La serie de imágenes del tracto gastrointestinal inferior (estudio de radiografía del colon) es un procedimiento diagnóstico que utiliza tecnología de imágenes por rayos X, combinada con un medio de contraste administrado por vía oral o enema, para observar la estructura y función del colon. Este examen se emplea principalmente para evaluar anomalías anatómicas, localización y extensión de lesiones en el colon, y es común en pacientes con sospecha de fístulas, estrecheces o tumores en el colon.
A través de la captura dinámica con rayos X o sistemas de imagen digital, los médicos pueden observar el flujo y la distribución del medio de contraste dentro del colon, ayudando a diagnosticar enfermedades inflamatorias intestinales, anomalías congénitas o cambios estructurales postraumáticos. Este método no invasivo es especialmente adecuado para pacientes que no pueden someterse a una colonoscopía.
La serie de imágenes del tracto gastrointestinal inferior se divide en dos métodos: «enema de recto» y «fotografía oral». El enema de recto implica la inyección directa de un medio de contraste con bario en el recto, mientras que la fotografía oral requiere que el paciente tome previamente una solución de contraste. El medio de contraste se visualiza en rayos X, resaltando la mucosa intestinal y la forma de la luz intestinal, ayudando a identificar estrecheces, tumores o fístulas.
Durante el proceso, el paciente debe cambiar de posición según las indicaciones para que el medio de contraste cubra uniformemente la pared intestinal, mientras que el radiólogo realiza tomas de rayos X en sincronía. Algunas pruebas pueden combinarse con técnicas de insuflación de aire, utilizando la diferencia de densidad entre gases y el medio de contraste para mostrar con mayor precisión las pequeñas lesiones en la mucosa intestinal.
Este examen es principalmente para pacientes con síntomas sospechosos de:
En ciertos casos, cuando la colonoscopía presenta limitaciones técnicas (como curvas severas en el intestino) o el paciente no puede recibir anestesia debido a comorbilidades médicas, la serie de imágenes del tracto gastrointestinal inferior puede servir como una herramienta diagnóstica alternativa.
Antes del examen, se requiere preparación intestinal, que generalmente incluye la ingesta de laxantes y una dieta líquida clara. La dosis del medio de contraste se ajusta según el peso del paciente; en adultos, el método de enema de recto suele usar entre 200-300 ml de suspensión de bario, y para la fotografía oral, se debe comenzar a tomar en varias dosis unas 12 horas antes del examen.
La duración del examen es de aproximadamente 30 a 60 minutos, durante los cuales el paciente debe adoptar diferentes posiciones para que el medio de contraste cubra uniformemente el intestino. Si se combina con técnicas de insuflación de aire, puede añadirse dióxido de carbono o aire para mejorar el contraste de la imagen.
Las ventajas de este examen incluyen:
En comparación con la colonoscopía, la serie de imágenes del tracto gastrointestinal inferior tiene la ventaja de poder observar todo el colon en una sola exploración y es más segura para pacientes con estrechez intestinal. Su tecnología de baja radiación ha reducido significativamente la exposición a radiación, siendo apta para seguimiento repetido.
Los posibles efectos adversos incluyen:
Los riesgos graves incluyen perforación de la pared intestinal o residuo del medio de contraste que cause colitis química, aunque la incidencia es inferior al 0.1%. Los pacientes con antecedentes de alergias deben informar al personal médico antes del examen.
Las contraindicaciones incluyen:
Se debe suspender el uso de medicamentos que afectan el movimiento intestinal, como laxantes o bloqueadores de canales de calcio, 48 horas antes del examen. Las embarazadas deben evitarlo debido a los riesgos radiológicos, y en caso necesario, se deben evaluar alternativas.
En relación con la colonoscopía:
Si el paciente tiene antecedentes de alergia a los medios de contraste, puede ser necesario realizar pruebas de alergia previas o usar una colonografía por tomografía computarizada (CT colonography) como alternativa.
Los estudios muestran que esta prueba tiene una sensibilidad del 85-90% para detectar tumores en el colon y una especificidad superior al 95% para el diagnóstico de fístulas. La Sociedad Americana de Endoscopia Digestiva recomienda que, para pacientes de alto riesgo que no pueden someterse a colonoscopía, la serie de imágenes del tracto gastrointestinal inferior puede ser utilizada como herramienta de cribado inicial.
Una revisión sistemática en 2020 indicó que esta técnica tiene una alta precisión en la evaluación de la enfermedad inflamatoria intestinal, especialmente en la evaluación de lesiones en el recto y el colon sigmoide, en relación con la colonoscopía.
Las principales alternativas incluyen:
La colonoscopía es más precisa para localizar lesiones y realizar diagnósticos histológicos, aunque es más invasiva. La colonografía virtual, aunque no invasiva, requiere preparación intestinal y exposición a radiación, por lo que la elección debe basarse en las condiciones individuales del paciente.
¿Qué preparativos dietéticos o de limpieza intestinal se necesitan antes del examen?
Se recomienda una dieta baja en fibra durante 1 a 2 días antes del examen, evitando verduras, cereales integrales y otros alimentos que puedan quedar en el intestino. El día del examen, se realiza una limpieza intestinal mediante laxantes o enema para asegurar que el intestino esté limpio, lo que facilita una imagen más clara en las radiografías. El personal médico ajustará el plan según la condición de cada paciente.
¿Qué hacer si durante el examen se presenta distensión o dolor abdominal?
Durante el examen, se inyecta gas para expandir el intestino, lo que puede causar sensación de distensión o molestias leves. Se recomienda respirar profundamente y cambiar de posición para facilitar las tomas de rayos X, y comunicar cualquier incomodidad al personal médico para ajustar la cantidad de gas. Generalmente, estas molestias desaparecen unas horas después del examen.
¿Qué cuidados se deben tener después del examen en cuanto a alimentación y actividad?
Se recomienda seguir una dieta ligera y fácil de digerir durante las 24 horas posteriores, evitando comidas que puedan causar distensión. Se puede realizar caminatas suaves para ayudar a expulsar gases, pero se deben evitar ejercicios intensos. Si persisten dolores abdominales, vómitos o sangrado rectal, se debe consultar inmediatamente al médico.
¿Qué factores pueden afectar la precisión de los resultados del examen?
Una limpieza intestinal incompleta, la incapacidad para mantener ciertas posiciones durante la estudio, o una sensibilidad intestinal que cause contracciones musculares, pueden afectar la claridad de las imágenes. No seguir las instrucciones de dieta o limpieza también puede llevar a resultados incompletos, requiriendo reprogramar el examen.
¿Cuánto tiempo tarda en recibir los resultados del informe tras el examen?
Por lo general, el informe tarda entre 3 y 5 días hábiles, tras un análisis detallado por parte del radiólogo. En casos urgentes, se puede priorizar, pero en condiciones normales, se espera la interpretación de las imágenes. En el mismo día del examen, se puede informar preliminarmente si hay hallazgos evidentes de anormalidades.