Substance Use Disorder - Symptoms

Los trastornos por uso de sustancias son una enfermedad cerebral compleja cuyo rasgo principal es el comportamiento compulsivo de consumo de sustancias adictivas. Los síntomas no solo incluyen dependencia física, sino también cambios integrales en la función psicológica, social y en los patrones de comportamiento. La identificación temprana de los síntomas es crucial para prevenir el empeoramiento de la enfermedad, pero muchas personas pierden la oportunidad de tratamiento debido a la falta de reconocimiento de los signos.

Los síntomas de esta enfermedad se pueden clasificar en tres categorías principales: dependencia física, dependencia psicológica y deterioro de la función social. Los pacientes suelen presentar tolerancia aumentada, síntomas de abstinencia y conductas compulsivas de consumo, que se agravan progresivamente con el avance de la enfermedad. Comprender estos cambios en las etapas de los síntomas ayuda a los familiares y profesionales de la salud a intervenir tempranamente.

Síntomas y signos tempranos

Los síntomas iniciales suelen manifestarse como cambios sutiles en los patrones de comportamiento, que a menudo pasan desapercibidos. El paciente puede comenzar a mostrar: una reducción en la duración del estado de excitación tras el consumo, la necesidad de aumentar la dosis para alcanzar el mismo efecto (tolerancia). Además, puede mostrar una defensa excesiva o negación ante las dudas de otros sobre su consumo, diciendo cosas como «todavía puedo controlarlo» o «es solo un uso ocasional».

Un signo importante es el cambio en el círculo social, donde el paciente puede alejarse gradualmente de amigos antiguos y unirse a grupos con hábitos similares. Los signos físicos comunes en esta etapa incluyen un breve estado de alerta seguido de fatiga o ansiedad. Es importante notar que estos síntomas tempranos a menudo vienen acompañados de fluctuaciones emocionales, como depresión o irritabilidad tras el consumo.

Síntomas comunes

Síntomas relacionados con la dependencia física

Los signos típicos de dependencia física incluyen síntomas de abstinencia y aumento de la tolerancia. Cuando el paciente deja de usar la sustancia, puede experimentar:

  • Temblores, sudoración, aumento del ritmo cardíaco y alteraciones del sistema nervioso autónomo
  • Malestar gastrointestinal como náuseas, diarrea o dolor abdominal
  • En casos severos, puede presentarse hipertensión, convulsiones o alucinaciones, que son signos de emergencia

Síntomas psicológicos y conductuales

Los síntomas psicológicos incluyen una fuerte ansia por la sustancia, que no solo es una necesidad fisiológica, sino que también se convierte en el foco principal de la vida diaria. Los pacientes pueden presentar:

  • Comportamiento de ocultamiento del consumo, como obtener medicación en diferentes farmacias o mentir sobre la pérdida de medicamentos
  • Ignorar responsabilidades laborales o familiares para obtener la sustancia
  • Perder interés en actividades que antes disfrutaba, con la concentración centrada exclusivamente en el consumo

Progresión de la enfermedad y cambios en los síntomas

En las etapas iniciales, los síntomas pueden ser intermitentes, por ejemplo, solo en momentos de estrés. Con el avance de la enfermedad, los síntomas se vuelven persistentes y más graves. La tolerancia aumentada conduce a un incremento en la dosis de uso, y el paciente puede comenzar a experimentar formas no tradicionales de consumo, como inyección o mezcla de varias sustancias para potenciar el efecto.

El deterioro de la función social también empeora con el tiempo, manifestándose en:

  • Una caída rápida en el rendimiento laboral, con frecuentes ausencias o despidos
  • Daño severo en las relaciones interpersonales, conflictos familiares frecuentes y difíciles de resolver
  • Problemas legales, como posesión o venta ilícita de sustancias

En las etapas finales, el paciente puede presentar deterioro cognitivo, con síntomas como pérdida de memoria, disminución del juicio y pérdida de la capacidad de planificación. Estos cambios no solo afectan la funcionalidad diaria, sino que también pueden conducir a conductas autodestructivas o poner en riesgo la vida.

¿Cuándo se debe acudir al médico?

Se debe buscar ayuda profesional de inmediato en los siguientes casos:

  • Presencia de síntomas físicos severos al intentar dejar la sustancia, como temblores graves o alucinaciones
  • Aumento evidente en la frecuencia y dosis de consumo
  • Problemas interpersonales, laborales o legales debido al consumo, que no se pueden controlar

También se recomienda una evaluación rápida en los siguientes casos:

  • Sentimientos de culpa intensos por el consumo, pero incapacidad para detenerse
  • Intentos múltiples de dejar la sustancia con fracasos repetidos
  • Presencia de autolesiones o tendencias suicidas

Incluso si no hay dependencia física grave, si el consumo ya afecta la calidad de vida diaria, se debe considerar la consulta profesional. La intervención temprana puede mejorar significativamente los resultados del tratamiento, por lo que se recomienda una evaluación especializada en psiquiatría o en centros de desintoxicación.

 

Preguntas frecuentes

¿Qué papel juega el apoyo familiar en el proceso de tratamiento de los trastornos por uso de sustancias?

El apoyo familiar es fundamental para el tratamiento. Los familiares deben evitar actitudes de culpa y comunicarse con empatía, ayudando al paciente a establecer rutinas de vida saludables y alentándolo a participar en tratamientos profesionales. La investigación muestra que la participación familiar en programas de tratamiento (como la terapia familiar) puede aumentar la adherencia del paciente y reducir el riesgo de recaída.

¿Qué métodos no farmacológicos han demostrado ser efectivos en el tratamiento de los trastornos por uso de sustancias?

La terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia de reducción del estrés basada en mindfulness (MBSR) son ampliamente utilizadas. La TCC ayuda a los pacientes a identificar patrones de pensamiento que inducen a la adicción, mientras que la terapia de mindfulness aumenta la tolerancia a los deseos. Además, los grupos de apoyo (como Alcohólicos Anónimos) mediante el compartir entre pares también pueden mejorar la resiliencia psicológica.

¿Cómo deben manejarse las recaídas en los pacientes? ¿Significa esto un fracaso en el tratamiento?

Las recaídas son fenómenos comunes en el tratamiento de los trastornos por uso de sustancias y no significan un fracaso. La clave está en reevaluar inmediatamente el plan de tratamiento y ajustar las estrategias, como aumentar la frecuencia de las sesiones de terapia o introducir terapias de reemplazo. Los estudios indican que los pacientes que retoman el tratamiento a tiempo tienen tasas de recuperación a largo plazo similares a las de quienes no han recaído.

¿Cómo funcionan las terapias de sustitución en el tratamiento farmacológico?

Las terapias de sustitución utilizan medicamentos como metadona o buprenorfina para aliviar los síntomas de abstinencia y reducir los deseos. Estos medicamentos actúan sobre los mismos receptores cerebrales que las sustancias adictivas, pero de manera más estable y sin inducir placer, ayudando a disminuir el uso ilegal. Sin embargo, deben combinarse con terapia psicológica para lograr una recuperación a largo plazo.

¿Qué problemas psicológicos suelen acompañar a los pacientes con trastornos por uso de sustancias y cómo deben tratarse?

Los problemas psicológicos comunes incluyen depresión, ansiedad y trastorno límite de la personalidad. El tratamiento debe seguir un enfoque de doble diagnóstico, abordando simultáneamente el abuso de sustancias y los trastornos mentales. Por ejemplo, el uso de medicamentos ansiolíticos junto con terapias cognitivas diseñadas para la adicción puede mejorar significativamente la salud mental general.

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