Hiatal hernia repair

Resumen del tratamiento

Cirugía de reparación de hernia diafragmática es un procedimiento quirúrgico utilizado para corregir la hernia diafragmática, dirigido principalmente a la desplazamiento anormal del estómago u órganos abdominales hacia la cavidad torácica. Su objetivo principal es devolver los órganos desplazados a su posición anatómica normal y reparar la deficiencia del diafragma para aliviar síntomas de reflujo gastroesofágico, dificultad respiratoria y dolor en el pecho. Este procedimiento a menudo se combina con la funduplicatura de Nissen para fortalecer el esfínter esofágico inferior y mejorar el problema de reflujo.

Tipos de tratamiento y mecanismos

Dependiendo de la gravedad de la condición y del estado del paciente, la cirugía puede dividirse en dos tipos principales: cirugía laparoscópica mínimamente invasiva y cirugía abierta. La cirugía laparoscópica implica la inserción de una cámara y instrumentos a través de varias pequeñas incisiones de 0.5 a 1.5 cm, suturando la deficiencia del diafragma y reposicionando el estómago. La cirugía abierta se reserva para casos complejos o recurrentes, requiriendo una incisión mayor en la cavidad abdominal para reparar directamente los tejidos.

En cuanto a su mecanismo, la cirugía logra sus efectos mediante los siguientes pasos: 1) devolver el estómago u órganos abdominales desplazados a la cavidad abdominal, 2) reparar la deficiencia del diafragma para prevenir futuras hernias, 3) en casos con reflujo severo, realizar simultáneamente la funduplicatura de Nissen, formando una válvula antirreflujo.

Indicaciones

  • Reflujo gastroesofágico severo (como pirosis, esofagitis, esófago de Barrett)
  • Confirmación mediante estudios de imagen de presencia de hernia diafragmática (hernia de hiato o hernia mixta)
  • Falta de respuesta a medicación o dependencia a largo plazo de inhibidores de la bomba de protones
  • Complicaciones como estenosis esofágica, hemorragia o deterioro de la función respiratoria

Modo de uso y dosis

La cirugía generalmente se realiza bajo anestesia general, con una estancia hospitalaria de aproximadamente 3 a 5 días. La cirugía laparoscópica requiere de 3 a 5 pequeñas incisiones de 0.5 a 1.5 cm en el abdomen, mientras que la cirugía abierta requiere una incisión de 10 a 15 cm en la parte superior del abdomen. Después de la operación, se recomienda ayuno de 24 a 48 horas, seguido de una reintroducción gradual de la alimentación según indicaciones médicas.

Beneficios y ventajas

  • Alta tasa de alivio de síntomas a largo plazo, entre 70-90%, reduciendo significativamente el reflujo y el dolor en el pecho
  • Recuperación rápida con cirugía laparoscópica, cicatrices discretas y bajo riesgo de complicaciones
  • Prevención de complicaciones graves como estenosis esofágica y esófago de Barrett
  • Algunos pacientes pueden dejar de usar inhibidores de la secreción ácida a largo plazo

Riesgos y efectos secundarios

Los riesgos a corto plazo incluyen: infección, hemorragia, complicaciones anestésicas. Los riesgos a largo plazo pueden incluir estenosis esofágica (aproximadamente 5-10%), dificultad para tragar o retraso en el vaciamiento gástrico. Tras cirugía laparoscópica, ocasionalmente pueden ocurrir complicaciones relacionadas con las suturas, como rechazo de las mismas o re-ruptura del diafragma.

Precauciones y contraindicaciones

Es necesario que los pacientes suspendan anticoagulantes (como aspirina) al menos una semana antes de la cirugía y controlen enfermedades subyacentes como la diabetes. Las contraindicaciones incluyen insuficiencia cardíaca o pulmonar severa, incapacidad para tolerar anestesia, o pacientes mayores con múltiples enfermedades crónicas en alto riesgo.

