Resumen sobre la rabia

La rabia es una enfermedad grave de infección del sistema nervioso central causada por el virus de la rabia, con una tasa de mortalidad cercana al 100%. Este virus se transmite principalmente a través de la saliva de animales infectados, siendo la vía más común las mordeduras o arañazos por parte de animales. Una vez que el virus ingresa al cuerpo humano, viaja a lo largo del sistema nervioso hacia el cerebro, lo que finalmente conduce a encefalitis o meningitis cerebral, resultando en consecuencias fatales.

En todo el mundo, aproximadamente 59,000 personas mueren cada año por rabia, siendo la mayoría de los casos en Asia y África. Aunque la rabia es casi incurable una vez que aparecen los síntomas, las medidas preventivas post-exposición oportunas pueden bloquear eficazmente la infección viral. Por lo tanto, comprender las vías de transmisión, los síntomas y las formas de prevención de la rabia es crucial para la salud pública.

Etiología y factores de riesgo

El virus de la rabia (Rabies virus) pertenece a la familia de los virus ARN, circulando principalmente en perros, gatos, zorros, murciélagos y otros mamíferos. El virus se encuentra en la saliva y en el tejido nervioso de los animales infectados. Cuando una persona es mordida, arañada o entra en contacto con saliva infectada en una herida o mucosa, el virus ingresa al cuerpo humano. Tras ingresar, el virus se desplaza lentamente a lo largo de los axones nerviosos hacia el sistema nervioso central, en un proceso llamado período de incubación, que generalmente dura de 1 a 3 meses, pero puede ser tan corto como unos días o extenderse hasta varios años.

Factores de riesgo incluyen:

  • Vivir en o viajar a áreas donde la rabia es endémica (como India, países africanos)
  • Contacto con animales de alto riesgo como perros, murciélagos
  • Mordeduras de mascotas no vacunadas o animales salvajes
  • Heridas en áreas con alta densidad nerviosa, como cabeza y cuello

Síntomas

Los síntomas de la rabia se dividen en tres fases según la progresión de la enfermedad:

Período de prodromos (síntomas iniciales)

Esta fase dura de 2 a 10 días, durante la cual el paciente puede presentar síntomas similares a la gripe, como fiebre, dolor de cabeza, fatiga, y puede experimentar sensaciones anormales de picazón o ardor en el sitio de la herida. Algunos pacientes muestran sensibilidad anormal a la luz, sonidos o viento.

Período de excitación (fase neurológica)

Los síntomas incluyen:

  • Hipersensibilidad al agua (hidrofobia): espasmos en la garganta al tragar, miedo al agua
  • Disfunción del sistema nervioso autónomo: salivación excesiva, sudoración, palpitaciones
  • Cambios en el comportamiento: ansiedad, excitación, agresividad
  • Anomalías en los nervios motores: debilidad muscular, parálisis

Período de parálisis

En la etapa final, el paciente entra en coma, la parálisis de los músculos respiratorios conduce a insuficiencia respiratoria, y casi todos los casos mueren en 7 a 10 días. Actualmente no existe un tratamiento efectivo, por lo que la mortalidad tras la aparición de los síntomas es cercana al 100%.

Diagnóstico

El diagnóstico de rabia requiere una evaluación clínica, historia de exposición y pruebas de laboratorio. El médico investigará detalladamente la historia de contacto con animales, incluyendo el tipo de animal, la ubicación de la herida y si el animal mostró comportamientos anómalos. Los métodos de diagnóstico en laboratorio incluyen:

  • Análisis de tejido cerebral: mediante pruebas de anticuerpos fluorescentes o cultivo de tejidos para detectar el virus
  • Pruebas en saliva o biopsia de piel: detección de ARN viral o antígenos
  • Evaluación neurológica: para detectar anomalías en el sistema nervioso

En casos sospechosos, incluso sin evidencia de laboratorio, si el paciente tiene una historia de exposición de alto riesgo, el médico iniciará inmediatamente un tratamiento preventivo, ya que esperar los resultados puede perder la oportunidad de tratamiento.

Opciones de tratamiento

Vacunación preexposición

Las personas en grupos de alto riesgo (como veterinarios, personal de laboratorios) deben vacunarse contra la rabia. El esquema de vacunación generalmente consiste en tres dosis, y la inmunidad puede durar varios años. Para quienes no han sido vacunados y han estado expuestos, se debe realizar inmediatamente la «profilaxis post-exposición» (PEP).

