El asma es una enfermedad respiratoria crónica común que afecta principalmente la función de las vías respiratorias, provocando episodios recurrentes de dificultad para respirar, sibilancias y tos. Esta enfermedad afecta a aproximadamente 330 millones de personas en todo el mundo, impactando significativamente en la calidad de vida y la salud de los pacientes. La fisiopatología del asma involucra inflamación de las vías respiratorias, reacciones de hiperrespuesta y contracción muscular, que estrechan las vías aéreas y dificultan el flujo de aire.
La clave del resumen sobre el asma radica en comprender sus procesos fisiopatológicos complejos y las estrategias de tratamiento multifacéticas. La medicina moderna ha desarrollado múltiples métodos para controlar la enfermedad, incluyendo tratamiento farmacológico, control ambiental y autogestión del paciente. Un diagnóstico precoz y un tratamiento regular pueden reducir eficazmente la frecuencia de exacerbaciones agudas y mejorar la función pulmonar. Este artículo abordará de manera integral las causas, síntomas, diagnóstico y medidas preventivas del asma.
Las causas del asma implican una interacción entre factores genéticos y ambientales, siendo los factores genéticos responsables aproximadamente del 50% de los casos. Los individuos con antecedentes familiares de enfermedades alérgicas tienen un riesgo de desarrollar asma de 3 a 6 veces mayor. Los factores desencadenantes ambientales incluyen contaminantes del aire, alérgenos (como ácaros del polvo, polen), aire frío y infecciones virales, que inducen una hiperrespuesta de las vías respiratorias.
Los estudios genéticos muestran que regiones específicas del cromosoma (como 17q21) están relacionadas con la susceptibilidad al asma. Los pacientes suelen presentar rinitis alérgica o dermatitis atópica, formando la «Marcha de la Atopia». La actividad anormal del sistema inmunológico conduce a una producción excesiva de anticuerpos IgE, provocando inflamación crónica de las vías respiratorias.
Las sustancias en el ambiente pueden estimular directamente la hiperreactividad de las vías respiratorias. Los alérgenos en interiores, como ácaros, fragmentos de cucarachas y esporas de moho, acumulados en espacios cerrados, pueden inducir episodios agudos. Sustancias químicas como los hidrocarburos aromáticos en el humo de tabaco secundario dañan las células epiteliales de las vías respiratorias y fomentan la inflamación crónica.
Factores climáticos como aire frío y seco pueden inducir broncoconstricción, y la sibilancia que aparece inmediatamente después del ejercicio se denomina «Broncoconstricción inducida por el ejercicio» (EIB). Los trabajadores expuestos a vapores químicos o polvo metálico tienen un riesgo 2-3 veces mayor de desarrollar asma en adultos.
Los síntomas del asma varían de leves episodios ocasionales a impactos severos en las actividades diarias. Los síntomas típicos incluyen:
Durante una exacerbación aguda, el paciente puede presentar una «obstrucción del flujo de aire expiratorio», lo que conduce a una acumulación de dióxido de carbono. En casos severos, aparece el «pecho silencioso», donde la sibilancia desaparece, indicando una obstrucción severa de las vías respiratorias, lo cual es una emergencia médica.
Algunos pacientes pueden presentar tos crónica como síntoma principal, especialmente por la noche o tras exposición al aire frío. Este «asma con tos» a menudo se confunde con infecciones del tracto respiratorio superior. Los niños pueden mostrar disminución de la tolerancia a la actividad, y los adultos pueden experimentar dolor en el pecho o fatiga muscular respiratoria.
El diagnóstico de asma requiere una evaluación clínica, pruebas funcionales y exclusión de otras enfermedades. Los médicos generalmente realizan una evaluación en tres etapas: historia clínica, pruebas de función pulmonar y pruebas de provocación.
Es fundamental preguntar detalladamente sobre las características de los síntomas, incluyendo:
La espirometría es la herramienta diagnóstica central, midiendo la capacidad de exhalación forzada en la primera segundo (FEV1) y la relación FEV1/FVC. Una relación por debajo del valor normal, que mejora en más del 12% y en 200 ml tras inhalar un broncodilatador de acción corta, confirma la reversibilidad de la obstrucción de las vías respiratorias.
