La cirugía de reparación del manguito rotador es un procedimiento quirúrgico utilizado para reparar lesiones en los tendones del hombro, principalmente dirigido a aliviar el dolor y la discapacidad funcional causados por desgarros del manguito rotador. El manguito está compuesto por cuatro tendones del hombro que, si se rompen debido a trauma o degeneración, pueden provocar dificultades para levantar el brazo, dolor nocturno y otros síntomas. El objetivo de la cirugía es coser nuevamente los tendones desgarrados, restaurando su conexión con el hueso para mejorar la estabilidad articular y la movilidad.
Este procedimiento generalmente se recomienda para pacientes que no han respondido a tratamientos conservadores, incluyendo fisioterapia, analgésicos o inyecciones de corticosteroides, y que continúan experimentando dolor. La elección del tipo de cirugía depende de la gravedad de la lesión y del estado del paciente, y puede combinarse con técnicas mínimamente invasivas como la artroscopia para reducir el trauma.
La reparación del manguito rotador se divide en dos categorías principales: «cirugía abierta» y «cirugía artroscópica». La cirugía abierta requiere una incisión más grande y es adecuada para lesiones severas o anomalías anatómicas complejas; la cirugía artroscópica se realiza mediante un endoscopio, con incisiones pequeñas y recuperación rápida, y actualmente es la opción predominante.
El mecanismo de la cirugía incluye tres pasos: primero, eliminar el tejido dañado; luego, usar anclajes para fijar el tendón a la superficie ósea; y finalmente, reforzar la fijación con suturas. La reparación biológica puede combinarse con factores de crecimiento o células madre, aunque actualmente predomina la sutura tradicional.
Principalmente se indica en los siguientes casos:
Situaciones especiales incluyen:
La cirugía generalmente se realiza bajo anestesia general o bloqueo del nervio del brazo. La cirugía artroscópica requiere crear de 2 a 3 pequeñas incisiones en la articulación del hombro para insertar el endoscopio y los instrumentos para la sutura. La cirugía abierta requiere una incisión de 8-10 cm para una operación visual directa.
Después de la operación, se recomienda usar cabestrillo o inmovilizador de hombro durante 4 a 6 semanas, acompañado de un plan de rehabilitación progresiva. La fisioterapia se divide en tres fases: la primera semana se centra en la movilidad articular, la segunda semana en ejercicios de resistencia leves, y a los 3 meses se busca recuperar el rango completo de movimiento.
Los principales beneficios incluyen:
Ventajas adicionales:
Las complicaciones potenciales incluyen:
Riesgos graves: infecciones profundas que pueden requerir una segunda cirugía de limpieza, riesgo de trombosis en aproximadamente 0.5-1%, que requiere medidas preventivas postoperatorias.
Las contraindicaciones incluyen:
Precauciones preoperatorias:
Es importante tener en cuenta las interacciones con anestésicos; el uso prolongado de AINEs puede retrasar la cicatrización, por lo que se recomienda suspenderlos 7 días antes de la cirugía. La cirugía de reparación del manguito rotador a menudo se realiza junto con procedimientos como la acromioplastia mediante artroscopia.
La fisioterapia tiene un papel crucial en la recuperación; el plan de rehabilitación postoperatorio debe coordinarse con el método quirúrgico, permitiendo en la cirugía artroscópica comenzar ejercicios activos más temprano.
Los estudios clínicos muestran que aproximadamente el 85% de los pacientes con desgarros parciales experimentan una mejora funcional un año después de la cirugía, mientras que en desgarros completos la tasa es alrededor del 70%. La tasa de éxito en pacientes mayores de 65 años disminuye a aproximadamente 60-70%, pero la tasa de alivio del dolor se mantiene por encima del 80%.
El seguimiento a largo plazo indica que la tasa de re-desgarro a los 5 años es de aproximadamente 10-15%, relacionada con la fuerza de la fijación del tendón y los hábitos de actividad del paciente. La puntuación en el sistema de la Sociedad Americana de Cirujanos de Hombro y Codo muestra una mejora promedio de 25-30 puntos.
El tratamiento no quirúrgico incluye:
Opciones quirúrgicas alternativas:
La rehabilitación tras la reparación del manguito rotador generalmente se divide en tres fases: la fase inicial (0-6 semanas) se centra en inmovilizar la articulación y evitar daños adicionales; la fase intermedia (6-12 semanas) en aumentar progresivamente la movilidad pasiva; y la fase final (de 3 a 6 meses) en comenzar ejercicios de fortalecimiento. El médico ajustará la intensidad de los ejercicios según la cicatrización del tejido reparado, y es fundamental que el paciente siga estrictamente las indicaciones del fisioterapeuta para evitar roturas por esfuerzo prematuro.
¿Es normal experimentar rigidez o dolor en el hombro después de la cirugía? ¿Cómo debo actuar?Es común experimentar ligera rigidez y molestias durante las primeras etapas de cicatrización, pero si el dolor persiste más de 2 semanas o se acompaña de hinchazón, puede indicar mala cicatrización o adherencias. Se recomienda acudir a revisión médica para evaluación, donde el médico puede ajustar el plan analgésico o intensificar la fisioterapia. Se puede usar hielo y realizar movimientos pasivos recomendados por el médico para aliviar molestias, pero está prohibido forzar la articulación sin supervisión.
¿Cuánto tiempo después de la cirugía puedo volver a levantar objetos pesados o realizar ejercicio?Se recomienda evitar levantar objetos de más de 2 kg con una sola mano durante al menos 3 meses, y prohibir actividades como natación o tenis que impliquen rotación del hombro durante los primeros 6 meses. Es importante adoptar hábitos de transporte bilateral y evitar movimientos bruscos o lanzamientos. Los trabajadores en ocupaciones de riesgo, como los que realizan levantamiento de cargas, deben consultar con el médico para adaptar sus tareas.
¿De qué factores depende el éxito de la cirugía? ¿Cuáles son las principales causas de fracaso?La tasa de éxito (aproximadamente 70-90%) está estrechamente relacionada con la gravedad del desgarro, la edad del paciente y el grado de atrofia muscular previa. Las causas comunes de fracaso incluyen carga prematura, rehabilitación inadecuada, enfermedades crónicas como la diabetes que afectan la cicatrización, o desgarros con atrofia grado III. Mantener un control adecuado de la glucemia y seguir estrictamente el plan de rehabilitación son fundamentales.
¿Qué preparativos se deben realizar antes de la cirugía? ¿Qué problemas de salud pueden afectar la seguridad del procedimiento?Antes de la cirugía, se realiza una evaluación mediante artroscopia para determinar el alcance del desgarro y se evalúa la función cardiopulmonar. Los pacientes con diabetes deben controlar su HbA1c por debajo del 7%, y los pacientes con osteoporosis pueden necesitar suplementación de calcio y vitamina D. Se recomienda suspender medicamentos anticoagulantes como la warfarina 3 días antes del procedimiento y preparar el entorno en casa, como disponer de herramientas de alcance largo, para facilitar la recuperación.