Trigger point therapy

Resumen del tratamiento

La terapia de puntos gatillo es una técnica de fisioterapia dirigida al sistema musculoesquelético, principalmente utilizada para aliviar el dolor crónico y la tensión muscular causados por puntos gatillo (Trigger Point). Los puntos gatillo son nódulos sensibles al dolor que se forman por contracción excesiva o lesión muscular, y pueden provocar dolor localizado o referido. Esta terapia, mediante técnicas específicas de presión, estiramiento o inyección, puede liberar eficazmente la contracción anormal del músculo y restaurar la función normal del tejido.

El objetivo del tratamiento no solo es aliviar el dolor agudo, sino también mejorar la movilidad articular limitada causada por la tensión muscular prolongada. En la práctica clínica, se usa comúnmente para tratar pacientes con dolor musculoesquelético crónico, especialmente en casos donde los analgésicos tradicionales no son efectivos, ofreciendo una alternativa no farmacológica.

Tipos y mecanismos de tratamiento

La terapia de puntos gatillo se divide principalmente en dos categorías: método de presión física y método de inyección invasiva. La presión física implica que el terapeuta aplique presión continua en el punto gatillo con los dedos o herramientas especiales, promoviendo la circulación local y bloqueando la transmisión del dolor. La terapia de inyección consiste en inyectar anestésicos locales o esteroides en el punto gatillo para eliminar directamente la inflamación y los espasmos musculares.

Sus mecanismos de acción incluyen tres aspectos: primero, liberar el estado de contracción del nódulo muscular; segundo, restaurar la vía neuromuscular normal; y tercero, promover el metabolismo de desechos. Estudios recientes indican que el tratamiento puede inducir la liberación de analgésicos endógenos, logrando efectos de regulación del dolor a medio y largo plazo.

Indicaciones

Las principales indicaciones incluyen:

  • Síndrome de dolor miofascial
  • Dolor crónico de cuello, hombros, espalda y cefalea
  • Rigidez muscular tras lesiones deportivas
  • Dolor referido por compresión nerviosa

Este método es especialmente adecuado en casos donde la respuesta a medicamentos es pobre, se desea evitar el uso prolongado de analgésicos, o se requiere un tratamiento integral combinado con ejercicios de rehabilitación.

Modo de uso y dosis

La terapia de presión física generalmente se realiza 2-3 veces por semana, enfocándose en 1-3 puntos gatillo principales por sesión, con presión sostenida de 30 a 90 segundos por punto. La duración total del tratamiento se ajusta según la respuesta del paciente, generalmente entre 4 y 8 sesiones. La terapia de inyección se realiza en 1-5 puntos gatillo por sesión, usando 1-2 cc de anestésico local, y puede repetirse cada 4-6 semanas.

El terapeuta realizará una palpación para localizar los puntos gatillo y ajustará la fuerza según el nivel de tensión muscular. Después del tratamiento, se recomienda realizar estiramientos activos para consolidar los efectos. Todas las intervenciones invasivas deben ser realizadas por fisioterapeutas o médicos con licencia.

Beneficios y ventajas

Los principales beneficios incluyen:

  • Alivio rápido del dolor muscular agudo (reducción del dolor en un 40-60% después de 2-3 sesiones)
  • Mejora de la movilidad articular en 20-30 grados
  • Reducción en el uso de esteroides o relajantes musculares
  • Capacidad de actividad inmediata tras el tratamiento, sin restricciones

En comparación con la medicación, esta terapia ofrece ventajas como:

  • Actúa directamente en la fuente del dolor
  • Puede combinarse con ejercicios de rehabilitación para mejoras a largo plazo
  • Tratamiento no invasivo sin efectos secundarios farmacológicos

Riesgos y efectos secundarios

Los efectos secundarios comunes de la fisioterapia incluyen:

  • Dolor temporal en el sitio de tratamiento (aproximadamente 6-8 horas)
  • Hematomas locales o enrojecimiento de la piel (alrededor del 15%)
  • Respuesta de espasmo muscular (más frecuente en pacientes primerizos)

Los riesgos de la terapia de inyección incluyen:

  • Daño nervioso o vascular por la aguja (<1%)
  • Edema local alérgico (cuando se usan medicamentos en la inyección)
  • Riesgo de infección (las intervenciones invasivas requieren estrictas medidas asépticas)

Precauciones y contraindicaciones

Contraindicaciones:

  • Heridas abiertas o infecciones en el sitio de tratamiento
  • Trastornos de coagulación
  • Dolor de origen psicológico o por causas psicosomáticas
  • Metástasis ósea por cáncer

