La colonoscopía sigmoidea es un procedimiento médico que utiliza un instrumento flexible de aproximadamente un centímetro de diámetro (sigmoidoscopio) que se inserta en el ano para observar la estructura interna del recto y la parte inferior del colon. El objetivo principal es diagnosticar enfermedades intestinales, detectar lesiones en etapas tempranas y realizar biopsias o tratamientos menores. Este examen se usa comúnmente para detección de cáncer, evaluación de síntomas intestinales como sangrado o dolor abdominal, y seguimiento de cambios en pólipos.
Este procedimiento es invasivo pero relativamente seguro, generalmente realizado en consulta ambulatoria sin necesidad de anestesia general. Antes del examen, se requiere limpiar el intestino para asegurar una visión clara. El médico observa en tiempo real mediante una cámara y puede realizar biopsias o remover pequeños pólipos simultáneamente, logrando un diagnóstico y tratamiento en un solo paso.
La colonoscopía sigmoidea se divide en dos tipos: «óptica» y «mejorada por imagen». La óptica requiere que el médico observe directamente a través del lente, mientras que la mejorada transmite la imagen a una pantalla, siendo esta última más común por su mayor resolución. El extremo del instrumento cuenta con una fuente de luz, una cámara y un canal de operación, que puede extenderse hasta el recto y el colon sigmoide (aproximadamente 30-60 cm de longitud).
Su mecanismo consiste en la inspección visual directa de la mucosa intestinal, detectando úlceras, tumores, anomalías vasculares o inflamación. Si se detectan pólipos menores a 0.5 cm, pueden ser removidos inmediatamente con pinzas durante la endoscopía, evitando cirugías posteriores. Esta técnica combina diagnóstico y tratamiento, acortando el proceso para el paciente.
Las indicaciones comunes incluyen:
Antes del examen, se debe tomar laxantes para limpiar el intestino, generalmente en la mañana del día del procedimiento, en ayunas. El paciente se coloca de lado, y el médico inserta lentamente el sigmoidoscopio en el ano, inflando suavemente el intestino durante la inserción. La duración total es de aproximadamente 10-20 minutos, durante los cuales puede sentirse una ligera distensión abdominal.
Si se realiza una biopsia, el médico utilizará pinzas para tomar muestras del tejido sospechoso y enviarlas a patología. Algunas clínicas ofrecen sedación para aliviar la ansiedad, aunque no es anestesia total, permitiendo que el paciente retome sus actividades normales poco después del procedimiento.
Las principales ventajas incluyen:
En comparación con la irrigación con rayos X tradicional, la colonoscopía sigmoidea permite la inspección visual de la mucosa y el tratamiento inmediato de lesiones. Tiene menor invasividad que una cirugía abdominal y no expone a radiación, siendo adecuada para seguimiento en grupos de alto riesgo.
Los riesgos potenciales incluyen:
Las complicaciones graves incluyen hemorragia severa o perforación intestinal. Si después del procedimiento se presenta dolor abdominal intenso, sangrado o fiebre, se debe acudir de inmediato al hospital. Los pacientes en uso de anticoagulantes deben ajustar su medicación para reducir el riesgo de sangrado.
Las contraindicaciones incluyen:
Es necesario limpiar bien el intestino antes del examen, ya que una preparación inadecuada puede afectar la visualización. Los pacientes diabéticos deben ajustar sus medicamentos para evitar hipoglucemia. Después del examen, se recomienda no conducir durante 24 horas debido a los sedantes que puedan quedar en el organismo.
En comparación con la colonoscopía completa, la colonoscopía sigmoidea no permite examinar todo el colon, aunque la preparación intestinal previa y posterior es similar. Si se realizan otros procedimientos invasivos, como biopsias de tejidos, se debe informar al médico para evitar repetir anestesia. El uso prolongado de antiinflamatorios no esteroideos (como ibuprofeno) puede aumentar el riesgo de sangrado intestinal, por lo que se recomienda suspender o ajustar la medicación antes del procedimiento. En comparación con estudios radiológicos como la colonografía por TC, la colonoscopía sigmoidea permite realizar tratamientos inmediatos.
Los estudios clínicos muestran que la detección periódica con colonoscopía sigmoidea puede reducir en un 30-50% la mortalidad por cáncer en el colon izquierdo. La Sociedad Americana del Cáncer recomienda realizarla cada 5 años a partir de los 50 años, combinada con pruebas de sangre oculta en heces para aumentar la sensibilidad.
En pacientes con síndrome de poliposis adenomatosa familiar, esta prueba puede detectar más del 90% de los pólipos, y su remoción temprana puede prevenir la progresión a cáncer. La biopsia en tiempo real tiene una precisión del 95%, siendo una herramienta importante en el diagnóstico de enfermedades inflamatorias intestinales.
Otras opciones incluyen:
Para quienes temen la invasividad y rechazan el procedimiento, se puede optar por pruebas de ADN en heces o marcadores sanguíneos como screening preliminar. Sin embargo, en caso de detectar anomalías estructurales, la colonoscopía sigmoidea sigue siendo el estándar de oro.
Se recomienda comenzar una dieta baja en fibra 24 horas antes y tomar laxantes para limpiar el intestino. Generalmente, se debe ayunar de 6 a 8 horas, permitiendo la ingesta de agua en cantidad moderada. El médico puede solicitar suspender anticoagulantes u otros medicamentos específicos, por lo que es importante confirmar las instrucciones personalizadas con el equipo médico.
¿Cómo aliviar la distensión o dolor abdominal después del examen?Es normal experimentar ligera distensión o dolor abdominal, que puede aliviarse caminando para expulsar gases. Se recomienda no comer alimentos difíciles de digerir inmediatamente. Si el dolor persiste más de 4 horas o se acompaña de sangrado o diarrea severa, se debe consultar al médico de inmediato.
¿Qué pasa si se detecta tejido anormal durante la prueba?Si se encuentran pólipos u otras lesiones, el médico generalmente los remueve en el momento con pinzas o realiza una biopsia. Lesiones complejas pueden requerir cirugía posterior, y el equipo médico planificará el tratamiento y explicará los riesgos y el seguimiento necesario.
¿Cuánto tiempo después del examen puedo volver a comer y realizar actividades normales?Se recomienda descansar de 1 a 2 horas después del procedimiento, hasta que desaparezca el efecto de la sedación. Sin sedación, se puede volver a una dieta ligera en pocas horas, pero se deben evitar alimentos ricos en fibra o irritantes durante 24 horas. En general, la recuperación de las actividades diarias es posible al día siguiente.
¿Quiénes deben realizarse colonoscopías sigmoideas periódicamente?Personas mayores de 50 años, con antecedentes familiares de cáncer colorrectal o pólipos, o con cambios en los hábitos intestinales o presencia de sangre en las heces, deben seguir las indicaciones médicas para realizarse exámenes periódicos. Los grupos de alto riesgo pueden requerir revisiones cada 1 a 3 años, según la evaluación del médico basada en el riesgo individual.