COVID-19 inactivated virus vaccines

Resumen del tratamiento

La vacuna inactivada contra COVID-19 es una vacuna fabricada utilizando virus SARS-CoV-2 muertos, diseñada para estimular el sistema inmunológico del cuerpo a producir anticuerpos y células de memoria contra el virus, proporcionando así protección en futuras infecciones.

El objetivo principal de esta vacuna es prevenir la enfermedad por coronavirus de tipo 2 (SARS-CoV-2), especialmente sus formas graves, hospitalizaciones y muertes.

Tipos de tratamiento y mecanismos

La vacuna inactivada pertenece a los tipos tradicionales de vacunas, diferentes de otras como las vacunas de ARNm o las vacunas con vectores de adenovirus. Su mecanismo central consiste en usar partículas virales inactivadas que no pueden replicarse, pero que conservan los antígenos de superficie del virus.

Cuando la vacuna se inyecta en el cuerpo, el sistema inmunológico reconoce estos antígenos y activa una respuesta inmunitaria, produciendo anticuerpos específicos y células T. Estas células inmunitarias pueden responder rápidamente cuando encuentren SARS-CoV-2 vivo en el futuro, neutralizando el virus y reduciendo el riesgo de infección.

Indicaciones

La vacuna inactivada contra COVID-19 se utiliza principalmente para prevenir la infección por COVID-19, especialmente en grupos de alto riesgo como ancianos, personas con enfermedades subyacentes y personal sanitario.

Además, se recomienda para la población general con el fin de formar inmunidad de grupo y reducir la transmisión del virus en la comunidad.

Modo de uso y dosis

Generalmente, la vacuna inactivada requiere administración intramuscular, con una dosis de 0.5 ml por inyección, administrándose una vez, con una dosis de refuerzo usualmente entre 3 y 4 semanas después de la primera inyección.

El esquema de administración puede variar según el producto de la vacuna y las directrices de las autoridades sanitarias locales. Se recomienda consultar con un médico o seguir las guías oficiales antes de vacunarse.

Beneficios y ventajas

  • Alta eficacia en la prevención de enfermedades graves: reduce significativamente el riesgo de hospitalización y muerte por COVID-19
  • Genera inmunidad a largo plazo: proporciona protección sostenida mediante anticuerpos
  • Apto para diversos grupos: incluyendo ancianos y personas con inmunidad comprometida
  • Técnica tradicional: proceso de fabricación maduro y fácil de producir a gran escala

Riesgos y efectos secundarios

Como otras vacunas, la vacuna inactivada puede causar efectos secundarios, en su mayoría leves y temporales.

  • Los efectos secundarios comunes incluyen dolor, enrojecimiento e hinchazón en el sitio de inyección
  • Reacciones sistémicas pueden incluir fatiga, fiebre y dolor de cabeza
  • En casos raros, puede ocurrir una reacción alérgica severa (como shock anafiláctico), que requiere atención médica inmediata

Precauciones y contraindicaciones

Historial de alergias graves: personas con reacciones alérgicas severas a componentes de la vacuna o a dosis previas no deben vacunarse

Mujeres embarazadas y en período de lactancia: deben consultar a un médico antes de vacunarse, evaluando riesgos y beneficios

Estado de inmunosupresión: pacientes con VIH/SIDA o en tratamiento de quimioterapia deben usar bajo supervisión médica

Interacciones con otros tratamientos

La vacuna inactivada tiene pocas interacciones con otros medicamentos o vacunas, pero se debe evitar su uso concomitante con inmunosupresores para garantizar la eficacia de la vacuna.

Antes de vacunarse, informe a su médico sobre todos los medicamentos y suplementos que esté tomando para evaluar posibles riesgos de interacción.

Eficacia y evidencia

Numerosos ensayos clínicos muestran que la vacuna inactivada tiene una alta eficiencia en la prevención de COVID-19, generalmente superior al 90%.

Además, mantiene cierta protección contra varias variantes de SARS-CoV-2 (como Delta y Ómicron), aunque algunas variantes pueden reducir ligeramente la eficacia de la vacuna.

Alternativas

Para quienes no puedan recibir la vacuna inactivada, se pueden considerar otras vacunas contra COVID-19, como las de ARNm o las de vectores de adenovirus.

En algunos casos, los médicos pueden recomendar un tipo específico de vacuna para obtener la mejor protección posible.

 

Preguntas frecuentes

¿Cómo manejar los efectos secundarios después de la vacunación con la vacuna inactivada contra COVID-19?

Tras la vacunación, algunas personas pueden experimentar efectos secundarios leves como dolor, enrojecimiento o fiebre en el sitio de inyección. Estos síntomas generalmente desaparecen en unos días. Se recomienda descansar, hidratarse bien y aplicar compresas tibias o frías para aliviar las molestias. Si la fiebre supera los 38.5°C o persiste, consulte a un médico y comunique que ha sido vacunado.

¿Por qué es necesario administrar dos dosis de la vacuna inactivada contra COVID-19?

La administración de dos dosis asegura que el cuerpo produzca suficientes anticuerpos para combatir eficazmente el virus. La primera dosis inicia la respuesta inmunitaria, mientras que la segunda aumenta significativamente los niveles de anticuerpos y su duración, proporcionando una protección más completa y duradera. La separación entre dosis suele ser de 3 a 4 semanas, tiempo que ayuda a optimizar la respuesta inmunitaria.

¿Qué otras medidas preventivas se deben tomar después de vacunarse contra COVID-19?

Incluso después de vacunarse, es importante seguir las recomendaciones de prevención, como usar mascarillas, mantener la distancia social y lavarse las manos con frecuencia. La vacuna reduce significativamente el riesgo de infección y de desarrollar formas graves, pero no elimina completamente la posibilidad de contagio. Además, la protección de la vacuna tarda en alcanzarse completamente, por lo que en las semanas posteriores a la vacunación se debe mantener la vigilancia.

¿Las mujeres embarazadas o en período de lactancia pueden vacunarse contra COVID-19?

Según la evidencia médica actual y las guías, las mujeres embarazadas y en período de lactancia pueden vacunarse tras consultar con un médico. La vacunación ayuda a protegerlas de infecciones graves por COVID-19, reduciendo potenciales riesgos para ellas y sus bebés. Sin embargo, se recomienda discutir en detalle con el médico antes de vacunarse para garantizar la seguridad.

¿Cuál es la duración de la protección proporcionada por la vacuna inactivada contra COVID-19?

Las investigaciones actuales indican que la protección dura varios meses, aunque la duración exacta puede variar entre individuos. Con el tiempo, los niveles de anticuerpos pueden disminuir, por lo que puede ser necesario administrar dosis de refuerzo para mantener la inmunidad a largo plazo. La decisión de vacunaciones periódicas dependerá de la evolución de las variantes del virus y los estudios sobre la eficacia de la vacuna.