Antidepressant therapy

Resumen del tratamiento

El tratamiento antidepresivo es una terapia basada principalmente en medicamentos, utilizada para aliviar los síntomas de la depresión y otros trastornos emocionales relacionados. Su objetivo principal es equilibrar los neurotransmisores cerebrales, mejorando síntomas como el estado de ánimo bajo, insomnio y alteraciones del apetito.

Este tratamiento generalmente requiere combinarse con terapia psicológica o cambios en el estilo de vida para potenciar su eficacia. El médico seleccionará el tipo y la dosis de medicación más adecuada según la edad del paciente, la gravedad de los síntomas y su estado físico.

Tipos y mecanismos de acción

Los medicamentos antidepresivos se dividen en cinco categorías principales: ISRS (Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina), IRSN (Inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina), NDRI (Inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina), IRS (Antidepresivos tricíclicos) y IMAO (Inhibidores de la monoaminooxidasa). Los ISRS, como la fluoxetina, son los más comunes, y actúan aumentando la serotonina para mejorar el estado de ánimo.

Los mecanismos incluyen bloquear la recaptación de neurotransmisores, regular la sensibilidad de los receptores o influir en el crecimiento neuronal. Por ejemplo, los IRSN elevan tanto la serotonina como la noradrenalina, siendo útiles en pacientes con depresión acompañada de ansiedad.

Indicaciones

Este tratamiento es adecuado para depresión moderada a severa, trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de pánico y trastorno de estrés postraumático (TEPT). Algunos medicamentos, como la venlafaxina, también se usan para dolor crónico o síntomas emocionales relacionados con la menopausia.

El médico puede combinarlo con otras terapias, como el uso de bupropión para tratar la depresión estacional o para dejar de fumar.

Modo de uso y dosis

Los medicamentos se administran en forma de tabletas o cápsulas, generalmente en la mañana o antes de dormir para reducir efectos secundarios. La dosis inicial de ISRS suele ser de 20-40 mg, y la de IRSN, como la duloxetina, puede comenzar en 30 mg, ajustándose según la respuesta.

El tratamiento requiere una duración de 4 a 6 semanas para evaluar su eficacia. Los pacientes no deben suspender la medicación por cuenta propia para evitar síntomas de discontinuación. El médico ajustará la dosis o cambiará el medicamento según la mejoría de los síntomas.

Beneficios y ventajas

Los antidepresivos reducen eficazmente la tendencia suicida, mejoran la función cognitiva y social. Los ISRS, con menos efectos secundarios, son la primera opción de tratamiento; los IRSN son efectivos para aliviar síntomas de ansiedad relacionados.

  • Incrementan la serotonina y noradrenalina, promoviendo la plasticidad neuronal
  • El uso prolongado reduce el riesgo de recaídas
  • Algunos medicamentos tienen múltiples acciones, útiles en trastornos psiquiátricos complejos

Riesgos y efectos secundarios

Los efectos secundarios comunes a corto plazo incluyen boca seca, náuseas, mareos y disfunción sexual. Los ISRS pueden aumentar el riesgo de sangrado, por lo que se deben evitar en combinación con anticoagulantes.

Riesgos graves incluyen:

  • En las etapas iniciales, pueden aumentar la ansiedad o la ideación suicida, especialmente en menores de 18 años, que requieren vigilancia estricta
  • La interrupción repentina puede causar síndrome de discontinuación, con síntomas como mareos, dolor de cabeza y temblores

Precauciones y contraindicaciones

Las contraindicaciones incluyen alergia a los componentes, insuficiencia hepática o renal severa, y uso concomitante con IMAO, con un intervalo de al menos 14 días.

Las mujeres embarazadas deben evaluar los riesgos antes de usar estos medicamentos, ya que algunos pueden aumentar el riesgo de aborto espontáneo o complicaciones neonatales. Los ancianos deben comenzar con dosis bajas debido a un metabolismo más lento que puede acumular tóxicos.

