El tratamiento de la parotiditis se centra principalmente en aliviar los síntomas y prevenir complicaciones. Esta enfermedad es causada por el virus de la parotiditis, cuyos síntomas comunes incluyen inflamación de las glándulas parótidas, fiebre y dolor de cabeza. El objetivo del tratamiento es aliviar las molestias del paciente y reducir el riesgo de complicaciones graves como la epididimitis y la meningitis. Actualmente, no existen medicamentos antivirales específicos que eliminen directamente el virus, por lo que el tratamiento se basa en terapias de soporte y manejo de síntomas.
Las principales modalidades de tratamiento incluyen la vacunación y el tratamiento sintomático. La vacuna contra la parotiditis (vacuna MMR) puede prevenir eficazmente la infección, estimulando al cuerpo a producir anticuerpos que bloquean la entrada del virus en las células. El tratamiento sintomático se realiza mediante antipiréticos, analgésicos y aplicación de frío local para aliviar la fiebre y la inflamación de las glándulas parótidas.
Las indicaciones incluyen la prevención de la parotiditis en personas no vacunadas y el control de los síntomas en los infectados. La vacuna es adecuada para niños mayores de 1 año, mientras que el tratamiento sintomático se aplica a pacientes de todas las edades. En brotes de infección en grupos, las personas en contacto con pacientes (como no inmunizados) deben vacunarse inmediatamente para detener la transmisión.
La vacuna contra la parotiditis generalmente se administra en la forma de la vacuna triple viral MMR, en dos dosis: la primera entre los 12 y 15 meses de edad y la segunda entre los 5 y 6 años. Para el tratamiento sintomático, se recomienda tomar acetaminofén o ibuprofeno cada 4 a 6 horas, sin exceder la dosis diaria recomendada.
La vacuna puede causar reacciones leves como enrojecimiento o hinchazón en el sitio de la inyección y fiebre baja, con una incidencia de aproximadamente el 10-15%. En casos muy raros, puede producir reacciones alérgicas severas como shock anafiláctico. Antes de la vacunación, se debe informar al médico sobre antecedentes alérgicos. El tratamiento sintomático puede provocar molestias gastrointestinales y, en uso prolongado, el uso de antiinflamatorios no esteroideos puede afectar la función hepática y renal.
Las contraindicaciones incluyen alergia a los componentes de la vacuna, inmunosupresión activa y embarazo. Después de la vacunación, se debe observar durante 30 minutos para detectar reacciones alérgicas agudas. Los pacientes con inmunodeficiencia deben evitar vacunas con virus vivos y optar por tratamiento con antivirales de soporte.
La vacunación debe espaciarse al menos 4 semanas de otras vacunas inyectables para evitar interferencias en la respuesta inmunitaria. Cuando se usan inmunoglobulinas, las vacunas deben administrarse en sitios diferentes y con un retraso en la administración. Los inmunosupresores como los corticosteroides pueden reducir la eficacia de la vacuna, por lo que se debe informar al médico sobre los medicamentos en uso.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, la protección con dos dosis de la vacuna MMR alcanza más del 88%. Estudios clínicos muestran que el tratamiento oportuno de los síntomas puede acortar la duración de la enfermedad en aproximadamente 3-5 días y reducir en un 40% la incidencia de complicaciones. Tras la implementación del programa de vacunación, los casos mundiales de parotiditis disminuyeron en más del 95%.
Las personas no vacunadas pueden recibir inmunoglobulina para obtener protección temporal, aunque su efecto dura solo 3 semanas. En casos de complicaciones como epididimitis o meningitis, se requiere tratamiento con corticosteroides o antibióticos. Las terapias de soporte incluyen ingesta adecuada de líquidos, dieta blanda y aplicación de frío en las glándulas, lo que ayuda a aliviar la inflamación y el dolor local.
Los medicamentos antivirales (como el aciclovir) deben tomarse estrictamente según las indicaciones médicas, generalmente 2-3 veces al día. Durante el tratamiento, se debe mantener una ingesta adecuada de líquidos. Si aparecen efectos secundarios como erupción o náuseas, se debe informar inmediatamente al médico y no suspender ni ajustar la dosis por cuenta propia. Es importante descansar y evitar complicaciones.
¿Qué medicamentos antipiréticos se pueden usar durante la fiebre de la parotiditis?Se recomienda usar paracetamol o ibuprofeno para aliviar la fiebre y el dolor. Está estrictamente prohibido usar aspirina, ya que puede inducir el síndrome de Reye. Al tomar antipiréticos, se debe respetar la dosis y, en niños, calcular según peso, evitando repetir ingredientes en otros medicamentos.
¿Cómo manejar la epididimitis que acompaña a la parotiditis?En adultos con dolor e inflamación en un testículo, se debe acudir de inmediato al médico y recibir tratamiento con corticosteroides o analgésicos. Durante el tratamiento, se deben evitar las relaciones sexuales y actividades intensas, usar suspensorios escrotales para reducir la presión y monitorear si la fiebre persiste o empeora.
¿Qué alimentos se deben evitar durante el tratamiento?Se deben evitar alimentos ácidos (como cítricos y vinagre) y duros para reducir el dolor en las glándulas. Se recomienda aplicar compresas frías o consumir alimentos blandos (como papillas o purés de fruta) para aliviar la inflamación, además de mantener una buena higiene bucal para prevenir infecciones.
¿Qué seguimiento se debe realizar después de recuperarse de la parotiditis?Tras la recuperación, en 2-4 semanas se deben realizar controles de función hepática y audición, especialmente en niños, para detectar posibles daños auditivos. Si durante el tratamiento se usaron corticosteroides, el médico puede programar seguimiento de densidad ósea o niveles de glucosa para evaluar efectos a largo plazo.