Tratamiento de las Hemorroides

El objetivo del tratamiento de las hemorroides es aliviar los síntomas, mejorar la calidad de vida y prevenir la progresión de la enfermedad. Las estrategias de tratamiento generalmente se adaptan según la gravedad de los síntomas y el estado general de salud del paciente, incluyendo opciones farmacológicas, terapias no farmacológicas y procedimientos quirúrgicos. El médico combinará diferentes métodos de tratamiento para lograr el mejor resultado según las necesidades individuales.

El tratamiento de las hemorroides debe abordar la causa fundamental, como mejorar la función intestinal, reducir la presión en el ano y mantener una higiene adecuada. Los síntomas leves pueden controlarse mediante cambios en el estilo de vida y medicamentos, mientras que en casos de sangrado severo, trombosis o prolapso irreductible, puede ser necesaria una intervención quirúrgica. Los pacientes deben realizar un diagnóstico temprano y colaborar estrechamente con el equipo médico para diseñar el plan de tratamiento más adecuado.

Opciones de tratamiento actuales

Principios de tratamiento por niveles

El tratamiento moderno de las hemorroides sigue el concepto de «tratamiento por niveles», clasificando los casos en tres grados según la gravedad de los síntomas: el primer grado se enfoca en síntomas leves con medicamentos y cambios en el estilo de vida; el segundo grado trata síntomas moderados con terapias locales o procedimientos no invasivos; y el tercer grado aborda casos severos o recurrentes mediante cirugía o terapias avanzadas.

  • Tratamiento de primer grado: pomadas tópicas, baños de asiento, aumento de fibra dietética
  • Tratamiento de segundo grado: ligadura con banda elástica, inyecciones de escleroterapia, coagulación infrarroja
  • Tratamiento de tercer grado: hemorroidectomía, hemorroidectomía con anillo de invaginación (PPH)

Estrategias de tratamiento multifacéticas

Los planes de tratamiento a menudo combinan varias técnicas, como medicamentos y baños de asiento para aliviar el dolor, o analgésicos postoperatorios para facilitar la recuperación. El médico evaluará la edad del paciente, antecedentes y características de los síntomas para seleccionar la combinación más segura y efectiva.

Las terapias emergentes, como la terapia con láser y la ablación por radiofrecuencia, ofrecen una reparación tisular más precisa, pero su elección depende de la disponibilidad en la clínica y la experiencia del médico. Estas tecnologías suelen ser adecuadas para ciertos tipos de hemorroides internas o externas.

Tratamiento farmacológico

Medicamentos tópicos

Las pomadas y supositorios tópicos actúan directamente en la zona afectada, proporcionando alivio rápido de la inflamación y el edema. Las pomadas que contienen anestésicos locales (como lidocaína) ofrecen un alivio temporal del dolor, mientras que los corticosteroides o antiinflamatorios no esteroideos (como hidrocortisona) reducen la inflamación de los tejidos. Los supositorios de nitroglicerina dilatan los vasos sanguíneos, mejorando el flujo sanguíneo y favoreciendo la reparación tisular.

Las combinaciones comunes incluyen ingredientes antiinflamatorios y vasculares, como gel de calcio polianiónico, que fortalece la estructura de la pared vascular y reduce la exudación. Es importante seguir las indicaciones médicas para evitar efectos adversos asociados con el uso prolongado de corticosteroides, como atrofia cutánea.

Medicamentos orales

Los medicamentos orales se utilizan principalmente para aliviar complicaciones relacionadas, como suplementos de fibra (como metilcelulosa) que suavizan las heces y facilitan la evacuación. Los AINEs pueden aliviar el dolor agudo, pero su uso prolongado requiere precaución por efectos adversos gastrointestinales.

Para hemorroides venosas, se pueden emplear agentes que mejoran la microcirculación, como dioscina, que aumenta la tensión venosa y reduce la exudación. Estos medicamentos suelen usarse como terapia complementaria junto con otras medidas de cuidado para obtener mejoras significativas.

