Circumcision

Resumen del tratamiento

La circuncisión (Circumcision) es una intervención quirúrgica que consiste en la extirpación de exceso de tejido del prepucio en hombres. Este procedimiento es común para tratar la fimosis, inflamaciones recurrentes o necesidades de higiene personal, y también puede realizarse por motivos religiosos o culturales. El objetivo de la cirugía es mejorar la función fisiológica, reducir el riesgo de infecciones o resolver problemas como la dificultad para orinar debido a un prepucio demasiado largo.

El método quirúrgico varía según la edad del paciente y las necesidades médicas, pudiendo ser cirugía tradicional, uso de anillos de prepucio o láser. La duración de la operación es aproximadamente de 30 minutos a una hora, generalmente bajo anestesia local, aunque en niños o casos especiales puede requerirse anestesia general.

Tipos y mecanismos de tratamiento

La cirugía tradicional utiliza un bisturí o electrocauterio para remover el exceso de prepucio, requiriendo suturas en la herida, adecuada para casos complejos. Los anillos de prepucio, hechos de metal o plástico, fijan la zona a extirpar, reduciendo el sangrado y acelerando la cicatrización, ideales para casos leves. La cirugía láser utiliza un haz de alta energía para cortar el tejido, permitiendo una hemorragia precisa, aunque con costos más elevados.

El mecanismo de la cirugía consiste en eliminar el exceso de tejido prepucial, eliminando la acumulación de esmegma entre el prepucio y el glande, lo que disminuye el ambiente propicio para el crecimiento bacteriano. Tras la extirpación, el glande queda expuesto directamente, reduciendo el riesgo de infecciones locales y mejorando obstáculos físicos durante la micción o la erección.

Indicaciones

Las principales indicaciones incluyen fimosis (prepucio que no puede retraerse completamente), inflamaciones recurrentes del prepucio, estenosis del meato uretral o dificultad para orinar debido a un prepucio largo. Además, en casos de infecciones urinarias recurrentes, disfunción sexual o molestias psicológicas, el médico puede recomendar la cirugía tras evaluación.

En situaciones específicas, como en áreas de alto riesgo de VIH o por necesidades religiosas, la circuncisión también se considera una medida preventiva. Sin embargo, se debe evaluar cuidadosamente los beneficios y riesgos en casos no médicos.

Modo de uso y dosis

La cirugía generalmente se realiza en consulta externa o en quirófano diurno. En adultos, bajo anestesia local, el médico marcará la zona a extirpar y realizará la resección; en bebés o niños, puede ser necesaria anestesia general para asegurar la cooperación tranquila. Después de la operación, la herida se cubre con gasa y se cambian los apósitos periódicamente.

El período de recuperación es de aproximadamente 1 a 2 semanas, durante las cuales se recomienda evitar esfuerzos físicos intensos. El médico ajustará el tiempo para retirar las suturas (normalmente entre 7 y 10 días), según la edad del paciente y la cicatrización. El cuidado postoperatorio incluye limpieza diaria y uso de ungüentos antibióticos para reducir el riesgo de infección.

Beneficios y ventajas

  • Reducción del riesgo de infecciones como balanitis y balanopostitis.
  • Mejora en problemas físicos como dificultad para orinar o atrapamiento del prepucio.
  • Disminución de la estenosis del meato uretral y de infecciones urinarias.
  • Algunos estudios sugieren que puede reducir el riesgo de cáncer cervical en las parejas femeninas.

Los beneficios a largo plazo incluyen una mejor higiene personal y una menor incidencia de disfunciones sexuales relacionadas con problemas del prepucio. La cirugía de carácter permanente puede ofrecer una solución a largo plazo, aunque es importante evaluar la salud general del paciente.

Riesgos y efectos secundarios

Los riesgos a corto plazo incluyen dolor postoperatorio, sangrado o infección, con una incidencia de inflamación leve en aproximadamente el 5-10% de los casos. En casos muy raros, pueden presentarse reacciones alérgicas o complicaciones anestésicas, por lo que se requiere vigilancia estrecha.

  • Riesgos graves: daño nervioso, alteraciones en la sensibilidad del pene o extirpación excesiva.
  • En niños, puede ser necesario apoyo psicológico adicional por temor o ansiedad.

