La mamografía es una técnica médica que utiliza imágenes de rayos X de baja dosis para examinar el tejido mamario. Se emplea principalmente para detectar tempranamente lesiones de cáncer de mama, especialmente en mujeres asintomáticas mediante cribado, o para diagnosticar anomalías mamarias (como bultos duros o secreciones). Este examen no invasivo proporciona imágenes detalladas del tejido y es actualmente la herramienta de cribado de cáncer de mama más común.
La mamografía se divide en dos tipos: convencional y digital. La prueba convencional transfiere la imagen a una película, mientras que el sistema digital genera imágenes electrónicas en tiempo real, permitiendo ajustar el brillo y el contraste para mejorar la detección de lesiones pequeñas. Durante el examen, el tejido mamario se comprime y fija para asegurar la claridad de la imagen. Tras atravesar el tejido, la grasa, las glándulas y las lesiones patológicas aparecen en diferentes tonos de blanco y negro en la imagen, ayudando al médico a interpretar posibles tumores o microcalcificaciones.
La paciente debe quitarse la parte superior y colocar cada mama en la placa de compresión del equipo de rayos X. Se toman de 2 a 4 imágenes en diferentes ángulos por cada examen. La duración total es de aproximadamente 15-30 minutos, con una dosis de radiación de aproximadamente 0.3-0.7 mSv por sesión, inferior a la radiación ambiental natural anual (alrededor de 3 mSv).
Los principales riesgos incluyen:
Las mujeres embarazadas deben evitar el examen, a menos que exista una sospecha clínica alta de malignidad. Antes del examen, se recomienda no usar desodorantes, polvos o lociones en las axilas o el pecho, ya que pueden interferir con la calidad de la imagen. Las personas con tejido mamario muy denso pueden necesitar complementarse con ultrasonido o MRI. Se debe informar al personal médico si se ha recibido radioterapia en la zona mamaria.
La mamografía a menudo se combina con ultrasonido para diferenciar quistes de tumores sólidos. Si se detectan lesiones sospechosas, puede ser necesario realizar biopsia con aguja o corte. Los resultados deben compararse con imágenes previas para monitorear cambios en la enfermedad.
Los estudios muestran que la mamografía regular reduce la mortalidad por cáncer de mama en un 20-30%. El Programa de Prevención de EE. UU. recomienda que las mujeres de 50 a 74 años se hagan una mamografía cada 2 años. Para mujeres de 40 a 49 años, la decisión debe basarse en una evaluación del riesgo individual. Las personas con tejido mamario denso pueden necesitar otras técnicas de imagen para mejorar la precisión.
El ultrasonido tiene mayor sensibilidad en tejidos densos, pero no puede reemplazar completamente la mamografía. La resonancia magnética (MRI) puede usarse como complemento en grupos de alto riesgo, aunque es más costosa y no es una herramienta de cribado rutinario. La tomografía por emisión de positrones (PET-CT) se emplea principalmente para seguimiento de metástasis en casos avanzados. La elección del método depende de las necesidades clínicas.
Se recomienda evitar el uso de desodorantes, polvos o lociones en las axilas o el pecho antes del examen, ya que pueden interferir con la calidad de la imagen. Se sugiere usar ropa de dos piezas para facilitar el proceso. Si se han realizado otros estudios mamarios (como ultrasonido o mamografías previas), se deben llevar los informes correspondientes para que el médico los revise.
¿La mamografía causa dolor?Algunas personas pueden sentir una breve incomodidad o presión, pero en general la toleran bien. Durante el examen, el pecho se sujeta suavemente en la placa de compresión, y el técnico ajusta la presión según la sensibilidad de la paciente. Si el dolor es intenso, se debe informar al personal para ajustar la compresión.
¿Con qué frecuencia se recomienda realizar la mamografía?Se recomienda que las mujeres mayores de 40 años se hagan una mamografía anual. En caso de antecedentes familiares de cáncer de mama o alto riesgo, el médico puede sugerir comenzar antes o realizarse con mayor frecuencia. La planificación debe discutirse con el médico para personalizar el seguimiento.
¿Un resultado anormal significa que tengo cáncer de mama?Un resultado anormal puede deberse a cambios benignos como quistes fibroadenomatosos, tumores benignos u otros factores, y no necesariamente indica cáncer. El médico realizará estudios adicionales como ultrasonido, MRI mamario o biopsia para confirmar el diagnóstico.
¿La exposición a radiación de la mamografía es peligrosa?La dosis de radiación en una sola prueba es muy baja, aproximadamente equivalente a la radiación natural en 2-3 semanas, y mucho menor que los límites de seguridad internacionales. Los beneficios del cribado regular superan ampliamente los riesgos teóricos, por lo que se recomienda seguir las indicaciones médicas para realizar los exámenes necesarios.