Tratamientos no farmacológicos

Baños de asiento con agua tibia

Un baño de asiento con agua tibia de 15-20 minutos al día puede aliviar significativamente el dolor y la inflamación, recomendándose 2-3 veces al día. La temperatura del agua debe controlarse entre 38-40°C, y se puede agregar una pequeña cantidad de sal o infusión de hierbas (como hamamelis) para potenciar el efecto antiinflamatorio. Este método favorece la circulación sanguínea y mantiene la zona limpia para prevenir infecciones.

Los baños de asiento con agua tibia son especialmente útiles durante episodios agudos y en la recuperación postoperatoria. Es importante no usar agua demasiado caliente para evitar quemaduras, y los utensilios de baño deben usarse de manera individual y desinfectarse regularmente para prevenir infecciones bacterianas.

Técnicas de terapia física

La ligadura con banda elástica es un procedimiento ambulatorio común para hemorroides de grado II a III. El médico coloca una banda elástica en la base de la hemorroide, bloqueando el flujo sanguíneo y permitiendo que el tejido necrosado se caiga de forma natural, generalmente en 2-3 sesiones. Este método tiene poca invasividad y una recuperación rápida, aunque puede causar molestias leves o sangrado.

La escleroterapia consiste en inyectar un agente esclerosante en la base de la hemorroide, provocando fibrosis y contracción del tejido, útil en hemorroides internas con sangrado. Los agentes comunes incluyen fenol o ácido de hígado de pescado. Después del tratamiento, se recomienda evitar esfuerzos físicos intensos para prevenir la desgarro del tejido. La eficacia puede durar de 6 a 12 meses y puede requerir tratamientos repetidos.

Técnicas quirúrgicas avanzadas

La hemorroidectomía con anillo de invaginación (PPH) utiliza un dispositivo especializado para extirpar y suturar la hemorroide prolapsada, preservando la función del esfínter anal y siendo adecuada para casos severos de prolapso. La hospitalización es corta, pero la evaluación de la estructura anal debe ser cuidadosa.

La coagulación con láser y la ablación por radiofrecuencia utilizan energía térmica para destruir vasos sanguíneos anormales, siendo apropiadas para hemorroides internas pequeñas. Estas técnicas ofrecen alta precisión y menor sangrado, aunque pueden requerir múltiples sesiones y la respuesta varía según la reacción del tejido individual.

Gestión del estilo de vida

Modificaciones en la dieta

Una dieta rica en fibra es clave para el manejo a largo plazo, recomendándose una ingesta diaria de 25-30 gramos de fibra proveniente de cereales integrales, verduras y frutas con pectina. La ingesta adecuada de agua (2-2.5 litros diarios) ayuda a mantener las heces blandas y reducir la presión durante la defecación.

Se deben evitar alimentos picantes y alcohol, ya que pueden irritar la mucosa anal y empeorar la inflamación. Algunos pacientes también deben limitar los productos lácteos, especialmente si tienen intolerancia a la lactosa, que puede agravar las molestias intestinales.

Mejoras en los hábitos de defecación

Es recomendable no permanecer más de 5 minutos en el inodoro y elevar las piernas con un taburete para ajustar la postura durante la defecación. Evitar leer o usar el móvil en el baño puede reducir el esfuerzo excesivo.

Realizar ejercicios de entrenamiento del suelo pélvico ayuda a fortalecer el control del esfínter anal. Se recomienda practicar contracciones y relajaciones durante 15 minutos al día, lo cual puede mejorar la coordinación en la defecación y reducir la protrusión de las hemorroides.

Perspectivas futuras en el tratamiento

Se están desarrollando medicamentos que inhiben la angiogénesis, como agentes biológicos que bloquean VEGF, con el objetivo de reducir la dilatación vascular anormal en las hemorroides. La ingeniería de tejidos también busca cultivar tejidos artificiales alrededor del ano, aunque todavía en fase experimental.

