Animal-assisted therapy

Resumen de la terapia

La terapia asistida con animales (Animal-assisted therapy, AAT) es un método de rehabilitación psicológica y física que combina la interacción con animales y terapias profesionales. A través de la interacción con animales entrenados, esta terapia busca mejorar el estado psicológico, las habilidades sociales o las funciones corporales de los pacientes. Su núcleo reside en aprovechar la relación positiva entre humanos y animales para promover la consecución de objetivos terapéuticos, siendo común en instituciones médicas, hogares de ancianos y entornos de educación especial.

Este tipo de terapia se sistematizó por primera vez en la década de 1960 y actualmente es una herramienta importante que complementa la medicina tradicional. El proceso terapéutico generalmente es planificado por terapeutas profesionales, quienes monitorean estrictamente la interacción entre animales y pacientes para garantizar la seguridad y la eficacia.

Tipos y mecanismos de la terapia

La terapia asistida con animales se divide en tres grandes categorías:

  • Terapia psicológica: Alivio de ansiedad o depresión mediante la interacción con animales, como perros acompañando a niños con autismo.
  • Terapia física: Como la equinoterapia, que ayuda a recuperar el equilibrio en pacientes con accidente cerebrovascular.
  • Entrenamiento en habilidades sociales: Mejorar la responsabilidad y las habilidades interpersonales en grupos vulnerables mediante el cuidado de animales.
Su mecanismo de acción incluye la estimulación táctil que induce un aumento en la serotonina, la reducción de los niveles de cortisol y la construcción de confianza a través del cuidado conjunto de los animales.

Investigaciones en neurociencia muestran que el contacto con animales puede estimular la actividad del sistema límbico y promover la respuesta de las neuronas espejo, beneficiando el desarrollo cognitivo en niños con autismo. La comunicación no verbal de los animales también los convierte en objetos ideales de interacción para pacientes con trastornos del lenguaje.

Indicaciones

Esta terapia es adecuada para diversos trastornos mentales y físicos:

  • Trastornos emocionales: depresión, ansiedad, trastorno de estrés postraumático (TEPT)
  • Trastornos del desarrollo: autismo, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
  • Discapacidades físicas: secuelas de accidente cerebrovascular, lesiones de la médula espinal, deterioro de la función motora
  • Grupos con necesidades especiales: niños en orfanatos, pacientes hospitalizados a largo plazo, ancianos

En Taiwán, esta terapia se utiliza comúnmente en salas pediátricas para aliviar el miedo de los niños a los procedimientos médicos o en centros de rehabilitación para mejorar la resistencia muscular en pacientes con parálisis cerebral. Estudios muestran mejoras significativas en las habilidades de comunicación no verbal en niños con trastorno del espectro autista (TEA).

Modo de uso y dosis

El tratamiento generalmente se realiza semanalmente, con sesiones de 30 a 60 minutos, ajustando la frecuencia según la condición del paciente:

  • Tratamiento infantil: recomendado 2-3 veces por semana, 30 minutos cada sesión
  • Ancianos en hogares de cuidado: a menudo en formato de «visitas de animales», 1-2 veces al mes
  • Rehabilitación física: cuando se combina con equinoterapia, puede requerir sesiones de 90 minutos una vez por semana

El terapeuta establecerá un plan personalizado según los objetivos, por ejemplo, comenzar con la crianza de pequeños animales para pacientes con accidente cerebrovascular y progresar hacia la terapia ecuestre. Todos los animales deben pasar controles de salud, y el entorno de tratamiento debe cumplir con los estándares de control de infecciones establecidos por la autoridad sanitaria.

Beneficios y ventajas

Los principales beneficios incluyen:

  • Regulación emocional: reducción del cortisol en un promedio del 15-20%
  • Habilidades sociales: aumento del 40% en la interacción social en niños con autismo
  • Función física: mejora en la estabilidad de la marcha en pacientes con accidente cerebrovascular, con una tasa de mejora hasta del 65%

En comparación con la medicación, este método es no invasivo y presenta efectos secundarios bajos. Para pacientes que rechazan medicamentos (como algunos con trastornos mentales), puede ofrecer beneficios adicionales. Estudios indican que una sola sesión puede elevar los niveles de oxitocina en sangre, mostrando su potencial para promover comportamientos pro-sociales.

Riesgos y efectos secundarios

Principales riesgos:

  • Reacciones alérgicas: aproximadamente el 15% de los pacientes pueden ser alérgicos a las escamas o saliva de los animales
  • Riesgo de infección: contacto con animales puede provocar toxoplasmosis o infecciones por Salmonella
  • Reacciones psicológicas: algunos pacientes con trauma pueden experimentar ansiedad debido a comportamientos animales que desencadenen recuerdos

Complicaciones raras pero graves incluyen mordeduras o arañazos por parte de los animales, con una incidencia de aproximadamente 0.3 eventos leves por cada 1000 tratamientos. Los pacientes inmunodeprimidos (como los con cáncer) deben ser evaluados cuidadosamente antes de participar.

