Inguinal hernia repair

Resumen del tratamiento

La cirugía de reparación de hernia inguinal es un procedimiento quirúrgico utilizado para tratar la hernia inguinal, cuyo objetivo principal es devolver los tejidos protruidos a su lugar y reparar la deficiencia en la pared abdominal para prevenir recurrencias. Este procedimiento es adecuado para pacientes de todas las edades, incluidos adultos y niños, especialmente cuando la hernia causa dolor, estrangulamiento intestinal o afecta las actividades diarias. La cirugía puede realizarse mediante dos técnicas principales: abierta y laparoscópica, seleccionándose la más adecuada según la edad del paciente, el tipo de hernia y su estado de salud.

Tipos de tratamiento y mecanismos

La reparación abierta (Reparación de hernia abierta) requiere una incisión en la zona inguinal, para suturar o remover el saco herniario, y puede emplear una malla artificial (Mesh) para reforzar la estructura de la pared abdominal. Este método es adecuado para hernias unilaterales o casos recurrentes, con una duración aproximada de 1 a 2 horas. La cirugía laparoscópica (Cirugía laparoscópica) implica la inserción de un laparoscopio y instrumentos a través de 3 a 4 pequeñas incisiones, permitiendo la reparación de los tejidos bajo visualización por video. Este método tiene heridas menores y recuperación más rápida, pero requiere que el paciente tolere anestesia general.

El uso de mallas es una técnica clave, con materiales como poliéster o polipropileno que fortalecen de forma permanente la pared abdominal débil, reduciendo la tasa de recurrencia. El mecanismo de la cirugía consiste en reconstruir la estructura anatómica para evitar que los intestinos o grasa protruyan nuevamente, además de reducir el dolor postoperatorio y el riesgo de adherencias.

Indicaciones

Principalmente indicado para todos los pacientes diagnosticados con hernia inguinal, incluyendo hinchazón intermitente o persistente, y dolor que aumenta al estar de pie o hacer esfuerzo. En emergencias, como hernia incarcerada (Estrangulación herniaria) o obstrucción intestinal, se requiere cirugía inmediata para evitar necrosis tisular. En niños, si la hernia congénita no se resuelve espontáneamente después de 1 año o si se repite causando complicaciones, también se recomienda cirugía.

La cirugía también es adecuada para pacientes que no responden a tratamientos conservadores, como el uso de fajas herniarias que no controlan los síntomas, o aquellos cuya actividad laboral (como trabajos pesados) requiere soporte prolongado de la pared abdominal. Además, en casos de recurrencia o hernias bilaterales, la cirugía es la única opción definitiva.

Modo de uso y dosis

Generalmente, la cirugía se realiza bajo anestesia general, con tiempo de hospitalización variable según el tipo de procedimiento: en cirugía ambulatoria, el paciente puede ser dado de alta el mismo día; en casos complejos, la estancia puede ser de 2 a 3 días. Antes de la operación, se realizan análisis de sangre, evaluación de función cardiopulmonar y valoración anestésica. Las mujeres deben confirmar si están embarazadas. Después de la cirugía, se coloca una gasa compresiva para proteger la herida, y se siguen las indicaciones médicas respecto a analgésicos y restricciones de actividad.

La elección de la malla depende de la edad del paciente y del tipo de hernia, siendo en adultos más común el uso de mallas permanentes, mientras que en niños puede emplearse material absorbible. La duración de la cirugía es de aproximadamente 1 a 2 horas, pudiendo extenderse hasta 3 en casos complejos. El período de recuperación postoperatoria es de aproximadamente 2 a 4 semanas, durante las cuales se deben evitar levantar objetos pesados y realizar ejercicios intensos.

Beneficios y ventajas

Las principales ventajas incluyen:

  • Reparación permanente de la deficiencia en la pared abdominal, con una tasa de recurrencia inferior al 3-5%
  • Menor tamaño de la incisión y dolor reducido en cirugía laparoscópica, con recuperación más rápida
  • El uso de mallas reduce significativamente el riesgo de protrusión de tejidos

La cirugía puede resolver de inmediato el dolor crónico y las limitaciones en la vida diaria causadas por la hernia, especialmente en pacientes con alta demanda laboral, permitiendo la recuperación de actividades normales. En hernias bilaterales, se puede realizar una intervención en una sola sesión, reduciendo riesgos de múltiples cirugías.

Riesgos y efectos secundarios

Los riesgos a corto plazo incluyen:

  • Infección de la herida (incidencia aproximada del 1-3%)
  • Hematoma o formación de coágulos en la zona
  • Complicaciones relacionadas con la anestesia (como depresión respiratoria)

Los riesgos a largo plazo comprenden:

  • Dolor crónico en la herida (como dolor fantasma)
  • Rechazo o reacción a la malla
  • Daño nervioso que cause alteraciones sensoriales

Atención de emergencia: si presenta fiebre alta, enrojecimiento o hinchazón en la herida, o dificultad para defecar, acuda inmediatamente al médico.

Precauciones y contraindicaciones

Antes de la cirugía, debe informar al médico sobre cualquier enfermedad crónica (como diabetes, trastornos de coagulación), y suspender el uso de anticoagulantes (como aspirina). Después de la operación, es importante seguir estrictamente las restricciones de actividad, evitando levantar objetos pesados durante al menos 4 a 6 semanas. Las contraindicaciones incluyen:

  • Infecciones no controladas
  • Insuficiencia cardíaca o pulmonar severa que impida tolerar la anestesia
  • Trastornos de coagulación no tratados

En embarazadas o quienes hayan tenido cirugías abdominales recientes, se deben ajustar las estrategias quirúrgicas. Pacientes con insuficiencia hepática o renal grave pueden requerir procedimientos sin malla.

Interacciones con otros tratamientos

Para pacientes en tratamiento anticoagulante (como warfarina), se recomienda suspender el medicamento 7 días antes y realizar una terapia puente con heparina de bajo peso molecular. Tras la cirugía, se deben evitar analgésicos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), que pueden retrasar la cicatrización. Para pacientes en quimioterapia o inmunosupresión, se ajustan las dosis y se refuerzan las medidas de prevención de infecciones.

El orden de otros procedimientos abdominales debe espaciarse al menos 6 semanas para permitir una reparación adecuada. