La terapia asistida con animales (Animal-assisted therapy, AAT) es un método de rehabilitación psicológica y física que combina la interacción con animales y terapias profesionales. A través de la interacción con animales entrenados, esta terapia busca mejorar el estado psicológico, las habilidades sociales o las funciones corporales de los pacientes. Su núcleo reside en aprovechar la relación positiva entre humanos y animales para promover la consecución de objetivos terapéuticos, siendo común en instituciones médicas, hogares de ancianos y entornos de educación especial.
Este tipo de terapia se sistematizó por primera vez en la década de 1960 y actualmente es una herramienta importante que complementa la medicina tradicional. El proceso terapéutico generalmente es planificado por terapeutas profesionales, quienes monitorean estrictamente la interacción entre animales y pacientes para garantizar la seguridad y la eficacia.
La terapia asistida con animales se divide en tres grandes categorías:
Investigaciones en neurociencia muestran que el contacto con animales puede estimular la actividad del sistema límbico y promover la respuesta de las neuronas espejo, beneficiando el desarrollo cognitivo en niños con autismo. La comunicación no verbal de los animales también los convierte en objetos ideales de interacción para pacientes con trastornos del lenguaje.
Esta terapia es adecuada para diversos trastornos mentales y físicos:
En Taiwán, esta terapia se utiliza comúnmente en salas pediátricas para aliviar el miedo de los niños a los procedimientos médicos o en centros de rehabilitación para mejorar la resistencia muscular en pacientes con parálisis cerebral. Estudios muestran mejoras significativas en las habilidades de comunicación no verbal en niños con trastorno del espectro autista (TEA).
El tratamiento generalmente se realiza semanalmente, con sesiones de 30 a 60 minutos, ajustando la frecuencia según la condición del paciente:
El terapeuta establecerá un plan personalizado según los objetivos, por ejemplo, comenzar con la crianza de pequeños animales para pacientes con accidente cerebrovascular y progresar hacia la terapia ecuestre. Todos los animales deben pasar controles de salud, y el entorno de tratamiento debe cumplir con los estándares de control de infecciones establecidos por la autoridad sanitaria.
Los principales beneficios incluyen:
En comparación con la medicación, este método es no invasivo y presenta efectos secundarios bajos. Para pacientes que rechazan medicamentos (como algunos con trastornos mentales), puede ofrecer beneficios adicionales. Estudios indican que una sola sesión puede elevar los niveles de oxitocina en sangre, mostrando su potencial para promover comportamientos pro-sociales.
Principales riesgos:
Complicaciones raras pero graves incluyen mordeduras o arañazos por parte de los animales, con una incidencia de aproximadamente 0.3 eventos leves por cada 1000 tratamientos. Los pacientes inmunodeprimidos (como los con cáncer) deben ser evaluados cuidadosamente antes de participar.
Contraindicaciones incluyen:
Antes de participar, se debe completar:
Esta terapia puede combinarse con medicación, pero se debe tener en cuenta:
Al combinarse con terapia cognitivo-conductual (TCC), puede reducir la defensividad del paciente mediante la interacción con animales antes de la terapia conversacional. Sin embargo, se debe evitar que los perros de terapia sean el foco único del tratamiento, manteniendo una relación terapéutica central entre el humano y el paciente.
Una revisión sistemática de 2018 mostró que, tras participar en terapia con animales, los niños con autismo aumentaron en promedio 2.3 segundos en su mirada social por interacción. En víctimas de guerra, la puntuación en escalas de TEPT disminuyó un 34% tras 6 semanas de tratamiento.
En rehabilitación física, la equinoterapia ha sido incluida en los programas estándar de la Asociación Americana de Terapia Ocupacional, mostrando mejoras significativas en el equilibrio en pacientes con parálisis cerebral (p<0.05). Un estudio en Taiwán en 2021 también confirmó su efecto positivo en la reducción del índice de depresión en ancianos.
Para quienes tengan contraindicaciones con la terapia con animales, las opciones incluyen:
Para quienes necesitan rehabilitación física, la terapia acuática o la cirugía asistida por robots son alternativas viables. Sin embargo, estas deben adaptarse a las necesidades específicas del caso y no reemplazar completamente los beneficios de la terapia con animales.
Los pacientes deben someterse a una evaluación profesional para confirmar que su estado físico y mental es apto para interactuar con animales. Es importante informar al terapeuta sobre antecedentes de alergias o miedos, y el personal seleccionará animales de carácter dócil y entrenados. Además, se debe preparar un ambiente cómodo y asegurarse de que la duración de la sesión no exceda la tolerancia del paciente para evitar fatiga o estrés.
¿Qué debo hacer si durante la terapia experimento ansiedad o rechazo?El terapeuta ajustará la interacción en tiempo real, por ejemplo, acortando el tiempo de contacto o cambiando a actividades sin contacto. El paciente puede practicar respiración profunda o retirarse temporalmente para calmarse. La familia debe mantener la calma y evitar forzar la participación. Si el rechazo persiste, se debe reevaluar el plan terapéutico con el equipo para evitar continuar de manera forzada.
¿Qué cambios en la vida diaria puedo hacer para potenciar los efectos de la terapia?Se recomienda dedicar de 10 a 15 minutos diarios a «prácticas de recuerdo de interacción con animales», como dibujar o narrar experiencias con animales. La familia puede incentivar al paciente a mantener horarios regulares y reducir el consumo de medios estimulantes para consolidar la tranquilidad adquirida durante la terapia.
¿Puedo combinar la terapia asistida con animales con medicación o terapia psicológica?Sí, bajo la coordinación del equipo médico, puede hacerse de forma segura, pero se debe tener cuidado con la planificación del tiempo para evitar fatiga. Por ejemplo, realizar la interacción con animales una hora después de la medicación o después de una sesión de terapia psicológica para aliviar el estrés. Es importante mantener comunicación regular con el médico tratante para ajustar las terapias y evitar interferencias.
¿Cuánto tiempo tarda en notarse una mejoría significativa y cuáles son los criterios de evaluación?Los efectos a corto plazo suelen observarse tras 6-8 sesiones, como la reducción de la ansiedad o el aumento en la disposición social. Los criterios de evaluación incluyen escalas conductuales, diarios de emociones del paciente y registros de interacción del terapeuta. La efectividad a largo plazo requiere seguimiento por más de 6 meses, combinando herramientas de evaluación psicológica para una valoración integral.