Precauciones y contraindicaciones

Contraindicaciones incluyen:

  • Reacciones severas a las fibras o secreciones de los animales
  • Comportamiento severamente agitado
  • Inmunodeficiencia no controlada

Antes de participar, se debe completar:

  • Evaluación médica completa (incluyendo historia de alergias)
  • Firma de consentimiento informado
  • Medidas de control de infecciones, como uso de protección y guantes

Interacciones con otros tratamientos

Esta terapia puede combinarse con medicación, pero se debe tener en cuenta:

  • Pacientes en medicación antidepresiva deben monitorear cambios de humor
  • En fisioterapia, evitar depender excesivamente de los animales y descuidar la rehabilitación activa

Al combinarse con terapia cognitivo-conductual (TCC), puede reducir la defensividad del paciente mediante la interacción con animales antes de la terapia conversacional. Sin embargo, se debe evitar que los perros de terapia sean el foco único del tratamiento, manteniendo una relación terapéutica central entre el humano y el paciente.

Efectividad y evidencia

Una revisión sistemática de 2018 mostró que, tras participar en terapia con animales, los niños con autismo aumentaron en promedio 2.3 segundos en su mirada social por interacción. En víctimas de guerra, la puntuación en escalas de TEPT disminuyó un 34% tras 6 semanas de tratamiento.

En rehabilitación física, la equinoterapia ha sido incluida en los programas estándar de la Asociación Americana de Terapia Ocupacional, mostrando mejoras significativas en el equilibrio en pacientes con parálisis cerebral (p<0.05). Un estudio en Taiwán en 2021 también confirmó su efecto positivo en la reducción del índice de depresión en ancianos.

Alternativas

Para quienes tengan contraindicaciones con la terapia con animales, las opciones incluyen:

  • Terapia de exposición en realidad virtual
  • Terapia musical o artística
  • Terapia de navegación (Navigator Therapy)

Para quienes necesitan rehabilitación física, la terapia acuática o la cirugía asistida por robots son alternativas viables. Sin embargo, estas deben adaptarse a las necesidades específicas del caso y no reemplazar completamente los beneficios de la terapia con animales.

 

Preguntas frecuentes

¿Qué preparativos debo hacer antes de comenzar la terapia asistida con animales?

Los pacientes deben someterse a una evaluación profesional para confirmar que su estado físico y mental es apto para interactuar con animales. Es importante informar al terapeuta sobre antecedentes de alergias o miedos, y el personal seleccionará animales de carácter dócil y entrenados. Además, se debe preparar un ambiente cómodo y asegurarse de que la duración de la sesión no exceda la tolerancia del paciente para evitar fatiga o estrés.

¿Qué debo hacer si durante la terapia experimento ansiedad o rechazo?

El terapeuta ajustará la interacción en tiempo real, por ejemplo, acortando el tiempo de contacto o cambiando a actividades sin contacto. El paciente puede practicar respiración profunda o retirarse temporalmente para calmarse. La familia debe mantener la calma y evitar forzar la participación. Si el rechazo persiste, se debe reevaluar el plan terapéutico con el equipo para evitar continuar de manera forzada.

¿Qué cambios en la vida diaria puedo hacer para potenciar los efectos de la terapia?

Se recomienda dedicar de 10 a 15 minutos diarios a «prácticas de recuerdo de interacción con animales», como dibujar o narrar experiencias con animales. La familia puede incentivar al paciente a mantener horarios regulares y reducir el consumo de medios estimulantes para consolidar la tranquilidad adquirida durante la terapia.

¿Puedo combinar la terapia asistida con animales con medicación o terapia psicológica?

Sí, bajo la coordinación del equipo médico, puede hacerse de forma segura, pero se debe tener cuidado con la planificación del tiempo para evitar fatiga. Por ejemplo, realizar la interacción con animales una hora después de la medicación o después de una sesión de terapia psicológica para aliviar el estrés. Es importante mantener comunicación regular con el médico tratante para ajustar las terapias y evitar interferencias.

¿Cuánto tiempo tarda en notarse una mejoría significativa y cuáles son los criterios de evaluación?

Los efectos a corto plazo suelen observarse tras 6-8 sesiones, como la reducción de la ansiedad o el aumento en la disposición social. Los criterios de evaluación incluyen escalas conductuales, diarios de emociones del paciente y registros de interacción del terapeuta. La efectividad a largo plazo requiere seguimiento por más de 6 meses, combinando herramientas de evaluación psicológica para una valoración integral.