Los cálculos renales son una enfermedad común del sistema urinario, cuyos síntomas varían según el tamaño, la ubicación y el movimiento de los cálculos. Algunos pacientes pueden no presentar síntomas evidentes en las primeras etapas, pero a medida que los cálculos crecen o bloquean las vías urinarias, provocan dolor intenso y otros síntomas graves. Detectar los síntomas en etapas tempranas y buscar atención médica a tiempo puede prevenir complicaciones.
Los síntomas de los cálculos renales no solo afectan el sistema urinario, sino que también pueden ir acompañados de malestar en el sistema digestivo o en todo el cuerpo. La sensibilidad al dolor y la gravedad de los síntomas varían entre los pacientes, por lo que es crucial entender las características de los síntomas en cada etapa. Este artículo explica en detalle el espectro completo de síntomas desde las señales iniciales hasta las complicaciones graves, además de ofrecer criterios para la evaluación médica.
Los síntomas iniciales de los cálculos renales a menudo se confunden con dolores musculares leves o molestias menores, lo que puede retrasar el diagnóstico. Los signos típicos en las primeras etapas incluyen:
1. Dolor sordo en un lado de la espalda o en el abdomen lateral tras actividad moderada
2. Color de la orina ligeramente marrón o con microhematuria
3. Sensación de ardor breve al orinar
Algunos pacientes pueden experimentar síntomas inespecíficos, como:
Si estos signos persisten más de 48 horas o se acompañan de fiebre leve (alrededor de 37.5°C), se recomienda realizar una ecografía del sistema urinario para detectar pequeños cálculos de menos de 0.5 cm en etapas tempranas.
Cuando el cálculo se desplaza a una zona estrecha de la uretra, provoca una cólico renal, caracterizado por:
- Dolor punzante en el costado lumbar que se presenta en episodios
- Dolor que irradia a la parte inferior del abdomen o la ingle
- La intensidad del dolor puede alcanzar 10/10, afectando gravemente las actividades diarias
El bloqueo por cálculos puede causar las siguientes alteraciones en la micción:
El 50% de los pacientes presenta hematuria visible a simple vista, mientras que en el 20% solo se detecta mediante análisis microscópico en exámenes especializados.
Cuando los cálculos bloquean completamente las vías urinarias, se presentan los siguientes síntomas avanzados:
Tras el desplazamiento del cálculo a la vejiga, el dolor puede trasladarse a la zona del pubis, acompañado de frecuencia urinaria y urgencia. Algunos pacientes experimentan ardor o sensación de quemazón al orinar, lo que puede indicar que el cálculo está irritando la mucosa uretral.
La naturaleza del dolor varía según la ubicación del cálculo en movimiento:
- Cálculos en el riñón: dolor intermitente y sordo
- Obstrucción en la parte superior de la uretra: dolor constante en la zona lumbar
- Obstrucción en la parte inferior de la uretra: dolor en la parte inferior del abdomen o en la ingle
- En la fase cercana a la vejiga: dolor en la zona suprapúbica
Se debe buscar atención médica de inmediato en los siguientes casos:
• Dolor severo que impide estar de pie o caminar
• Dificultad para orinar o ausencia total de orina
• Fiebre superior a 38.5°C que persiste por más de 4 horas
Se recomienda acudir al médico ante los siguientes signos de advertencia:
– Dolor lumbar inexplicado de larga duración acompañado de hematuria en estudios de imagen
– Dolor unilateral en la zona lumbar sin causa aparente
– Historial previo de cálculos renales con síntomas similares nuevamente presentes
En caso de signos de complicaciones, se considera una emergencia:
▷ Dificultad respiratoria acompañada de sudor frío
▷ Vómitos persistentes por más de 2 horas
▷ Orina con color de agua de lavado de carne y alteración del estado de conciencia
El movimiento de los cálculos puede irritar el riñón o la uretra, provocando un dolor intenso y en espasmos. Los pacientes a menudo no pueden mantener una postura fija debido al dolor, e incluso deben moverse constantemente para aliviar la incomodidad. Este dolor puede ir acompañado de hematuria o náuseas, por lo que se recomienda acudir inmediatamente al médico para evaluar si es necesario aliviar el dolor o realizar litotricia.
¿Qué hábitos alimenticios aumentan el riesgo de cálculos renales?El consumo excesivo de alimentos ricos en oxalato (como espinacas y chocolate), proteínas o sal puede favorecer la formación de cristales. Además, una ingesta insuficiente de agua y fibra también puede aumentar el riesgo. Se recomienda beber entre 2 y 3 litros de agua al día y consultar a un nutricionista para ajustar la dieta.
¿Qué debo tener en cuenta después de una litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEEO)?Es normal que se expulsen pequeños fragmentos del cálculo tras el procedimiento, acompañados de hematuria o dolor al orinar. Se recomienda beber abundante agua para facilitar su expulsión y evitar esfuerzos físicos intensos. Si el dolor persiste o hay fiebre, se debe acudir al médico para verificar si se requiere tratamiento adicional.
¿Los cálculos renales asintomáticos necesitan tratamiento?Si el cálculo mide menos de 5 cm y no obstruye las vías urinarias, el médico puede recomendar observación y seguimiento con imágenes periódicas. Sin embargo, si aparecen signos de infección (como fiebre o dolor lumbar) o alteraciones en la función renal, se requiere tratamiento activo.
¿Cómo puedo diferenciar el dolor por cálculos renales de los problemas gastrointestinales?El dolor en la zona renal o en el abdomen inferior causado por cálculos suele ser repentino y severo, con posible irradiación hacia la parte interna del muslo, y frecuentemente acompañado de hematuria. Los problemas gastrointestinales, como el dolor de estómago, generalmente están relacionados con la ingesta de alimentos y se localizan en la parte superior del abdomen. Si los síntomas no son claros, se recomienda realizar una ecografía o análisis de orina para confirmar el diagnóstico.