La inmovilización con férulas y fijación externa es una técnica clínica común utilizada principalmente para estabilizar inicialmente fracturas, luxaciones articulares o lesiones de tejidos blandos. Su objetivo principal es limitar el movimiento de la zona lesionada mediante soporte externo, promoviendo la reparación natural de los tejidos, reduciendo el dolor y previniendo lesiones secundarias.
Este método generalmente se emplea como una medida de emergencia o en tratamientos a corto plazo, a menudo en combinación con estudios de imagen. Comparado con la fijación interna quirúrgica, tiene ventajas como ser no invasivo y ajustable, pero requiere seguimiento posterior para evaluar el plan de tratamiento final.
Dependiendo de la ubicación y gravedad de la lesión, los tipos comunes incluyen férulas de brazo corto (antebrazo), férulas de brazo largo (todo el brazo), y férulas de yeso tubulares, entre otras. Los materiales de las férulas suelen ser placas de fibra plástica o tejidos elásticos ajustables, que se enrollan en capas formando una estructura de soporte tridimensional.
Su mecanismo de acción consiste en limitar el desplazamiento de los extremos de la fractura, permitiendo que las pequeñas trabéculas óseas fracturadas sanen en la trayectoria correcta. El diseño elástico de la férula ayuda a absorber parte del impacto, permitiendo una ligera flexión para mantener la circulación sanguínea local y evitar que la rigidez total cause necrosis de los tejidos.
Se aplica en pacientes cuya condición general no permite cirugía inmediata o en casos de trauma moderado donde se requiere observar el proceso de cicatrización. Sin embargo, contraindicaciones absolutas incluyen fracturas abiertas, lesiones graves de nervios o vasos sanguíneos, entre otras.
El procedimiento consta de cuatro pasos: 1) localización de la fractura mediante imagenología 2) medición y corte del material de la férula 3) enrollado en capas para fijar la férula 4) revisión de la circulación sanguínea y función nerviosa distal. Normalmente, se debe mantener durante más de 12-14 horas diarias.
El ajuste de la "dosis" debe adaptarse al tipo de lesión: fracturas de huesos largos requieren cubrir la articulación cercana, mientras que lesiones en la muñeca deben permitir cierta movilidad. En niños, se usan férulas ajustables para adaptarse a su crecimiento.
El ciclo de tratamiento suele durar entre 2 y 6 semanas, durante las cuales se puede modificar la forma de la férula según el progreso de la cicatrización. Este método proporciona un alivio del dolor inmediato y permite que el paciente mantenga funciones básicas en las primeras etapas de recuperación.
La complicación más frecuente es alteración de la circulación periférica, que puede causar frío en la extremidad, palidez o cianosis de la piel. Entre el 5-10% de los pacientes puede presentar dermatitis de contacto, manifestada por enrojecimiento, hinchazón y picazón en el área de enrollado.
Antes del procedimiento, se debe descartar lesión de la columna vertebral y compresión de nervios o vasos sanguíneos. Se prohíbe estrictamente su uso en: 1) fracturas abiertas 2) pacientes con trastornos de coagulación 3) áreas con úlceras o infecciones cutáneas
El paciente debe revisar diariamente el color y pulso en la extremidad distal, y acudir a consulta cada 3-5 días para ajustar la tensión de la férula. Si aparecen síntomas del síndrome de las 5P (dolor, palidez, ausencia de pulso, ausencia de pulsos arteriales, parestesia), se debe acudir de inmediato al hospital.
Al usar analgésicos en conjunto, se debe tener en cuenta que estos pueden causar mareos, afectando el control de las actividades. Si se requiere cirugía posterior, la férula debe ser retirada solo después de confirmar la estabilidad inicial de la fractura. Cuando se combina con fisioterapia, la movilización articular debe hacerse progresivamente bajo supervisión médica.
La mayoría de las fracturas simples (como la fractura de Colles) alcanzan una alineación anatómica superior al 85% tras una fijación adecuada. La evaluación sistemática muestra que el uso correcto de la férula puede reducir el riesgo de desplazamiento secundario a menos del 5%.
Comparado con el yeso tradicional, las férulas ajustables reducen en un 30% las complicaciones cutáneas en niños y evitan las molestias de cambios repetidos de yeso. Sin embargo, las fracturas complejas aún requieren seguimiento mediante imagenología.
1. Fijación con yeso: mayor estabilidad pero sin ajuste 2. Fijación interna quirúrgica: para desplazamientos severos o fracturas abiertas 3. Órtesis no fija: solo para esguinces leves o soporte protector
Al elegir una alternativa, se debe evaluar el tipo de fractura, la edad del paciente y su estado general. Por ejemplo, en pacientes mayores, puede ser preferible la fijación interna para evitar fracturas secundarias por osteoporosis.
Durante el período de inmovilización, se debe evitar someter la zona afectada a presiones excesivas o torsiones, como levantar objetos pesados o movimientos bruscos. Se recomienda usar ayudas para las actividades diarias y reportar cualquier aflojamiento o enrojecimiento de la férula a su médico para reducir riesgos de complicaciones.
¿Qué debo hacer si después de la inmovilización aparece hinchazón o dolor aumentado?La hinchazón leve puede aliviarse con compresas de hielo (15 minutos por sesión, varias veces al día) y elevando la extremidad afectada. Si el dolor persiste o empeora, o si la piel se vuelve azul, se debe acudir inmediatamente al hospital. El médico puede ajustar la férula o realizar estudios de imagen para verificar la cicatrización ósea.
¿De qué factores depende la duración de la inmovilización?El tiempo de inmovilización depende del tipo de fractura, la edad y la condición general del paciente. Fracturas complejas o pacientes con diabetes pueden requerir un período más prolongado. El médico decidirá cuándo retirar la férula basándose en los resultados de radiografías que confirmen la estabilidad y cicatrización ósea.
¿Cómo comenzar la rehabilitación después de retirar la férula?Tras la remoción, se debe seguir las indicaciones del fisioterapeuta, comenzando con movimientos articulares suaves y aumentando gradualmente el rango de movimiento y la fuerza muscular. La actividad demasiado temprana puede causar lesiones secundarias, por lo que se recomienda acudir a revisiones semanales y evitar acelerar la rehabilitación por cuenta propia.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas de las agujas o férulas en comparación con el yeso tradicional?Las férulas (como los soportes ajustables) facilitan la observación de la piel y la higiene, pero pueden no ser adecuadas para fracturas inestables; el yeso proporciona mayor estabilidad pero tiene menor transpirabilidad, por lo que se debe cuidar la piel. El médico elegirá la opción más adecuada según la ubicación y gravedad de la fractura.