Antes del tratamiento, se deben tener en cuenta:

  • Realizar una evaluación completa del dolor y descartar patologías orgánicas
  • Las personas con alteraciones en la coagulación no deben someterse a inyecciones
  • Evitar ejercicio intenso en las 24 horas posteriores
  • Las mujeres embarazadas deben informar al terapeuta para ajustar la intensidad de la presión

Interacciones con otros tratamientos

Este método puede combinarse con medicación, pero se deben tener en cuenta:

  • Reducir la frecuencia de inyecciones si se usan anticoagulantes
  • Intervalo de al menos 2 horas entre terapia térmica y presión manual
  • Alternar con acupuntura, evitando puntos coincidentes

Tratamientos que deben evitarse en conjunto incluyen:

  • Fase aguda de distensión muscular o inflamación (se recomienda aplicar hielo primero)
  • Presionar en las 2 horas posteriores al uso de dispositivos de electroterapia

Efectividad y evidencia

Estudios clínicos muestran que el 85% de los pacientes experimentan una reducción del dolor superior al 50% después de 4-6 sesiones. Una revisión sistemática de 2019 indica que los grupos que combinan presión e inyección tienen un 30-40% mayor efecto en alivio del dolor en comparación con un solo método. La efectividad en el dolor por cervicalgia alcanza un 78%, y en casos de ciática con puntos gatillo, un 65% de mejora del dolor.

Sin embargo, la respuesta varía entre individuos, y el tratamiento tiene efectos limitados en dolores causados por lesiones nerviosas o daños estructurales en las articulaciones. Se recomienda realizar una evaluación musculoesquelética detallada antes de la terapia para confirmar que los puntos gatillo son la causa principal.

Alternativas

Las alternativas incluyen:

  • Terapia de punción seca
  • Inyecciones guiadas por ultrasonido
  • Aplicación de calor local y terapia con ultrasonido
  • Inyecciones de toxina botulínica

Al elegir una alternativa, se deben considerar:

  • La duración de los efectos de la toxina botulínica, que puede causar debilidad muscular
  • La respuesta más lenta de la terapia con ultrasonido, aunque es ampliamente aplicable
  • La necesidad de evaluar regularmente la función hepática y renal en las inyecciones de medicamentos

 

Preguntas frecuentes

¿Qué preparativos son necesarios antes de la terapia de puntos gatillo?

Antes de recibir el tratamiento, se recomienda informar al médico sobre el estado de salud actual y los medicamentos en uso, especialmente en casos de trastornos hemorrágicos o alteraciones en la coagulación. Se debe evitar el consumo de alcohol o anticoagulantes el día del tratamiento y usar ropa cómoda que permita exponer el área a tratar. El médico puede realizar una evaluación miofascial para localizar los puntos gatillo.

¿Cómo aliviar el dolor muscular después del tratamiento?

Algunos pacientes pueden experimentar una sensación de dolor muscular temporal, que puede aliviarse con compresas de hielo durante 15-20 minutos, 2-3 veces al día. Se recomienda evitar ejercicio intenso inmediato y no aplicar calor ni masajes en el área tratada durante las primeras 24 horas. Si el dolor persiste más de 48 horas, se debe consultar al médico para evaluación.

¿Se puede combinar la terapia de puntos gatillo con otros tratamientos?

Sí, puede combinarse con fisioterapia, acupuntura o medicación para potenciar los efectos, siempre bajo evaluación médica. Por ejemplo, realizar estiramientos suaves o aplicar calor después del tratamiento puede facilitar la relajación muscular y prolongar los beneficios. No se deben mezclar medicamentos ni realizar presiones intensas sin supervisión.

¿Cómo se organiza la frecuencia y número de sesiones?

Se recomienda inicialmente una frecuencia de 1-2 veces por semana, con un ciclo de 4-6 semanas. Casos severos o crónicos pueden requerir más sesiones. El médico ajustará la frecuencia según la gravedad del dolor, la cantidad de puntos gatillo y la velocidad de recuperación. Es importante seguir las indicaciones médicas para evitar daños en los tejidos.

¿Qué precauciones se deben tener en cuenta en la vida diaria después del tratamiento?

Se recomienda evitar permanecer sentado o en una misma posición por más de 30 minutos, realizando pequeños movimientos en cuello y hombros cada hora. Dormir con almohadas que mantengan la columna en posición neutral y evitar dormir de lado para no comprimir los músculos. Durante las dos semanas posteriores, se debe evitar levantar objetos pesados o usar en exceso los músculos relacionados con el área tratada.