La punción y aspiración es un procedimiento médico que utiliza una aguja fina y técnicas de aspiración para extraer directamente líquidos anómalos o tejidos del interior del cuerpo. Este tratamiento se emplea principalmente con fines diagnósticos y terapéuticos, permitiendo aliviar rápidamente los síntomas causados por la acumulación de líquidos o obtener muestras de tejido para análisis patológico. Según las necesidades clínicas, los médicos pueden usar guía de imágenes para mejorar la precisión y seguridad de la intervención.
La punción y aspiración se divide en dos grandes categorías: «aspiración diagnóstica» y «aspiración terapéutica». La aspiración diagnóstica implica extraer líquidos o tejidos para análisis citológico o bioquímico, ayudando a determinar la naturaleza de la lesión. La aspiración terapéutica elimina directamente quistes, hematomas o líquido en el espacio pleural o peritoneal, reduciendo la presión en los tejidos o el riesgo de infección. Su mecanismo consiste en aprovechar la fuerza física de succión de la aguja, junto con la presión negativa, para extraer líquidos; en algunos casos, se inyectan medicamentos o agentes químicos para prevenir recurrencias.
Se recomienda principalmente en los siguientes casos:
El tratamiento generalmente se realiza en consulta externa o en quirófano, siguiendo estos pasos:
Este tratamiento presenta las siguientes ventajas:
Aunque con menor riesgo, puede presentar:
Antes de realizarse, se deben tener en cuenta:
Es necesario ajustar dosis cuando se combina con quimioterapia o medicamentos anticoagulantes, por ejemplo, pacientes en warfarina deben suspender o monitorizar el INR. Si se combina con radioterapia, informar al médico si se ha realizado aspiración para evitar interpretaciones erróneas de cambios en la lesión. Cuando se usan antibióticos, el líquido aspirado puede inyectarse directamente con antibióticos para aumentar la concentración local del medicamento.
Estudios clínicos muestran que una sola punción y aspiración logran una resolución de síntomas en más del 85% de los quistes, y la inyección de agentes esclerosantes puede aumentar la tasa hasta el 95%. Para la ascitis, la aspiración mejora inmediatamente la función respiratoria, pero debe acompañarse del tratamiento de la causa para prevenir recurrencias. La precisión diagnóstica, combinando citología y guía de imágenes, alcanza entre el 90% y 95%, siendo una alternativa a procedimientos invasivos.
Si la punción no es adecuada, se pueden considerar:
Es posible que aparezca una ligera hinchazón o dolor a la presión tras el tratamiento. Se recomienda aplicar hielo en la zona durante 15-20 minutos para reducir molestias. Si el dolor persiste más de 48 horas o se acompaña de fiebre, se debe consultar inmediatamente para evaluar riesgo de infección. El médico puede prescribir analgésicos o recomendar evitar actividades intensas para facilitar la recuperación.
¿Qué medicamentos o suplementos comunes debo suspender antes de la punción?Se deben suspender 7-10 días antes los anticoagulantes (como aspirina, warfarina) o suplementos herbales (como ginkgo, aceite de pescado) para reducir el riesgo de sangrado. Los pacientes deben informar a su médico sobre todos los medicamentos que toman y seguir sus instrucciones para ajustar los horarios de medicación.
¿Cuánto tiempo después de la punción puedo retomar las actividades diarias?Generalmente, las actividades leves, como caminar, pueden retomarse el mismo día, pero se recomienda evitar levantar objetos pesados o frotar la zona tratada durante al menos 48 horas. Si la zona de tratamiento está en la columna o articulaciones, el médico puede recomendar usar soporte o limitar ciertos movimientos por 1-2 semanas; el tiempo de recuperación varía según cada caso.
¿Cómo se decide el intervalo entre tratamientos repetidos de punción?El intervalo suele ser de 1 a 4 semanas, dependiendo del tipo de lesión y la respuesta del paciente. Por ejemplo, en bloqueos nerviosos, puede ser semanal durante 3 sesiones, mientras que en extracción de líquidos puede ser mensual. El médico ajustará el plan según las imágenes y la mejoría de los síntomas.
¿Cómo se combina la punción con otros tratamientos, como cirugía o medicación?La punción se combina frecuentemente con terapia física para aliviar el dolor y facilitar la rehabilitación. Algunas lesiones crónicas, como hernias discales, pueden requerir inyecciones de esteroides o cirugía. El médico diseñará una estrategia de tratamiento en varias etapas para maximizar la eficacia global.