Causas de las hemorroides

Las causas de las hemorroides involucran múltiples factores fisiológicos y ambientales complejos. Desde una perspectiva anatómica, las venas alrededor del ano soportan presión o bloqueo del flujo sanguíneo durante largos períodos, lo que constituye el mecanismo central en la formación de hemorroides. Cuando la elasticidad de la pared venosa se deteriora o las válvulas no funcionan correctamente, la sangre se estanca, provocando la dilatación de los vasos sanguíneos y formando finalmente un tejido inflamado que puede ser palpado. Este proceso puede acelerarse debido a condiciones congénitas, hábitos de vida o estímulos externos.

Investigaciones médicas modernas indican que la patogénesis de las hemorroides está relacionada con hipertensión venosa, atrofia del tejido conectivo y disfunción neurológica. El envejecimiento, los cambios fisiológicos durante el embarazo y el aumento crónico de la presión abdominal son factores clave que dañan el sistema venoso. Los factores ambientales y conductuales agravan estos cambios patológicos, manifestándose en síntomas clínicos. Comprender profundamente estas causas ayuda a desarrollar estrategias preventivas y gestionar la salud personal.

Factores genéticos y familiares

La predisposición genética juega un papel fundamental en la aparición de hemorroides. Los pacientes con antecedentes familiares positivos pueden tener una estructura congénita más frágil en el sistema venoso anal. Estudios muestran que, entre los familiares directos con antecedentes de hemorroides, el riesgo individual aumenta en un 30-40%. Esta tendencia genética puede estar relacionada con las siguientes características hereditarias:

  • Insuficiencia congénita de elastina en la pared venosa (como elastasa)
  • Diferencias en la capacidad de reparación del tejido conectivo alrededor del ano
  • Variaciones en la respuesta neurovascular

Grupos específicos, como pacientes con enfermedades hereditarias del tejido conectivo, suelen desarrollar hemorroides a edades más tempranas y tienen tasas de recurrencia más altas. La interacción entre factores genéticos y conductas adquiridas puede agravar la gravedad de la enfermedad.

Factores ambientales

La exposición ambiental influye principalmente en el aumento prolongado de la presión abdominal. Las siguientes condiciones ambientales pueden incrementar directamente la presión en el sistema venoso:

  • Trabajo físico intenso: levantar objetos pesados o realizar esfuerzos prolongados aumenta la presión en la pelvis
  • Entorno con estreñimiento: en áreas con baja ingesta de fibra, la incidencia de estreñimiento crónico y hemorroides está correlacionada positivamente
  • Entorno sedentario: los trabajadores de oficina que permanecen sentados por largos periodos tienen un riesgo un 25% mayor de desarrollar hemorroides debido a la mayor presión en las venas anales

Factores climáticos también pueden influir indirectamente, por ejemplo, en regiones con clima seco, la ingesta insuficiente de agua puede causar endurecimiento de las heces. La contaminación ambiental que provoca tos crónica también puede aumentar la presión abdominal por esfuerzos respiratorios prolongados, actuando como un factor de riesgo indirecto.

Estilo de vida y conductas

El estilo de vida moderno está estrechamente relacionado con la aparición de hemorroides. Las siguientes conductas pueden dañar directamente el sistema venoso:

En cuanto a hábitos alimenticios, una dieta baja en fibra (menos de 15 gramos diarios) reduce la frecuencia de las deposiciones y aumenta la presión abdominal durante la acto de defecar. Los aditivos artificiales en alimentos procesados pueden alterar el equilibrio de la flora intestinal, agravando el estreñimiento. Además, el consumo excesivo de alcohol puede causar deshidratación crónica, haciendo que las heces sean más duras.

  • Posturas sedentarias: permanecer sentado más de 4 horas diarias (como conducir o trabajar en oficina)
  • Hábitos defecatorios deficientes: como leer durante la evacuación o prolongar el tiempo en el baño
  • Falta de ejercicio: la actividad física insuficiente ralentiza la motilidad intestinal

Estas conductas provocan que las venas del recto permanezcan en estado de congestión durante mucho tiempo, lo que lleva a la pérdida progresiva de la función de las válvulas venosas y a la formación de tejido inflamado palpable. La acumulación de estos factores conductuales y ambientales aumenta exponencialmente el riesgo de aparición.

