El cólera es una enfermedad infecciosa aguda del tracto intestinal causada por la bacteria Vibrio cholerae, cuyos síntomas pueden aparecer desde unas horas hasta 5 días después del contacto con el patógeno. La característica más peligrosa de esta enfermedad es su rápida progresión de los síntomas, y si no se trata a tiempo, puede conducir a una deshidratación severa e incluso la muerte. Los síntomas iniciales parecen leves, pero a medida que la enfermedad avanza, el paciente puede presentar signos de amenaza vital.
La gravedad de los síntomas varía según el sistema inmunológico individual y la cantidad de virus infectante, algunos pacientes pueden presentar síntomas leves, pero la mayoría de los casos muestran rápidamente las características típicas del cólera. Los síntomas clave incluyen vómitos y deposiciones acuosas en gran cantidad, que provocan desequilibrio electrolítico y pérdida significativa de líquidos corporales. Conocer las etapas de desarrollo de estos síntomas ayuda a realizar un diagnóstico temprano y evitar la agravación de la enfermedad.
Los síntomas iniciales del cólera generalmente aparecen entre 12 horas y 5 días después del contacto con el patógeno, con un período promedio de 2 a 3 días. Los síntomas tempranos pueden parecerse a una gastroenteritis común, incluyendo dolor abdominal leve, pérdida de apetito y mareos. Es importante notar que aproximadamente el 75% de los infectados pueden ser portadores asintomáticos, aunque aún contagiosos.
En las primeras etapas de los síntomas, los pacientes suelen experimentar vómitos frecuentes y diarrea. Los vómitos suelen ser transparentes y sin sabor ácido estomacal, diferentes del vómito ácido típico de la gastroenteritis. La diarrea puede alcanzar decenas de veces en unas horas, con evacuaciones que parecen agua de arroz o contienen material blanquecino en forma de filamentos, característicos del cólera.
Algunos pacientes pueden presentar fiebre baja y calambres musculares, con temperatura generalmente no superior a 38.5°C. Los calambres suelen afectar las piernas y los brazos, debido a la pérdida de sodio y potasio por la diarrea intensa. Si no se rehidrata rápidamente en esta etapa, los síntomas pueden agravarse rápidamente, por lo que es importante observar cambios en la naturaleza y frecuencia de las evacuaciones.
El síntoma principal del cólera es la diarrea acuosa abundante, que puede producir entre 3 y 10 litros de líquido al día. Los pacientes pueden mostrar signos severos de deshidratación en poco tiempo, como boca seca, piel sin elasticidad y hundimiento de las cavidades oculares. El desequilibrio electrolítico también puede causar taquicardia, hipotensión y riesgo de shock.
La interacción entre vómitos y diarrea aumenta la pérdida de líquidos, y las evacuaciones y vómitos se vuelven transparentes y sin sólidos. En casos graves, las evacuaciones pueden contener sangre o moco, indicando daño severo en el intestino. En esta fase, los pacientes pueden presentar confusión y disminución de la producción de orina, señales de que se aproxima el shock.
Los profesionales de la salud prestan especial atención a la aparición de heces tipo agua de arroz, que contienen moco y fragmentos celulares, y presentan un color blanquecino. La fiebre suele mantenerse baja o normal, diferenciándose claramente de las diarreas por fiebre alta. Los análisis de sangre pueden mostrar un aumento en la hematocrito, reflejando un estado severo de deshidratación.
Los síntomas del cólera se dividen en tres fases: fase de retención, fase de ataque y fase de recuperación. Durante la fase de ataque, la pérdida de líquidos puede alcanzar 1 litro por hora, causando una pérdida de peso significativa en pocas horas. La deshidratación severa puede provocar insuficiencia circulatoria, con extremidades frías, piel pálida y pulso débil.
El cambio clave en la segunda fase es la alteración metabólica, donde la disminución de sodio en la sangre provoca calambres musculares, especialmente en las piernas y el abdomen, con contracciones involuntarias. Los pacientes pueden experimentar una sed intensa sin poder beber, debido al reflejo de vómito que impide la ingesta oral. Si no se recibe tratamiento intravenoso en esta etapa, la mortalidad aumenta considerablemente.
Cuando aparecen signos de deshidratación membranosa, indica una grave insuficiencia del líquido extracelular, y la prueba de elasticidad de la piel mostrará hundimientos profundos. La sangre se vuelve más espesa, lo que puede causar daño isquémico renal. En casos severos, el pulso puede ser indetectable y la presión arterial puede caer a niveles indetectables, entrando en la fase de shock por cólera.
Debe buscar atención médica inmediata si presenta cualquiera de los siguientes síntomas: diarrea más de 10 veces en 24 horas, vómitos incontrolables, orina de color oscuro o ausencia de orina en 24 horas. También, signos evidentes de deshidratación como labios secos, hundimiento de las cavidades oculares, confusión mental o piel fría y húmeda, que indican un estado de shock.
Incluso si los síntomas parecen leves, si ha estado en una zona de brote de cólera (como áreas con malas condiciones sanitarias) o ha consumido agua no hervida, debe informar a las autoridades sanitarias. El diagnóstico temprano puede confirmarse mediante cultivo de heces, pero generalmente se basa en los síntomas y antecedentes epidemiológicos. La demora en el tratamiento puede causar una pérdida excesiva de líquidos, dificultando la recuperación.
Grupos de riesgo especiales, como inmunodeprimidos o pacientes con enfermedades crónicas intestinales, deben acudir al médico incluso con síntomas leves. Los centros de salud pueden administrar rehidratación intravenosa y antibióticos para controlar la enfermedad, siendo crucial reponer los electrolitos y líquidos perdidos para evitar fallos multiorgánicos por insuficiencia grave de líquidos extracelulares.
Además de consumir agua potable y mantener una buena higiene personal, la vacunación contra el cólera puede ofrecer protección adicional. La Organización Mundial de la Salud recomienda vacunarse antes de trabajar o viajar a zonas de brote, y evitar alimentos crudos o insuficientemente cocidos.
¿Por qué los síntomas del cólera a menudo se confunden con otras enfermedades gastrointestinales?Los síntomas iniciales del cólera, como diarrea y vómitos, son similares a los de otras gastroenteritis, pero la diarrea acuosa en gran cantidad y la rápida deshidratación son características distintivas. Ante signos de enfriamiento de extremidades o disminución de la orina, se debe acudir rápidamente al médico para diferenciar otras enfermedades.
¿Cómo ayuda la solución de rehidratación oral en la recuperación del cólera?La solución de rehidratación oral ayuda a reponer rápidamente los electrolitos y líquidos perdidos por la diarrea, aliviando la crisis de deshidratación. Debe prepararse siguiendo las instrucciones para evitar que la concentración sea demasiado fuerte o débil, lo que puede afectar su eficacia.
¿Se pueden usar medicamentos antidiarreicos en casos leves?No se recomienda usar medicamentos antidiarreicos sin supervisión médica, ya que los toxinas de Vibrio cholerae continúan estimulando el intestino. El uso incorrecto puede prolongar la presencia del patógeno y aumentar el riesgo de complicaciones. La prioridad debe ser la rehidratación y buscar atención médica.
¿Qué precauciones dietéticas deben tomarse al viajar a zonas de brote de cólera?Se deben evitar mariscos crudos, frutas sin pelar y hielo, optar por alimentos bien cocidos y usar agua embotellada para cepillarse los dientes. Incluso en hoteles, se debe evitar beber agua del grifo sin hervir.