El ureteroscopio es una técnica quirúrgica endoscópica utilizada principalmente para diagnosticar y tratar enfermedades del sistema urinario. Este método emplea un endoscopio flexible que, a través de la uretra y la vejiga, accede directamente al uréter y al riñón para tratar las lesiones con visión directa. Sus principales usos incluyen la extracción de cálculos urinarios, la incisión de estenosis o la realización de biopsias de tejidos.
Este tratamiento es mínimamente invasivo, con ventajas como menor trauma y recuperación rápida en comparación con la cirugía abierta tradicional. Es comúnmente utilizado para tratar obstrucciones en las vías urinarias inferiores y superiores, especialmente eficaz en cálculos de diámetro entre 0.5 y 2 centímetros.
El ureteroscopio puede ser rígido o flexible. El rígido es adecuado para el uréter distal hasta el polo inferior del riñón, mientras que el flexible, que puede doblarse hasta 180 grados, permite acceder a diferentes partes del riñón. Durante el procedimiento, se combina con láser litotricia (como HoLEP o litotricia por presión de aire) para fragmentar y extraer los cálculos.
Su mecanismo incluye la visualización directa de las lesiones, el uso de un sistema de circulación de líquidos para mantener la claridad de la visión y la realización de fragmentación o incisión de tejidos estrechos a través del canal de trabajo. La cirugía generalmente se realiza bajo anestesia general o espinal, dura entre 1 y 3 horas, y la hospitalización puede ser de solo 1 a 2 días.
Principalmente indicado para cálculos en el uréter o en el riñón, especialmente cuando la obstrucción causa dolor intenso, infecciones o deterioro de la función renal. Es adecuado para cálculos mayores de 5 mm que no pueden expulsarse espontáneamente o cuando la litotricia extracorpórea (LEC) no es efectiva.
Otras indicaciones incluyen estenosis ureteral que causa obstrucción, biopsias de pequeños tumores renales y diagnósticos de anomalías en el epitelio urinario. En casos especiales, como en pacientes en embarazo avanzado, se puede considerar este método para evitar exposición a radiación.
El procedimiento incluye: 1. Desinfección y anestesia 2. Inserción del endoscopio a través de la uretra en el tracto urinario 3. Localización del cálculo mediante imagenología 4. Uso de láser o instrumentos de extracción 5. Colocación de un doble J para drenaje (si es necesario). Después de la cirugía, se deben seguir las indicaciones médicas para el uso de antibióticos y analgésicos.
No existe un concepto fijo de «dosis» en el tratamiento, pero el médico ajustará la energía del láser según el tamaño del cálculo (normalmente, la potencia del láser HoLEP se establece entre 10 y 30 W). En casos complejos, puede ser necesario realizar procedimientos en etapas, como en cálculos grandes que requieran extracción en fases.
Las complicaciones posibles incluyen:
Los riesgos graves incluyen daño renal agudo o empeoramiento de la estenosis ureteral. Si después de la cirugía se presenta fiebre alta, dolor lumbar severo o imposibilidad de orinar, se debe acudir inmediatamente al hospital.
Las contraindicaciones incluyen:
Antes de la cirugía, se deben realizar estudios de imagen del tracto urinario y pruebas de coagulación. Después de la cirugía, es importante seguir estrictamente las indicaciones para el uso de antibióticos y realizar controles periódicos con radiografías o ultrasonidos para verificar la eliminación de los cálculos.
En comparación con la litotricia extracorpórea (LEC), el ureteroscopio permite eliminar fragmentos de manera inmediata, con menor tasa de recurrencia. En comparación con la nefrolitotomía percutánea (PCNL), el alcance y la indicación varían: la primera se emplea para cálculos en el medio o distal del uréter, mientras que la segunda se usa para cálculos profundos en el riñón.
Para pacientes en anticoagulantes (como warfarina), es necesario ajustar la medicación para reducir el riesgo de sangrado. Los analgésicos y antibióticos postoperatorios deben coordinarse con otros medicamentos crónicos, como los utilizados en diabetes.
Según estudios clínicos, la tasa de eliminación inmediata de cálculos en el uréter con ureteroscopio supera el 90%, y la tasa de éxito en el tratamiento de cálculos renales ronda el 80-85%. El seguimiento a largo plazo muestra una tasa de recurrencia menor al 10% (después de un año).
Comparado con la cirugía abierta tradicional, este método reduce la estancia hospitalaria en un 70% y disminuye el dolor postoperatorio. La evidencia de imágenes muestra que la combinación con láser reduce la tasa de cálculos residuales a menos del 5%.
Las terapias alternativas incluyen:
El tratamiento conservador, como la ingesta abundante de agua o técnicas de expulsión por posición, solo es adecuado para cálculos menores de 5 mm sin obstrucción. El médico seleccionará la opción más adecuada según la localización, tamaño y estado de salud del paciente.
¿Qué preparativos se deben realizar antes de la cirugía? ¿Es necesario ayunar o suspender ciertos medicamentos?
Antes de la ureteroscopía, generalmente se requiere ayuno de 6 a 8 horas y suspender los anticoagulantes (como aspirina) según indicaciones para reducir el riesgo de sangrado. El personal médico explicará los pasos específicos de preparación, incluyendo irrigación vesical o uso de antibióticos preventivos, y es importante confirmar todas las instrucciones con el equipo médico con anticipación.
¿Qué molestias comunes pueden presentarse después de la cirugía? ¿Cómo se pueden aliviar?
Es normal experimentar hematuria, dolor lumbar o ligera urgencia urinaria. El médico puede prescribir analgésicos o antiinflamatorios para aliviar las molestias. Se recomienda beber abundantes líquidos, evitar levantar peso o realizar ejercicios intensos durante al menos una semana. Si la hematuria persiste más de 48 horas o se acompaña de fiebre alta, se debe consultar inmediatamente.
¿Cuánto tiempo tarda en recuperarse la actividad diaria después de la cirugía? ¿Qué precauciones se deben tomar?
La mayoría de los pacientes pueden salir del hospital al día siguiente, pero la recuperación completa puede tomar entre 1 y 2 semanas. Se recomienda evitar ejercicios intensos, permanecer de pie por largos períodos o levantar peso durante al menos dos semanas, y seguir vigilando la función urinaria. Si se realiza litotricia con láser, se deben seguir las indicaciones médicas para retrasar las relaciones sexuales y prevenir complicaciones.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas de la ureteroscopía en comparación con la litotricia extracorpórea por ondas de choque?
El ureteroscopio permite remover cálculos de mayor tamaño o en ubicaciones específicas, con menor riesgo de complicaciones y mayor tasa de éxito, pero requiere anestesia y procedimientos invasivos. La litotricia por ondas de choque es no invasiva y adecuada para cálculos pequeños. El médico elegirá el método más apropiado según el tamaño, ubicación y estado de salud del paciente; en casos complejos, puede combinarse ambos tratamientos.
¿Cuál es la tasa de éxito y la tasa de recurrencia? ¿Cómo se puede reducir el riesgo de recurrencia?
La tasa de éxito en la eliminación de cálculos con ureteroscopio supera el 90%, pero la recurrencia depende de las causas subyacentes. Es fundamental realizar controles periódicos de orina y estudios de imagen, modificar la dieta (como aumentar la ingesta de líquidos y reducir alimentos ricos en calcio o purinas) y controlar las enfermedades metabólicas. Seguir un plan de prevención personalizado ayuda a reducir la formación de nuevos cálculos.