Precauciones y contraindicaciones

Antes de la cirugía, se debe evaluar la función de coagulación, el control de la diabetes y el uso de medicamentos (como anticoagulantes). Las contraindicaciones incluyen infecciones agudas, enfermedades hematológicas o diabetes no controlada. Se deben suspender los anticoagulantes antes y después de la cirugía y controlar los niveles de glucosa en sangre.

El cuidado postoperatorio requiere seguir estrictamente las instrucciones médicas, evitar relaciones sexuales prematuras o actividades vigorosas. Si la herida presenta enrojecimiento, secreción anormal o fiebre alta, se debe acudir inmediatamente al médico.

Interacciones con otros tratamientos

Es importante informar al médico sobre los medicamentos en uso, especialmente anticoagulantes (como aspirina) o inmunosupresores, ya que pueden aumentar el riesgo de sangrado. La coordinación con otros procedimientos urológicos, como la uretrotomía, también es necesaria.

El uso de antibióticos postoperatorios debe evitar interacciones con otros fármacos, y en casos de tratamiento simultáneo de infecciones de transmisión sexual, se deben ajustar las dosis.

Eficacia y evidencia del tratamiento

Numerosos estudios muestran que la circuncisión puede reducir en un 70-90% la incidencia de balanitis y mejorar significativamente los problemas de micción. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda promover esta cirugía en áreas con alta prevalencia de VIH para reducir el riesgo de infección.

El seguimiento a largo plazo indica una satisfacción del 85% en los pacientes, aunque los resultados varían según la anatomía individual. Algunos pacientes pueden requerir una segunda cirugía para ajustar la extensión de la extirpación.

Alternativas

Las opciones no quirúrgicas incluyen tratamiento tópico con antibióticos, uso de cremas con corticosteroides para controlar inflamaciones o ejercicios de estiramiento del prepucio para mejorar su elasticidad. La terapia conservadora es adecuada para síntomas leves o niños pequeños.

En algunos casos, la limpieza regular y cambios en el comportamiento pueden retrasar la necesidad de cirugía. Sin embargo, infecciones recurrentes o problemas anatómicos aún requieren intervención quirúrgica definitiva, y las alternativas deben ser evaluadas individualmente por el médico.

 

Preguntas frecuentes

¿Qué preparativos se deben hacer antes de la cirugía?

Se recomienda realizar un examen físico detallado para descartar infecciones u otras complicaciones. Es importante informar al médico si hay alergias a medicamentos o problemas de coagulación. Se debe ayunar y no beber agua 8 horas antes de la operación, además de limpiar la zona genital según indicaciones para reducir el riesgo de infección.

¿Cómo aliviar el dolor y la hinchazón postoperatorios?

Se pueden usar analgésicos recetados por el médico, como antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), y aplicar compresas de hielo envueltas en tela limpia en la zona afectada para reducir la hinchazón. Evitar esfuerzos excesivos o permanecer sentado por largos períodos, y usar ropa interior holgada para reducir la fricción.

¿Es seguro bañarse o exponerse al agua después de la cirugía?

Se debe evitar el contacto con agua durante las primeras 24 horas. Posteriormente, se puede tomar una ducha suave, limpiando cuidadosamente la herida y secándola inmediatamente. Se recomienda aplicar la pomada antibiótica prescrita por el médico y cambiar los apósitos diariamente, vigilando signos de enrojecimiento, secreciones o inflamación.

¿Cuánto tiempo tarda en recuperarse y volver a las actividades normales y deportes?

Las actividades leves como caminar pueden retomarse aproximadamente a la semana, pero se deben evitar levantar objetos pesados o andar en bicicleta por al menos 3 semanas. Las relaciones sexuales y actividades físicas intensas deben esperar hasta que la herida esté completamente cicatrizada, generalmente entre 4 y 6 semanas, siguiendo las indicaciones médicas personalizadas.

¿Cuáles son las tasas de complicaciones y problemas comunes postoperatorios?

Las complicaciones de la circuncisión moderna son bajas, por debajo del 5%, pero pueden presentarse hinchazón, picazón o sangrado leve. En casos muy raros, puede haber infecciones o hematomas. Si la herida permanece enrojecida, con secreciones o dolor intenso, se debe acudir al médico inmediatamente. El seguimiento regular ayuda a reducir eficazmente los riesgos.