La parotiditis es una enfermedad infecciosa causada por el virus de la parotiditis, caracterizada principalmente por la inflamación de las glándulas parótidas y sus complicaciones asociadas. Comprender su evolución sintomática ayuda a un diagnóstico temprano y a prevenir su propagación. Los síntomas pueden variar según la edad y la inmunidad individual, pero el curso típico se divide aproximadamente en fases de inicio, fase aguda y fase de recuperación.
Aunque algunos pacientes pueden presentar infecciones asintomáticas, los casos típicos suelen experimentar desde síntomas leves previos hasta una inflamación evidente de las glándulas. En casos severos, puede afectar otros órganos, por lo que familiarizarse con los cambios en los síntomas y las señales de advertencia es crucial para prevenir complicaciones. A continuación, se describen las manifestaciones y respuestas en cada etapa de la parotiditis.
Los síntomas tempranos de la parotiditis a menudo se confunden con un resfriado común. Después de un período de incubación de 1 a 2 semanas antes del inicio, aproximadamente el 30% de los pacientes presentan síntomas generales leves, como fiebre baja (37.5°C a 38.5°C), fatiga, dolores musculares y otros signos inespecíficos. Estos síntomas previos suelen durar de 1 a 2 días, tras los cuales aparece la inflamación de las glándulas parótidas.
Es importante notar que entre el 20% y el 30% de los infectados pueden no presentar síntomas, lo que aumenta el riesgo de transmisión. Por ello, si tras el contacto con un caso confirmado aparecen estos signos, se deben tomar medidas de aislamiento de inmediato.
El síntoma más característico es la inflamación no supurativa de una o ambas glándulas parótidas, que generalmente se extiende hasta debajo del lóbulo de la oreja, y al tacto se siente como un bulto duro y elástico. La inflamación alcanza su pico entre el 1 y el 3 día después del inicio, y puede ir acompañada de dolor intenso al masticar o tragar. Aproximadamente el 10-15% de los pacientes experimentan inflamación unilateral que se extiende a la glándula contralateral en una semana.
Entre el 15% y el 20% de los adolescentes varones desarrollan orquitis, que se presenta como inflamación y dolor severo en un testículo, acompañada de fiebre y molestias en la parte baja del abdomen. Las mujeres tienen un 5% de probabilidad de presentar ooforitis, con síntomas como dolor en la parte baja del abdomen y sensibilidad. Además, aproximadamente el 5% puede desarrollar pancreatitis, que se manifiesta con dolor epigástrico intenso y náuseas, generalmente dentro de una semana después de la inflamación de las glándulas.
La fiebre suele intensificarse tras la inflamación de las glándulas, alcanzando temperaturas superiores a 39°C, acompañada de escalofríos y dolores articulares generalizados. Alrededor del 30% de los pacientes presentan dolor de cabeza y linfadenopatía cervical, con sensibilidad a la palpación. Algunos pueden experimentar inflamación que se extiende desde debajo del lóbulo de la oreja hasta la zona malar, dificultando abrir la boca y comer.
En el curso típico, la inflamación de las glándulas parótidas desaparece en 3 a 10 días, aunque las complicaciones pueden prolongar la recuperación. Entre el 10% y el 15% de los adultos varones desarrollan orquitis dentro de una semana tras la inflamación, con posible aumento de la fiebre y hinchazón local. Los niños generalmente presentan síntomas leves, pero complicaciones graves como meningitis pueden ocurrir entre el tercer y séptimo día.
El pico de síntomas suele ocurrir entre el tercer y quinto día, cuando la inflamación alcanza su máxima intensidad y el dolor al abrir la boca o masticar aumenta notablemente. Aproximadamente el 5% de los pacientes experimentan una segunda inflamación, posiblemente relacionada con la reactivación viral o infecciones secundarias. Durante la recuperación, la inflamación disminuye gradualmente, aunque las complicaciones pueden mantener los síntomas durante varias semanas.
Se debe buscar atención médica de inmediato si se presentan: inflamación inexplicada de una o ambas glándulas parótidas, acompañada de dolor intenso al masticar, fiebre superior a 39°C que dura más de 24 horas. Si un adulto presenta inflamación y dolor severo en un testículo, o un niño muestra rigidez en el cuello, dolor de cabeza intenso u otros signos de meningitis, debe acudir urgentemente al hospital.
Se deben tener en cuenta signos de advertencia como dificultad para respirar, vómitos persistentes o aparición de petequias, que pueden indicar complicaciones graves como neumonía o trombocitopenia. Tras el contacto con un caso confirmado, si aparecen síntomas inespecíficos como fatiga persistente o fiebre inexplicada, también se recomienda el aislamiento y la evaluación médica.
Incluso si los síntomas parecen aliviarse, si hay un historial de contacto confirmado o los signos coinciden con la presentación típica, se debe evitar aglomeraciones y consultar al médico lo antes posible. Un diagnóstico precoz no solo ayuda en el tratamiento, sino que también es fundamental para bloquear la transmisión del virus y proteger a grupos de alto riesgo como mujeres embarazadas y pacientes inmunodeprimidos.
Se puede usar enfriamiento físico, como compresas con agua tibia, o tomar acetaminofén (evitar antiinflamatorios no esteroideos que pueden aumentar el riesgo de complicaciones). Si la fiebre supera los 39°C o no cede, se debe acudir al médico para evaluar posibles infecciones secundarias.
¿Es necesario realizar más pruebas si la parotiditis persiste después de la recuperación?La persistencia del dolor y la inflamación puede estar relacionada con retrasos en la reparación tisular o complicaciones como estenosis de las glándulas salivales. Si no mejora en más de 2 semanas, o si se palpan bultos o hay dificultad para tragar, se recomienda realizar ecografías o estudios de flujo salival para descartar problemas estructurales.
¿La infección puede ocurrir a pesar de la vacunación contra el sarampión, las paperas y la rubéola?La protección tras la vacunación con la vacuna MMR es de aproximadamente el 80-90%. En casos raros, puede ocurrir una infección por inmunidad insuficiente. Sin embargo, la vacuna reduce significativamente las complicaciones, y en casos de infección breakthrough, los síntomas suelen ser leves. Se debe verificar el historial de vacunación y seguir las recomendaciones médicas para dosis adicionales si es necesario.
¿Cuánto tiempo debo mantenerme en aislamiento después de compartir utensilios con un paciente con parotiditis?El período de incubación es de 9 a 25 días. Se recomienda administrar inmunoglobulina inmediatamente para bloquear la infección y aislarse hasta 21 días después del contacto. Si la vacunación no se realizó en las últimas 2 semanas o si la inmunidad está comprometida, se debe prolongar el aislamiento y reforzar el control de la salud de los contactos.
¿La orquitis por parotiditis afecta la fertilidad?Alrededor del 20-30% de los hombres con orquitis experimentan inflamación testicular. La inflamación unilateral generalmente no afecta la fertilidad, pero la bilateral puede causar daño severo y reducir la cantidad de esperma. La mayoría de los pacientes aún pueden concebir de forma natural, y los que presentan infertilidad persistente pueden realizar análisis de semen y consultar con un especialista en reproducción.