La septoplastia es una cirugía quirúrgica utilizada para corregir el desvío del tabique nasal, principalmente para mejorar la obstrucción de las vías respiratorias causada por anomalías estructurales del tabique nasal. Esta intervención ajusta el cartílago o hueso desviado para hacer simétricos los espacios nasales de ambos lados, resolviendo síntomas como dificultad para respirar, apnea del sueño o sinusitis recurrente. Generalmente se realiza junto con tratamientos para alergias nasales o pólipos nasales, pero su enfoque principal es la corrección de la estructura anatómica, no la enfermedad en sí.
El desvío del tabique puede causar estrechamiento de un lado de la nariz, provocando respiración bucal prolongada, ronquidos severos durante el sueño e incluso dolores de cabeza crónicos. El objetivo de la cirugía es eliminar el tejido anormal y remodelar el tabique para centrarlo y soportar la cavidad nasal, restaurando la función normal de ventilación. Aunque es una cirugía reconstructiva, no estética, en ocasiones se combina con rinoplastia para mejorar la apariencia nasal.
La septoplastia se divide en dos técnicas principales: «abierta» y «cerrada». La técnica abierta requiere una incisión en la columela nasal, permitiendo una visualización directa de la estructura del tabique, aunque puede dejar cicatriz; la cerrada se realiza mediante acceso por dentro de la nariz, siendo menos visible pero con indicaciones más limitadas. El mecanismo consiste en remover el exceso de cartílago o hueso desviado y recolocar el tejido restante en línea recta y estable.
La cirugía se realiza generalmente bajo anestesia general o local, con una duración de aproximadamente 1 a 2 horas. El médico utiliza instrumentos como curetas óseas y electrocauterio para ajustar la estructura con precisión, y puede emplear suturas absorbibles para fijar los tejidos. Después de la operación, se puede colocar material hemostático en la nariz, que se retira en 24-48 horas.
Los principales indicados son:
Las indicaciones secundarias incluyen sinusitis recurrente por problemas en el tabique o presión psicológica por congestión nasal prolongada. Es necesario descartar otros factores como clima o alérgenos antes de considerar la cirugía.
La cirugía se realiza en la sala de operaciones de otorrinolaringología, con anestesia adaptada a la edad y condición de salud. Los pasos incluyen:
Tras la operación, es fundamental seguir las indicaciones médicas, como evitar sonarse la nariz, limpiar con solución salina y usar esteroides en aerosol para reducir la inflamación. La recuperación suele durar de 1 a 2 semanas, con estabilización completa en varios meses.
Los principales beneficios incluyen:
La cirugía ofrece una solución directa a problemas estructurales, con efectos generalmente permanentes. A diferencia de los medicamentos, puede resolver la obstrucción de forma definitiva, aunque conlleva riesgos quirúrgicos. Algunos pacientes también experimentan mejoras en la simetría facial, beneficiando la estética.
Los riesgos a corto plazo más comunes incluyen:
Complicaciones graves pueden incluir perforación del tabique, pérdida del olfato o infecciones. Los riesgos a largo plazo incluyen desplazamiento del tejido, con una incidencia de aproximadamente 1-5%. Pacientes mayores o con trastornos de coagulación deben tener especial cuidado con el sangrado.
Las contraindicaciones incluyen:
Antes de la cirugía, se realiza una evaluación detallada con imágenes endoscópicas y tomografías. Después, se recomienda evitar esfuerzos físicos intensos por al menos 2 semanas y no manipular las suturas nasales. Pacientes con diabetes o trastornos de coagulación deben ajustar sus medicamentos, como suspender anticoagulantes.
Las interacciones con medicamentos incluyen:
Las combinaciones con otros procedimientos incluyen:
Estudios clínicos muestran que entre el 85-90% de los pacientes experimentan una mejora en la ventilación superior al 50% a los 6 meses postoperatorios, con una reducción del 70% en episodios de sinusitis. El seguimiento a largo plazo indica que el 95% de los pacientes están satisfechos con la mejora respiratoria, aunque un 3-5% puede requerir una segunda intervención por elasticidad del tejido.
Las imágenes endoscópicas funcionales muestran una mejora promedio en el ángulo de desviación del tabique de 40-60 grados. La comunidad internacional de otorrinolaringólogos considera que la cirugía es el tratamiento preferido para obstrucciones estructurales, con tasas de éxito superiores a las de los medicamentos.
Las opciones no quirúrgicas incluyen:
Las alternativas quirúrgicas pueden incluir:
¿Qué preparaciones especiales se deben realizar antes de la cirugía?
Es necesario realizar limpieza nasal y administración de antibióticos profilácticos para reducir el riesgo de infección. Se deben suspender medicamentos anticoagulantes como la aspirina 3 a 7 días antes. Además, informar al médico sobre alergias y medicamentos en uso, y completar análisis de sangre y endoscopía nasal para evaluar la gravedad del desvío.
¿Cuánto tiempo tarda en recuperarse la actividad diaria después de la cirugía?
Generalmente, se requiere reposo de 24 a 48 horas, evitando esfuerzos físicos intensos o levantar objetos pesados durante la primera semana para prevenir sangrado nasal. La recuperación completa de la ventilación suele tomar de 4 a 6 semanas, con posible presencia de inflamación o secreciones nasales leves, recomendándose compresas frías y analgésicos según indicación médica. Para trabajos que impliquen exposición a polvo o químicos, se recomienda un descanso mínimo de 2 semanas.
¿Habrá cicatrices permanentes después de la cirugía?
La cirugía abierta tradicional puede dejar cicatrices pequeñas en la parte externa de la nariz, pero las técnicas modernas endoscópicas mínimamente invasivas generalmente se realizan por dentro de la nariz, sin cicatrices visibles. En meses posteriores, la mucosa nasal puede estar ligeramente enrojecida o inflamada, pero en 6 a 12 meses la reparación completa oculta las cicatrices en la mucosa nasal.
¿Qué hacer si la congestión nasal persiste después de la cirugía?
Si la congestión nasal dura más de 3 semanas, puede deberse a inflamación de la mucosa o bloqueo por coágulos, por lo que se debe consultar al médico. Se pueden recomendar esteroides en aerosol, irrigaciones nasales o ajustes en los soportes. En casos muy raros, puede ser necesaria una segunda cirugía de ajuste, con una tasa inferior al 5%.
¿La cirugía mejora la apnea del sueño?
Si la desviación del tabique causa una obstrucción severa, la cirugía puede mejorar significativamente la respiración y reducir los ronquidos. Sin embargo, en casos de apnea severa, se recomienda el uso de CPAP y evaluación conjunta por otorrinolaringólogo y neumólogo. La cirugía es una parte de un tratamiento multimodal.