Los sistemas de diagnóstico asistido por inteligencia artificial están en desarrollo, capaces de evaluar la gravedad de las hemorroides mediante análisis de imágenes y monitoreo en tiempo real con dispositivos portátiles, permitiendo prevenir episodios antes de que ocurran.

Nuevas tecnologías médicas

Se están probando sistemas de tratamiento mínimamente invasivos con catéteres que inyectan agentes coagulantes o energía láser para tratar lesiones con precisión, reduciendo el trauma y el tiempo de recuperación.

La terapia génica y la reparación con células madre están en etapas de investigación básica, con potencial futuro para intervenir en mecanismos de angiogénesis y fibrosis del tejido conectivo.

Cuándo consultar a un especialista

Se debe acudir inmediatamente al médico si hay sangrado persistente, hemorroides irreductibles, dolor intenso o sospecha de trombosis. La presencia de anemia, vómitos o fiebre en episodios crónicos requiere descartar otras enfermedades intestinales.

Si los síntomas no mejoran o se repiten, se debe reevaluar el plan de tratamiento. Los pacientes mayores o con condiciones como diabetes o enfermedades cardiovasculares deben someterse a una evaluación cuidadosa del riesgo quirúrgico, preferiblemente en consulta con un gastroenterólogo o cirujano colorectal.

 

Preguntas frecuentes

¿Cómo distinguir los síntomas de las hemorroides internas y externas?

Las hemorroides internas se encuentran dentro del canal anal y generalmente se detectan por sangrado (rojo brillante), prolapso o picazón, y en etapas iniciales pueden ser asintomáticas; las externas están en la piel alrededor del ano, y suelen acompañarse de dolor evidente, hinchazón o sensibilidad al tacto, especialmente en hemorroides trombosadas, que forman un bulto duro y causan dolor intenso. El diagnóstico se confirma mediante anoscopia o inspección visual.

¿Qué tipos de medicamentos no quirúrgicos existen para tratar las hemorroides y cuál es su mecanismo de acción?

Los medicamentos comunes incluyen supositorios antiinflamatorios (como aquellos con hamamelis) que contraen los vasos sanguíneos y reducen el sangrado, y medicamentos orales como extractos de plantas (como el extracto de corteza de roble) que fortalecen las paredes venosas. Los corticosteroides en crema pueden aliviar la inflamación y el edema, pero no deben usarse a largo plazo para evitar efectos adversos como atrofia cutánea.

¿Cómo puede mejorar la alimentación y el ejercicio la condición de las hemorroides en la vida diaria?

Se recomienda aumentar la ingesta de fibra dietética (cereales integrales, verduras y frutas) y beber suficiente agua para suavizar las heces y reducir la fricción durante la evacuación. Realizar 30 minutos de ejercicio aeróbico diario (como caminar rápido) ayuda a mejorar la circulación sanguínea y evita permanecer sentado o de pie por largos períodos. Además, limitar el tiempo en el inodoro a menos de 5 minutos y evitar esfuerzos excesivos durante la defecación ayuda a prevenir el empeoramiento.

¿Qué síntomas indican que se debe suspender inmediatamente el uso de medicamentos o supositorios y consultar a un médico?

Si después de usar los medicamentos aparecen enrojecimiento, hinchazón, erupciones alérgicas, sangrado persistente o dolor abdominal, se debe suspender y consultar. Algunos supositorios pueden causar molestias intestinales, y si no hay mejoría en 3 días o los síntomas empeoran, se debe reevaluar el tratamiento.

¿Qué cuidados deben seguirse durante la recuperación tras una ligadura con banda elástica?

Durante los primeros 7-10 días, se recomienda evitar levantar objetos pesados y permanecer sentado por largos períodos. La dieta debe ser baja en fibra para reducir la frecuencia de las evacuaciones. Es normal experimentar leves sangrados o molestias en los primeros días, pero si hay sangrado abundante, fiebre o dolor intenso, se debe acudir de inmediato al hospital. Se recomienda baños de asiento con agua tibia de 15 minutos diarios para facilitar la cicatrización.

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