La traqueostomía es una intervención quirúrgica que consiste en crear una vía aérea artificial permanente o temporal mediante una incisión en el cuello para acceder a la tráquea. Su principal objetivo es proporcionar una función respiratoria estable en casos de obstrucción de las vías respiratorias superiores, necesidad de ventilación prolongada o insuficiencia de protección de las vías respiratorias. Este procedimiento es común en unidades de cuidados intensivos o en situaciones de emergencia, permitiendo eliminar secreciones directamente y reducir daños en la laringe por intubación.
Su valor central radica en restablecer la permeabilidad de las vías respiratorias, siendo útil en casos de obstrucción aguda, insuficiencia respiratoria por enfermedades neuromusculares, o en pacientes que requieren intubación prolongada tras cirugías de cabeza y cuello. La técnica puede realizarse mediante métodos tradicionales abiertos o con asistencia endoscópica, dependiendo de la situación específica del paciente.
La traqueostomía se clasifica principalmente en tres tipos:
El mecanismo incluye:
Las principales indicaciones incluyen:
Otras situaciones indicadas:
La cirugía generalmente se realiza bajo anestesia general, siguiendo estos pasos:
El manejo postoperatorio incluye:
Las principales ventajas incluyen:
Comparado con la intubación nasal, sus ventajas son:
Los principales riesgos incluyen:
Las complicaciones a largo plazo incluyen:
Las contraindicaciones absolutas incluyen:
El cuidado postoperatorio debe incluir:
Comparado con la intubación traqueal, la traqueostomía reduce el daño a las cuerdas vocales, aunque puede afectar la fonación. Frente a la terapia con broncoscopio, su ventaja es mantener la vía aérea permeable las 24 horas, requiriendo limpieza periódica por un terapeuta respiratorio.
Pacientes en anticoagulantes deben ajustar la dosis, manteniendo el INR de la warfarina por debajo de 1.2. Cuando se combina con oxigenoterapia de alto flujo, se debe monitorizar la sequedad de la mucosa aérea.
Según una revisión de Cochrane de 2020, la traqueostomía puede reducir la incidencia de neumonía relacionada con la intubación en un 37% y acortar la estancia en la UCI en promedio 4.2 días. La tasa de éxito en la extubación en pacientes con ventilación prolongada alcanza el 78% tras su uso.
Estudios de seguimiento muestran que entre el 12% y el 15% de los pacientes con traqueostomía prolongada desarrollan estenosis traqueal, por lo que requieren seguimiento mediante broncoscopia periódica. En niños, se utilizan tubos diseñados específicamente para su crecimiento y desarrollo.
Para necesidades de ventilación a corto plazo, se puede considerar la intubación nasal, pero si supera las 2 semanas, se recomienda cambiar a traqueostomía. En casos de obstrucción aguda, se puede realizar extracción de cuerpo extraño mediante broncoscopia o usar una máscara laríngea para ventilación.
Alternativas no invasivas incluyen:
Antes de la cirugía, se debe realizar un examen completo para evaluar la función cardiopulmonar y confirmar la necesidad del procedimiento con el equipo médico. Es importante suspender medicamentos anticoagulantes (como aspirina) para reducir el riesgo de sangrado y recibir entrenamiento en la limpieza de las vías respiratorias. La preparación psicológica también es fundamental; se recomienda discutir con el médico sobre el período de adaptación postoperatorio y el cuidado necesario.
¿Cómo puedo prevenir infecciones en el cuidado diario postoperatorio?Debe limpiar diariamente la piel alrededor del estoma traqueal, usar solución salina estéril para enjuagar la vía traqueal y cambiar periódicamente el tubo y los apósitos. Mantener la humedad ambiental entre 50% y 60%, usando humidificadores, ayuda a reducir la viscosidad de las secreciones. Si se observa un cambio en el color o olor de las secreciones, se debe consultar inmediatamente para descartar infecciones.
¿La traqueostomía afectará permanentemente la capacidad de comunicación?En el corto plazo, puede afectar la fonación debido a la obstrucción de la glotis por el tubo traqueal, pero la mayoría de los pacientes recuperan la capacidad de hablar tras la remoción del tubo. En uso prolongado, se pueden emplear válvulas especiales o dispositivos de comunicación para facilitar el habla. La terapia del lenguaje es crucial para la recuperación de la comunicación.
¿Qué precauciones debo tener en la alimentación postoperatoria?Al principio, se recomienda evitar alimentos líquidos para prevenir aspiraciones, optando por alimentos en puré o sólidos. Durante la comida, mantener la postura con el torso en ángulo de 45 grados y realizar aspiraciones de las vías respiratorias después de comer. Si hay dificultades para tragar, puede ser necesario usar una sonda nasogástrica o realizar una evaluación de la deglución, con un plan de alimentación personalizado elaborado por un nutricionista.
¿La permanencia prolongada del tubo traqueal puede causar estenosis traqueal?El uso prolongado puede inducir proliferación de granulación o atrofia de los tejidos blandos, aumentando el riesgo de estenosis traqueal. Se recomienda realizar seguimiento mediante broncoscopia cada 3-6 meses, y evaluar regularmente si el tamaño del tubo es adecuado. Si se desarrolla estenosis, puede tratarse con dilatación con balón o colocación de stent, en coordinación con un otorrinolaringólogo.