Interacciones con otros tratamientos

El uso conjunto con antiinflamatorios no esteroideos puede aumentar el riesgo de hemorragia gastrointestinal; con IMAO, puede provocar crisis hipertensivas.

La terapia electroconvulsiva y la terapia psicológica pueden usarse en combinación con medicamentos, pero se debe monitorear cualquier alteración en el metabolismo durante el tratamiento electroconvulsivo.

Eficacia y evidencia

Ensayos clínicos grandes muestran que los ISRS logran tasas de remisión del 50-60% después de 6 semanas, y su eficacia se mantiene estable en seguimiento de 6 meses. Estudios a largo plazo confirman que estos medicamentos reducen en un 70% el riesgo de conductas suicidas.

La respuesta a los medicamentos varía entre individuos; aproximadamente el 30% necesita probar 2-3 fármacos para alcanzar la eficacia. La prueba genética puede predecir la velocidad de metabolismo de ciertos medicamentos, mejorando la personalización del tratamiento.

Alternativas

Las terapias no farmacológicas incluyen la terapia cognitivo-conductual (TCC), la reducción del estrés basada en mindfulness (MBSR) y la estimulación magnética transcraneal (EMT). La terapia psicológica es preferible en depresiones leves o como complemento en casos severos.

La terapia electroshock (ECT) es efectiva en depresiones resistentes, aunque puede causar pérdida de memoria. La fitoterapia, como la hierba de San Juan, solo se recomienda en síntomas leves y requiere evaluación cuidadosa de interacciones.

 

Preguntas frecuentes

¿Significa que los efectos secundarios como insomnio o mareo en las primeras semanas indican que el medicamente no es adecuado?

Los efectos secundarios como mareos o insomnio en las primeras semanas suelen disminuir en 2-4 semanas. Si los síntomas afectan significativamente la vida diaria, se debe consultar al médico para ajustar la dosis o cambiar de medicación, pero nunca suspender por cuenta propia. El médico evaluará si es necesario modificar el tratamiento según la respuesta individual.

¿Se puede beber alcohol o tomar medicina tradicional durante el tratamiento?

El alcohol puede empeorar los efectos secundarios como somnolencia o mareo, y afectar el metabolismo hepático, por lo que se recomienda evitarlo completamente durante el tratamiento. Si se usan medicamentos herbales, se debe informar al médico para evitar interacciones, ya que algunos ingredientes pueden reducir la eficacia o aumentar los efectos adversos.

¿Se puede ajustar la dosis por cuenta propia durante el tratamiento?

Es importante no modificar la dosis ni suspender el medicamento sin autorización médica. La dosis debe ajustarse gradualmente según las indicaciones del médico. Si empeoran los síntomas, o aparecen signos de ansiedad o ideación suicida, se debe acudir urgentemente al médico. El tratamiento requiere seguir estrictamente las indicaciones para garantizar la seguridad y la eficacia.

¿Qué cambios en el estilo de vida se recomiendan durante el tratamiento?

Un sueño regular, ejercicio periódico (como 30 minutos de aeróbicos 3 veces por semana) y una dieta equilibrada (como aumentar la ingesta de omega-3) pueden potenciar la eficacia del medicamento. Se recomienda llevar un diario para registrar cambios de humor y reacciones a la medicación, y evitar una vida con estrés excesivo para mejorar los resultados.

¿Cuánto tiempo debe mantenerse la medicación después de la recuperación antes de suspenderla?

Se recomienda mantener la medicación durante al menos 6-9 meses tras la remisión de los síntomas, y luego realizar una reducción gradual bajo supervisión médica (como disminuir un 10% cada 2 semanas). La suspensión abrupta puede causar síntomas de discontinuación, como mareos o ansiedad de rebote. Después de terminar el tratamiento, se recomienda seguimiento regular durante al menos 2 años para prevenir recaídas.