La varicela es una enfermedad altamente contagiosa causada por el virus de la varicela-zóster, que afecta principalmente a los niños. Sus síntomas generalmente aparecen entre 10 y 21 días después del contacto con el virus, y en las etapas iniciales pueden confundirse con un resfriado común. Los pacientes experimentan un desarrollo en varias fases, desde leves malestares generales hasta las lesiones cutáneas características. Este artículo describe en detalle las características de los síntomas, la progresión del proceso y las señales de advertencia que requieren atención médica inmediata.
La manifestación de los síntomas de la varicela varía según la edad y la inmunidad del paciente. Los síntomas en niños suelen ser más típicos, mientras que en adultos la infección puede acompañarse de complicaciones más graves. Los síntomas típicos incluyen fiebre, erupciones cutáneas y picazón, pero los cambios en las lesiones en diferentes etapas son clave para el diagnóstico. Comprender la trayectoria de estos síntomas ayuda a detectar la enfermedad tempranamente y a tomar las medidas de cuidado adecuadas.
Los síntomas iniciales de la varicela suelen comenzar 1 a 2 días antes de la aparición de las lesiones cutáneas, y en esta etapa pueden confundirse con un resfriado o gripe. Las manifestaciones típicas en esta fase incluyen:
• Fiebre leve (alrededor de 38°C) acompañada de escalofríos
• Dolor de cabeza y dolores musculares
• Pérdida de apetito y sensación de fatiga
Algunos pacientes en esta etapa pueden presentar enrojecimiento de la garganta o tos leve, relacionados con la replicación inicial del virus en las vías respiratorias superiores. Es importante notar que aproximadamente del 10 al 15% de los pacientes pueden ser contagiosos antes de que aparezcan las lesiones, incluso sin síntomas típicos, y aún así pueden transmitir el virus. La duración de estos síntomas suele ser de 1 a 2 días, tras los cuales las lesiones evolucionan hacia las características típicas.
La manifestación más característica de la varicela son las lesiones cutáneas, que pasan por cuatro fases:
1. **Etapa de enrojecimiento**: aparición de pequeños puntos rosados que se expanden rápidamente en horas
2. **Etapa de vesículas**: los puntos se convierten en vesículas llenas de líquido transparente, de unos 2-5 mm de diámetro
3. **Etapa de pústulas**: algunas vesículas se vuelven opacas y con picazón evidente
4. **Etapa de costras**: después de aproximadamente 5-7 días, las vesículas se secan formando costras que finalmente se caen sin dejar cicatriz
Estas lesiones generalmente aparecen primero en la cabeza y el tronco, y luego se extienden a las extremidades. Un mismo paciente puede presentar lesiones en diferentes fases simultáneamente, formando un fenómeno conocido como "tres generaciones". La distribución y densidad de las lesiones están relacionadas con la carga viral, siendo más concentradas en la cabeza y cuello que en las extremidades.
Durante el desarrollo de las lesiones, los pacientes suelen experimentar síntomas generales como:
• Fiebre moderada (hasta 39°C) que dura de 3 a 4 días
• Dolores profundos en la cabeza y músculos
• Agrandamiento de los ganglios linfáticos (especialmente en cuello y axilas)
• Disminución del apetito y leves molestias abdominales
Alrededor del 30% de los adultos presentan síntomas sistémicos más severos, incluyendo fiebre superior a 39.5°C y dolor de cabeza persistente. Estos síntomas suelen ser más intensos durante el pico de las lesiones y disminuyen en aproximadamente una semana.
El tercer al quinto día tras la aparición de los síntomas es cuando estos alcanzan su máxima intensidad, con un pico en la cantidad de lesiones, pudiendo un paciente presentar varios cientos de ellas. Las características en esta fase incluyen:
• Distribución extensa de vesículas
• Picazón intensa que puede dificultar el sueño
• Fiebre que puede prolongarse más de 5 días
• Cuando hay infecciones bacterianas, se puede observar enrojecimiento, hinchazón y dolor en la piel
Las lesiones en la cabeza y en la cara pueden afectar la visión o causar dolor, especialmente si las vesículas están alrededor de los ojos. La picazón intensa puede llevar al paciente a rascarse, aumentando el riesgo de infecciones secundarias. En esta etapa, es importante reforzar el cuidado de la piel y aliviar los síntomas.