Las pruebas de provocación, como la prueba con histamina o metacolina, se utilizan en casos difíciles con síntomas atípicos. La radiografía de tórax ayuda a descartar neumonía u otras patologías similares.
El tratamiento del asma sigue el principio de «tratamiento escalonado», ajustando la medicación según la gravedad de los síntomas. El objetivo es controlar los síntomas, prevenir exacerbaciones y mantener la capacidad funcional normal.
Incluyen:
Los β2-agonistas de acción corta (SABA), como albuterol, son los medicamentos de primera línea en episodios agudos. En casos severos, puede ser necesario administrar corticosteroides orales (como prednisona) o biológicos (como anticuerpos monoclonales anti-IgE) para suprimir la respuesta inmunitaria excesiva.
Las estrategias preventivas deben combinar control ambiental y medicación profiláctica. Las medidas incluyen:
Las vacunas contra la gripe y la neumocócica pueden reducir las exacerbaciones agudas inducidas por virus. Estudios muestran que la vacunación contra la gripe reduce en un 50% las hospitalizaciones por infecciones respiratorias.
Para pacientes con asma inducido por ejercicio, se recomienda la «pretratamiento» con medicamentos como SABA 15 minutos antes del ejercicio o realizar calentamientos. Los pacientes sensibles al clima deben usar mascarillas para mantener la temperatura en ambientes fríos.
Debe acudir inmediatamente al médico si presenta alguna de las siguientes situaciones:
En el manejo de síntomas crónicos, si las exacerbaciones ocurren más de 2 veces al mes, los síntomas nocturnos afectan el sueño o las actividades diarias están limitadas más de dos días a la semana, se debe reevaluar el plan de tratamiento. Se recomienda que los pacientes utilicen un plan de acción para el asma y monitoreen su flujo máximo, alertando cuando esté por debajo del 80% del valor máximo personal.
En niños, si hay retraso en el crecimiento, tos persistente que interfiere con el sueño o disminución significativa en la actividad física, se debe realizar una evaluación especializada. En adultos, la pérdida de peso inexplicada o dolor en el pecho persistente requiere descartar complicaciones como asma concomitante o reflujo gastroesofágico.
La dificultad para respirar durante el ejercicio puede ser una manifestación de «asma inducida por ejercicio», pero debe distinguirse de otros problemas cardiopulmonares. Se recomienda usar broncodilatadores antes del ejercicio y monitorear los síntomas. Si persisten, el tratamiento debe ser reevaluado por un médico.
¿El uso prolongado de esteroides inhalados puede dañar el sistema inmunológico?Los esteroides inhalados están diseñados para actuar localmente, con baja absorción sistémica. Cuando se usan según las indicaciones médicas, generalmente no afectan significativamente el sistema inmunológico. Sin embargo, se debe tener cuidado con las infecciones por hongos en la boca, por lo que se recomienda enjuagarse la boca después de cada uso.
¿Qué medidas tomar cuando la calidad del aire (AQI) es alta para proteger a los pacientes con asma?Cuando el índice de calidad del aire es alto, se deben evitar actividades al aire libre y usar mascarillas N95 si es necesario. En casa, se puede instalar un sistema de filtración de aire y limpiar regularmente los filtros de los electrodomésticos para reducir el riesgo de exacerbaciones por partículas en suspensión.
¿Cómo deben ajustar su medicación los pacientes con asma durante un resfriado?Un resfriado puede agravar los síntomas del asma. Se recomienda aumentar la frecuencia de medicación de control o usar medicamentos de rescate según indicación médica. Si aparecen síntomas como opresión en el pecho o tos nocturna, se debe consultar inmediatamente para evaluar la necesidad de corticosteroides orales a corto plazo.
¿Por qué se considera un error decir que el asma se puede curar?El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias. Actualmente, no existe una cura definitiva, pero mediante el uso regular de medicamentos y el control ambiental, los síntomas pueden ser completamente controlados y mantenerse en remisión. Los pacientes deben comunicarse regularmente con su médico y ajustar su plan de tratamiento según la evolución de la enfermedad para prevenir complicaciones a largo plazo.