Medidas post-exposición

Las medidas post-exposición incluyen cuatro pasos clave:

  1. Tratamiento inmediato de la herida: lavar a fondo con jabón y agua corriente durante al menos 15 minutos
  2. Inyección de inmunoglobulina: administrar inmunoglobulina contra la rabia en y alrededor de la herida y en los nervios cercanos
  3. Vacunación: administrar cuatro dosis de la vacuna (normalmente en días 0, 3, 7, 14 y 30)
  4. Seguimiento: monitoreo continuo de los síntomas y la producción de anticuerpos

Prevención

La clave para prevenir la rabia es bloquear la cadena de transmisión del virus, mediante medidas como:

  • Control de mascotas: vacunación de perros y gatos, y reducción de animales callejeros
  • Políticas de salud pública: aumentar la cobertura de vacunación en animales para reducir el riesgo de infección en humanos
  • Educación pública: concienciar sobre la importancia del tratamiento inmediato de heridas tras la exposición

Estrategias de vacunación

En áreas endémicas, se recomienda la vacunación preexposición para grupos de alto riesgo. Las clínicas de medicina del viajero recomiendan vacunarse antes de viajar a áreas de alto riesgo, lo que puede reducir el proceso de recuperación post-exposición. Las nuevas vacunas de cultivo celular (como la vacuna PUR®) son más fáciles de administrar y causan menos dolor en el sitio de inyección.

¿Cuándo debería consultar a un médico?

Debe acudir al médico inmediatamente en los siguientes casos:

  • Cualquier mordedura, arañazo o contacto con saliva en heridas o mucosas por parte de animales
  • Contacto con animales sospechosos de estar infectados (especialmente perros y murciélagos)
  • Presencia de síntomas como miedo al agua, convulsiones o anomalías neurológicas

Incluso si la herida parece pequeña (como una mordedura ligera de un murciélago), se debe evaluar inmediatamente si es necesario vacunarse. El médico evaluará el riesgo según el sistema de evaluación de exposición de la OMS, que clasifica el riesgo en cuatro niveles, y decidirá si es necesario realizar una profilaxis post-exposición completa.

La intervención médica oportuna es la única forma efectiva de prevenir y tratar la rabia. Retrasar la consulta aumenta significativamente el riesgo de infección, ya que una vez que el virus llega al cerebro, no hay cura. Incluso en áreas con recursos limitados, la atención inmediata tras la exposición puede salvar vidas.

 

Preguntas frecuentes

¿Es necesario vacunarse contra la rabia si han pasado más de 24 horas desde la mordedura?

Incluso si han pasado más de 24 horas desde la mordedura, se debe acudir inmediatamente al médico para evaluar si es necesario vacunarse. El virus de la rabia es casi 100% mortal una vez que ingresa al sistema nervioso, pero si se administra la vacuna y la inmunoglobulina antes de que aparezcan los síntomas, puede bloquear eficazmente la infección. Por lo tanto, sin importar cuánto tiempo haya pasado desde la mordedura, es imprescindible acudir lo antes posible al centro de salud para una evaluación de riesgo.

¿Se puede administrar la vacuna contra la rabia junto con otras vacunas?

En principio, la vacuna contra la rabia puede administrarse junto con otras vacunas, pero se deben aplicar en lugares diferentes. Si hay condiciones de salud especiales (como inmunodeficiencia) o si se están recibiendo otras vacunas específicas (como la antitetánica), se debe consultar previamente con un médico para evitar posibles interferencias inmunológicas o reacciones adversas.

¿Es necesario tratar heridas de gatos o perros domésticos que parecen saludables?

Sí. Aunque el animal parezca saludable, si ha estado en contacto con animales sospechosos de estar infectados con rabia o si la fuente es desconocida, se debe considerar como una situación de alto riesgo. Se recomienda lavar la herida con jabón y agua durante 15 minutos y acudir rápidamente al médico. Los perros y gatos domésticos deben estar vacunados regularmente, pero tras una mordedura, también deben ser observados durante 10 días para verificar si portan el virus.

¿Debo detener la vacunación contra la rabia si presento fiebre o enrojecimiento en el lugar de la inyección?

Una fiebre leve o enrojecimiento en el sitio de la inyección son efectos secundarios comunes y generalmente no requieren suspender la vacunación. Se pueden tomar medicamentos antipiréticos para aliviar los síntomas. Si se presentan reacciones graves como shock alérgico o erupciones extensas, se debe suspender y acudir al médico. Es importante completar todo el esquema de vacunación para garantizar una protección adecuada y no interrumpirlo por molestias leves.

¿Es necesario volver a vacunarse si ya recibí la vacuna contra la rabia en el pasado y vuelvo a ser mordido?

Si la vacunación previa fue completa, generalmente solo se requiere administrar 2 dosis aceleradas (en los días 0 y 3) y observar si el animal está infectado. Sin embargo, en exposiciones de alto riesgo (como heridas en la cabeza o en áreas endémicas), el médico puede ajustar el esquema de vacunación según la situación, siguiendo las recomendaciones profesionales.

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