Alrededor de una semana después del inicio, los síntomas sistémicos comienzan a disminuir, y la fiebre se normaliza progresivamente. Las lesiones se secan y forman costras, y la picazón también disminuye. Los aspectos clave en esta fase son:
• La aparición de nuevas lesiones cesa
• Las costras existentes permanecen intactas y no se rompen
• La sensación de malestar general mejora notablemente
La recuperación completa generalmente toma de 10 a 14 días, y la enfermedad deja de ser contagiosa una vez que las costras se caen. Durante este período, se debe seguir vigilando por posibles complicaciones, como lesiones purulentas o fiebre recurrente.
Debe acudir al médico de inmediato si presenta:
Las mujeres embarazadas, recién nacidos o pacientes inmunodeprimidos que contraen varicela, incluso con síntomas leves, deben acudir al médico lo antes posible. Estos grupos de alto riesgo tienen un riesgo de complicaciones 3 a 5 veces mayor y requieren tratamiento con medicamentos antivirales.
Durante el cuidado en casa, se debe observar cuidadosamente:
• Si el picor causa daño en la piel
• Si la fiebre presenta picos recurrentes
• La presencia de síntomas no cutáneos, como ganglios inflamados detrás de las orejas
• El estado general de ánimo y energía del paciente
Si las medidas de manejo de síntomas (como antipiréticos o antihistamínicos) no mejoran la condición, se debe reevaluar la presencia de infecciones secundarias o aumento de la actividad viral. En grupos especiales, como diabéticos o pacientes en quimioterapia, cualquier empeoramiento debe considerarse una emergencia.
Las lesiones de la varicela generalmente pasan por las etapas de enrojecimiento, ampollas y costras, y en condiciones normales, pueden coexistir lesiones en diferentes fases. Si las ampollas presentan secreciones amarillas o verdes, enrojecimiento o hinchazón, o si la fiebre no cede, puede indicar una infección bacteriana secundaria y se debe acudir al médico de inmediato.
¿Por qué no se recomienda usar cremas con corticosteroides en pacientes con varicela?El uso de corticosteroides puede suprimir la respuesta inmunitaria, prolongar la infección viral o empeorar los síntomas. Además, pueden agravar las lesiones cutáneas y aumentar el riesgo de complicaciones, por lo que generalmente no se aconseja su uso en estos casos.
¿Qué métodos seguros existen para aliviar la picazón intensa?Se pueden usar baños tibios con avena, compresas frías o lociones con carbonato de calcio para aliviar la picazón. Es importante evitar rascarse; cortar las uñas puede reducir el riesgo de lesiones secundarias. En casos severos, el médico puede recetar antihistamínicos para aliviar la picazón.
¿Las personas vacunadas contra la varicela aún pueden contagiarse a otros?Las personas vacunadas tienen una probabilidad muy baja de presentar síntomas leves, pero su capacidad de contagio es mucho menor que la de no vacunados. Si ocurre una infección (infección breakthrough), generalmente los síntomas son leves y el riesgo de transmisión es menor, pero se recomienda seguir las indicaciones de las autoridades sanitarias respecto a la cuarentena.
¿La piel deja cicatrices después de recuperarse de la varicela? ¿Cómo prevenirlo?Si se evita rascar las ampollas y se cuida adecuadamente la piel, la mayoría de los pacientes no quedarán con cicatrices. Para reducir el picor, se pueden usar compresas frías o medicamentos. Antes de que las lesiones formen costras, evitar friccionar la piel. Tras la recuperación, el uso de productos con vitamina E puede ayudar a la reparación de la piel. En casos de cicatrices severas, consultar a un dermatólogo para tratamiento especializado.