bloqueo intestinal (incidencia del 1-3%).
  • Complicaciones relacionadas con la anestesia, como depresión respiratoria.
Complicaciones graves pueden requerir una segunda cirugía o causar efectos a largo plazo.

La laparoscopía puede aumentar la residualidad de dióxido de carbono, causando dolor en los hombros, aunque generalmente es temporal. En pacientes mayores, hay un riesgo aumentado de insuficiencia cardiopulmonar postoperatoria que requiere atención especial.

Precauciones y contraindicaciones

Antes de la cirugía, se deben realizar:

  • Ayuno de al menos 8 horas y análisis de sangre.
  • Informar sobre alergias y uso de anticoagulantes (como aspirina).
Contraindicaciones absolutas incluyen rechazo del paciente a la cirugía o sepsis no controlada.

Contraindicaciones relativas incluyen alteraciones graves en la coagulación o insuficiencia cardíaca, que requieren control con antibióticos antes de evaluar la cirugía. Postoperatoriamente, se debe vigilar la cicatrización y la recuperación intestinal.

Interacciones con otros tratamientos

La cirugía en sí no interactúa directamente con medicamentos, pero se debe tener en cuenta:

  • Suspender anticoagulantes como warfarina 7 días antes.
  • El uso de antibióticos debe coordinarse con el momento de la cirugía, generalmente administrados 30 minutos antes de la incisión.
En tratamientos concomitantes con quimioterapia o inmunosupresores, se ajustan las dosis de medicamentos.

Para pacientes en terapia antiplaquetaria (como clopidogrel), es necesario evaluar el riesgo de sangrado en conjunto con hematólogos. Los pacientes diabéticos deben ajustar su control glucémico preoperatorio.

Eficacia y evidencia del tratamiento

Los estudios clínicos muestran que:

  • La laparoscopía reduce la duración de la hospitalización (promedio de 2.5 días vs 5 días).
  • El seguimiento a 5 años indica una incidencia de dolor abdominal crónico inferior al 2%.
  • Las tasas de control de infecciones en cirugías de emergencia y profilácticas alcanzan el 98% y 100%, respectivamente.
Ensayos controlados aleatorios confirman que la técnica laparoscópica presenta menor tasa de complicaciones y mayor satisfacción del paciente en comparación con la cirugía abierta tradicional.

La Asociación Americana de Cirujanos recomienda que todos los pacientes con sospecha de apendicitis sean evaluados quirúrgicamente en las primeras 24 horas, ya que retrasar la intervención aumenta en un 2% por hora la tasa de perforación.

Alternativas

En casos muy raros, se puede considerar tratamiento no quirúrgico:

  • Observación selectiva: solo en pacientes de alto riesgo (como insuficiencia renal terminal) por un corto período.
  • Tratamiento con antibióticos: solo en inflamación leve en etapas tempranas, con monitoreo estricto.
Sin embargo, la tasa de éxito es aproximadamente del 70%, y la recurrencia alcanza el 30%.

Las alternativas deben ser evaluadas cuidadosamente, en casos de inflamación aguda de más de 48 horas o perforación, la cirugía es obligatoria. Después del tratamiento no quirúrgico, se requiere seguimiento mediante imágenes periódicas.

 

Preguntas frecuentes

¿Qué preparativos debo hacer antes de la cirugía? ¿Qué debo tener en cuenta el día de la operación?

Antes de someterse a una apendicectomía, el paciente debe realizar análisis de sangre, ultrasonido abdominal o tomografía computarizada para confirmar el diagnóstico. Es necesario ayunar y no beber líquidos 8 horas antes de la cirugía, además de suspender medicamentos anticoagulantes según indicación médica. El día de la operación, se deben retirar objetos metálicos y cambiarse a ropa quirúrgica. El personal médico explicará detalladamente el procedimiento y los riesgos asociados antes de la anestesia.

¿Qué opciones hay para el manejo del dolor postoperatorio? ¿Cómo puedo saber si el dolor es anormal?

El dolor postoperatorio generalmente se controla con analgésicos (como antiinflamatorios no esteroideos o opioides), además de aplicar hielo y promover movimientos suaves. Si el dolor aumenta repentinamente, se acompaña de fiebre o vómitos, puede ser signo de complicación y se debe acudir a emergencias. Es importante seguir las indicaciones de medicación y evitar retrasar la movilización por miedo al dolor.

¿Cómo debo ajustar mi dieta después de la cirugía? ¿Qué alimentos debo evitar?

En las primeras etapas, se recomienda una dieta líquida clara, como jugo de manzana o caldo, progresando a alimentos bajos en fibra y blandos. Se deben evitar alimentos grasos, ricos en fibra (como frituras y pan integral) y productos lácteos, para prevenir molestias gastrointestinales. La recuperación de la dieta debe ser gradual y vigilada según la tolerancia del paciente.

¿Cuándo es necesario optar por cirugía abierta en lugar de laparoscópica? ¿Cómo se evalúan los riesgos?

Si el apéndice está perforado, hay inflamación severa o adherencias abdominales, la cirugía laparoscópica puede ser difícil o peligrosa, por lo que se opta por la cirugía abierta. La evaluación del riesgo se basa en la edad del paciente, obesidad y gravedad de la infección preoperatoria. El cirujano decidirá la técnica más segura y explicará las diferencias en los tiempos de recuperación.

¿Cuánto tiempo tarda en recuperarse completamente? ¿Cuándo puedo volver a hacer ejercicio o trabajar?

Los pacientes con cirugía mínimamente invasiva suelen reanudar actividades leves en 1-2 semanas, mientras que en cirugía abierta puede ser necesario de 4 a 6 semanas. La reincorporación laboral suele ser posible en aproximadamente 3 semanas, pero actividades que impliquen levantar peso o esfuerzo intenso deben retrasarse al menos 6 semanas. La recuperación debe ser guiada por el cirujano, quien ajustará las recomendaciones según la cicatrización y la recuperación individual del paciente.