Interacciones con otros tratamientos

Después de la cirugía, se recomienda ajustar la dieta, evitando alimentos grasos y ayuno de 3 horas antes de dormir. Puede ser necesario el uso temporal de antibióticos para prevenir infecciones, pero se debe evitar la interacción con anticoagulantes. Durante la rehabilitación postoperatoria, se recomienda evitar levantar objetos pesados durante al menos seis semanas.

Efectividad y evidencia

El seguimiento a largo plazo muestra que el 85% de los pacientes experimentan una mejora significativa en los síntomas dentro de cinco años después de la cirugía, con una reducción del 60% en hospitalizaciones relacionadas con el reflujo. Ensayos controlados aleatorios confirman que la tasa de recurrencia en cirugía laparoscópica es menor que en la abierta, y la puntuación de calidad de vida aumenta en un 40%.

Alternativas

El tratamiento no quirúrgico incluye: inhibidores de la bomba de protones (como omeprazol) para controlar el ácido gástrico, manejo dietético del reflujo gastroesofágico, o el uso de antagonistas H2. En casos severos, se puede considerar la reparación antirreflujo endoscópica (como la terapia Stretta), aunque sus efectos a largo plazo pueden ser inferiores a los de la cirugía.

 

Preguntas frecuentes

¿Qué preparativos debo hacer antes de la cirugía?

Los pacientes deben realizar una limpieza del tracto gastrointestinal antes de la operación y suspender medicamentos anticoagulantes para reducir el riesgo de sangrado. El médico evaluará la función cardíaca y pulmonar, además de realizar estudios de imagen para garantizar la seguridad del procedimiento. El día de la cirugía, se recomienda ayuno de al menos 8 horas y llevar medicamentos para el dolor y artículos de cuidado postoperatorio.

¿Cuánto tiempo tarda en recuperarse la actividad normal después de la cirugía?

Después de una cirugía abierta, generalmente se requiere una hospitalización de 5 a 7 días, y la recuperación de las actividades diarias puede tomar de 4 a 6 semanas; en cambio, la cirugía laparoscópica puede reducir la estancia hospitalaria a 3-5 días y la recuperación a 2-3 semanas. Durante las primeras semanas, se recomienda evitar levantar objetos pesados, doblarse o realizar ejercicio intenso, siguiendo las indicaciones médicas para reducir riesgos de complicaciones.

¿Qué principios debo seguir en la alimentación postoperatoria?

Se recomienda una dieta semilíquida baja en grasa y alta en proteínas durante la primera semana, como leche de arroz o pescado al vapor, evitando alimentos irritantes y bebidas carbonatadas. Se deben dividir las comidas en 5-6 porciones, mantener la posición erguida durante 30 minutos después de comer, y elevar la cabecera de la cama 15 cm al dormir para facilitar la cicatrización y reducir el reflujo ácido.

¿Cuál es el criterio para elegir entre cirugía laparoscópica y abierta?

La cirugía laparoscópica es adecuada para hernias de reflujo gastroesofágico pequeñas y deslizantes, con incisiones pequeñas y recuperación rápida, pero si el paciente ha tenido cirugías previas en la parte superior del abdomen o presenta tejido con cicatrización severa, puede ser necesario optar por la cirugía abierta. El médico evaluará el tamaño de la hernia, la anomalía anatómica y el estado general del paciente para determinar la opción más adecuada.

¿Qué probabilidad hay de que los síntomas de reflujo desaparezcan completamente después de la cirugía?

Las estadísticas muestran que aproximadamente el 85-90% de los pacientes experimentan una mejora significativa en los síntomas tras la cirugía, aunque un 5-10% puede seguir presentando síntomas leves debido a secreción ácida irregular o anomalías anatómicas no corregidas completamente. El seguimiento postoperatorio puede incluir el uso de medicamentos supresores del ácido o ajustes en la dieta para mejorar el control a largo plazo.