Otros factores de riesgo

Las siguientes condiciones específicas pueden dañar directamente la estructura vascular alrededor del ano:

Las mujeres embarazadas tienen una incidencia de hemorroides de hasta el 50% debido a la compresión del útero en las venas pélvicas. El esfuerzo durante el parto puede causar daños permanentes en la pared venosa. Las personas con obesidad, debido a la acumulación de grasa en la cavidad abdominal, tienen un riesgo tres veces mayor que las personas con peso normal si su índice de masa corporal (IMC) supera los 30.

  • Tos crónica o asma: esfuerzos respiratorios repetidos aumentan la presión abdominal
  • Enfermedades metabólicas: en pacientes con diabetes, las microangiopatías pueden dañar las venas del ano
  • Medicamentos: el uso prolongado de laxantes puede alterar la regulación nerviosa intestinal

En cuanto a antecedentes quirúrgicos, quienes han tenido cirugías pélvicas pueden experimentar fibrosis en los tejidos circundantes, lo que puede alterar la circulación venosa. Estos factores de riesgo pueden actuar de manera individual o conjunta, provocando cambios irreversibles en la dilatación venosa.

En conjunto, se puede ver que las hemorroides son el resultado de la interacción de múltiples factores. La predisposición genética proporciona una base susceptible, mientras que las conductas y el entorno agravan los cambios patológicos. Situaciones médicas o fisiológicas específicas pueden actuar como desencadenantes clave. Las estrategias preventivas deben dirigirse a estos factores mediante intervenciones sistemáticas, como mejorar los hábitos de defecación, aumentar la ingesta de fibra dietética y realizar ejercicios de elevación del suelo pélvico regularmente para fortalecer los músculos del suelo pélvico.

 

Preguntas frecuentes

¿Cómo puedo determinar si la sangre en las heces está relacionada con las hemorroides y no con otros problemas intestinales?

El sangrado causado por hemorroides suele ser de color rojo brillante y en poca cantidad, a menudo acompañado de sangre en el papel higiénico o gotas después de evacuar. Si el sangrado es de color rojo oscuro, contiene mucosidad o persiste por más de dos semanas, puede estar relacionado con otras afecciones como fístulas intestinales o pólipos, por lo que se recomienda consultar a un médico para una evaluación adecuada y descartar patologías graves.

¿Cómo pueden los trabajadores sedentarios en oficinas prevenir la agravación de las hemorroides?

Es recomendable evitar mantener una misma postura durante largos periodos. Levantarse y moverse cada 30 a 45 minutos durante 5 minutos, y usar reposapiés o cojines para reducir la presión. Además, fortalecer los músculos del suelo pélvico mediante ejercicios como los ejercicios de Kegel ayuda a mejorar la circulación local y reducir el riesgo de congestión sanguínea.

¿Es posible que las hemorroides vuelvan después de una cirugía? ¿Qué recomendaciones de cuidado a largo plazo existen?

La recurrencia después de la cirugía puede ocurrir en aproximadamente el 10-20% de los casos. La clave está en mantener buenos hábitos de defecación. Se recomienda evacuar a horarios regulares, evitar esfuerzos excesivos, aumentar la ingesta de fibra y mantener una rutina de ejercicio para reducir las probabilidades de recurrencia.

¿Qué métodos seguros de alivio existen para las hemorroides durante el embarazo?

Durante el embarazo, se deben evitar medicamentos. Se pueden usar medidas como elevar las piernas durante la defecación, aplicar compresas frías para reducir la inflamación venosa, y consumir verduras ricas en fibra y suficiente agua para mantener las heces blandas. En casos de dolor severo, es importante consultar a un médico para elegir ungüentos anestésicos tópicos que sean seguros para el feto.

¿Cuál es el mecanismo de acción y las contraindicaciones de los supositorios o cremas para hemorroides no quirúrgicas?

Los supositorios generalmente contienen astringentes (como hamamelis) o corticosteroides, que ayudan a reducir la inflamación y detener el sangrado. Sin embargo, no deben usarse por períodos prolongados superiores a una semana, ya que pueden causar atrofia de la piel alrededor del ano. En casos de hemorroides trombosadas graves o infecciones, se debe evitar el uso sin supervisión médica y consultar a un especialista para determinar el tratamiento adecuado.

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