Los síntomas del sarampión generalmente comienzan de 7 a 21 días después del contacto con el virus, y los síntomas iniciales pueden confundirse con un resfriado común, pero posteriormente desarrollan características específicas. Los síntomas típicos de esta enfermedad altamente contagiosa incluyen fiebre, tos, ojos rojos, entre otros, siendo la erupción cutánea generalizada la característica más distintiva. Reconocer estos síntomas tempranamente no solo ayuda en el diagnóstico precoz, sino que también reduce eficazmente el riesgo de transmisión.
El proceso de desarrollo de los síntomas se puede dividir en signos tempranos, pico de síntomas típicos y posibles etapas de complicaciones. Los pacientes en las primeras etapas de la infección pueden experimentar molestias leves, pero los síntomas se agravan rápidamente. Si aparecen signos clave como las manchas de Koplik o fiebre persistente, se debe acudir inmediatamente al médico para evitar complicaciones graves. Comprender la trayectoria de los síntomas ayuda a la población a distinguir el sarampión de otras enfermedades respiratorias infecciosas.
Los síntomas tempranos del sarampión suelen aparecer de 2 a 4 días después del contacto con el virus, en esta etapa los síntomas son similares a un resfriado común y pueden ser pasados por alto. Los pacientes suelen presentar los siguientes signos inespecíficos:
Una característica clave en las etapas tempranas son las manchas de Koplik, cambios en la mucosa oral exclusivos del sarampión. Estas pequeñas manchas blancas suelen aparecer 2 a 3 días después de los síntomas, en la mucosa de las mejillas, opuestas a las muelas inferiores. Estas manchas azul blancas de 0.5 a 1 mm, rodeadas de un halo rojo, desaparecen en 1 a 2 días y son un criterio importante para el diagnóstico clínico.
Los síntomas típicos suelen manifestarse entre el tercer y quinto día después del contacto con el virus, y en esta fase los síntomas se agravan rápidamente. La combinación más frecuente incluye:
El proceso de desarrollo de la erupción tiene características claramente fases:
Durante el pico, la fiebre puede superar los 40°C, y los pacientes experimentan malestar general severo. La erupción cubre todo el cuerpo en 3 a 5 días, comenzando detrás de las orejas y en la línea del cabello, extendiéndose hacia el tronco y las extremidades. En esta fase, la conjuntivitis empeora, con secreción abundante que puede afectar la visión. La tos y otros síntomas respiratorios alcanzan su máxima intensidad, y algunos pacientes pueden presentar sibilancias.
Los síntomas suelen aliviarse en 3 a 4 días después de la aparición de la erupción, con la temperatura regresando a la normalidad y la erupción desapareciendo en orden inverso a su aparición. Sin embargo, si tras la desaparición de los síntomas aparecen dificultades respiratorias, fiebre recurrente o alteraciones neurológicas (como convulsiones o confusión), puede indicar complicaciones. En estos casos, se debe acudir de inmediato al médico, ya que estos signos pueden representar neumonía, encefalitis u otras complicaciones graves.
Se debe buscar atención médica inmediatamente si se presentan cualquiera de los siguientes signos:
Grupos especiales como mujeres embarazadas, personas con inmunodeficiencia o bebés menores de 1 año, deben acudir al médico incluso ante síntomas leves. El médico puede recomendar medidas de aislamiento para evitar la propagación comunitaria y realizar pruebas serológicas o PCR para confirmar el diagnóstico. Después del pico de síntomas, si aparecen dificultades respiratorias, cambios en la conciencia o empeoramiento de los signos cutáneos, puede indicar una infección grave que requiere atención urgente.
Al principio del sarampión, suelen presentarse fiebre, tos, conjuntivitis y otros síntomas similares a un resfriado, y aproximadamente 3 a 4 días después aparecen las manchas de Koplik (pequeños puntos rojos en la boca). Luego, en los días siguientes, la erupción cutánea se extiende gradualmente por todo el cuerpo. La erupción generalmente comienza detrás de las orejas y se extiende por todo el cuerpo, pudiendo acompañarse de fiebre hasta 40°C.
¿Qué medidas de cuidado en casa se deben tomar si hay un paciente con sarampión para evitar la transmisión?El paciente debe ser aislado inmediatamente, evitando el contacto con otras personas. La habitación debe mantenerse bien ventilada y desinfectada regularmente. Los contactos no inmunizados deben recibir la vacuna o inmunoglobulina lo antes posible. Los cuidadores deben usar mascarillas y evitar compartir utensilios de uso común. Los fluidos del paciente deben manejarse adecuadamente para prevenir la propagación del virus.
¿Las personas vacunadas contra el sarampión pueden presentar síntomas similares?La probabilidad de infección en personas completamente vacunadas con dos dosis de la vacuna MMR es muy baja, pero si no desarrollaron inmunidad suficiente (como en inmunodeficientes), aún pueden infectarse. Si esto ocurre, generalmente los síntomas son más leves y la duración más corta, pero aún así se debe consultar al médico para confirmar si se trata de una infección por la cepa vacunada o una infección de ruptura.
¿Cómo diferenciar las erupciones del sarampión de otras enfermedades exantemáticas?Las erupciones del sarampión son manchas de color rojo oscuro, generalmente acompañadas de fiebre alta y conjuntivitis, y la distribución de la erupción sigue un orden de la cabeza hacia el tronco y las extremidades. A diferencia de las ampollas de la varicela o las lesiones leves del rubéola, los médicos suelen distinguirlas por el patrón de desarrollo de los síntomas y las manchas de Koplik.
¿Cuándo se puede levantar el aislamiento tras la recuperación y qué secuelas se deben vigilar?El aislamiento debe mantenerse hasta el cuarto día después de la aparición de la erupción. Si hay complicaciones como neumonía, puede prolongarse hasta el séptimo día. Tras la recuperación, se deben vigilar posibles secuelas como otitis media, recaídas de neumonía o inmunidad baja a largo plazo. En particular, quienes no han sido vacunados deben considerar la revacunación para reforzar la protección.