La enfermedad de Graves es una enfermedad autoinmune que afecta principalmente la función de la tiroides y los tejidos relacionados. Sus síntomas son diversos y progresivos, pudiendo variar desde molestias leves hasta amenazas graves para la salud. Los síntomas comunes en los pacientes incluyen aceleración del metabolismo, anomalías oculares y cambios en la piel, que pueden variar significativamente según la intensidad de la respuesta inmunitaria individual.
Los síntomas de esta enfermedad generalmente aparecen en etapas, comenzando con fatiga leve o pérdida de peso que a menudo no se toman en serio. A medida que la enfermedad avanza, pueden presentarse signos evidentes como protrusión ocular, arritmias cardíacas o enrojecimiento e hinchazón de la piel. Reconocer tempranamente estas características ayuda en el diagnóstico precoz y en la prevención de complicaciones.
Los síntomas iniciales de la enfermedad de Graves a menudo se confunden con fatiga general o respuestas al estrés. Los pacientes pueden experimentar en semanas o meses los siguientes signos:
Algunos pacientes muestran signos de aceleración metabólica, como:
La hiperfunción tiroidea es la manifestación principal de la enfermedad de Graves, y los síntomas comunes incluyen:
El metabolismo acelerado también puede causar debilidad muscular, especialmente en los músculos del tren superior y la pelvis. Algunos pacientes presentan atrofia muscular con movimientos descoordinados. Además, las uñas pueden volverse frágiles y propensas a romperse, y el cabello puede caerse con mayor facilidad.
Alrededor del 30-50% de los pacientes presentan síntomas relacionados con los ojos, conocidos como «oftalmopatía de Graves». Las manifestaciones comunes incluyen:
Los síntomas oculares pueden aparecer independientemente de los síntomas tiroideos o empeorar en paralelo. Los pacientes pueden sentir incomodidad con la luz, aumentar el parpadeo, y en casos severos, el movimiento ocular restringido puede causar desplazamiento del globo ocular.
Un número reducido de pacientes presenta lesiones cutáneas en las piernas, enrojecidas, calientes y con textura similar a caucho, denominadas «mixedema pretibial». Estas lesiones suelen localizarse en la parte anterior de las piernas. Otros síntomas sistémicos incluyen:
Los síntomas de la enfermedad de Graves pueden fluctuar. En las etapas iniciales, el exceso de hormonas tiroideas puede causar síntomas de alto metabolismo, como aumento de la temperatura y hiperactividad. Con el avance, las células de los folículos tiroideos pueden atrofiarse por estímulos prolongados, lo que lleva a una remisión de los síntomas, pero también puede transitar hacia una fase de hipotiroidismo.
El desarrollo de los síntomas oculares puede ser independiente de los cambios en la función tiroidea. Algunos pacientes continúan con la progresión ocular incluso después de controlar los síntomas tiroideos. La falta de control prolongado puede ocasionar ulceraciones corneales y compresión del nervio óptico, causando daño visual permanente.
Se debe buscar atención médica inmediata en los siguientes casos:
En caso de síntomas de emergencia, como:
El seguimiento regular de los niveles de función tiroidea (como TSH, T3/T4) es fundamental para evaluar los cambios en los síntomas. Si el tratamiento actual no controla la progresión, se debe consultar al médico para ajustar la estrategia terapéutica.
La mayoría de los pacientes requieren tratamiento prolongado, aunque esto depende de la gravedad de la enfermedad y la respuesta al tratamiento. Los medicamentos antitiroideos (como el metimazol) generalmente se toman durante varios meses o años, y algunos pueden necesitar medicación de por vida. Después de la terapia con yodo radiactivo o cirugía, algunos pacientes deben realizar seguimiento periódico para evitar recaídas en la función tiroidea.
¿Cómo puedo saber si mis síntomas están empeorando por la enfermedad de Graves?El aumento de la frecuencia cardíaca, el temblor en las manos, la pérdida de peso rápida o el empeoramiento de la protrusión ocular pueden indicar una agravación. Es recomendable registrar los cambios y consultar al médico para ajustar el tratamiento. La evaluación mediante análisis de sangre de la función tiroidea también es clave.
¿Es seguro quedar embarazada durante el tratamiento?Los cambios hormonales durante el embarazo pueden desencadenar o empeorar la enfermedad, pero con el control médico y ajuste de la medicación (usando fármacos seguros como el propiltiouracilo), la mayoría de las pacientes pueden tener un embarazo seguro. Es importante consultar con el médico antes de planear el embarazo y realizar controles cada 4-6 semanas durante el embarazo.
¿Se puede mejorar la protrusión ocular mediante cirugía?La protrusión ocular severa (oftalmopatía tiroidea) puede requerir radioterapia orbital o cirugía orbitária. La cirugía puede remover parte del tejido orbital o ajustar los músculos oculares para aliviar la presión y mejorar la apariencia. La cirugía generalmente se realiza cuando la enfermedad ocular está estabilizada (normalmente después de 6-12 meses).
¿Qué componentes de la dieta debo evitar para controlar la enfermedad?El consumo excesivo de yodo puede agravar la hiperfunción tiroidea, por lo que se recomienda evitar algas, sal yodada y suplementos con yodo. Se aconseja una dieta equilibrada rica en fibra, vitaminas del grupo B, y limitar la cafeína y el alcohol para reducir el riesgo de palpitaciones y excitación nerviosa. La planificación dietética debe realizarse en conjunto con un médico o nutricionista.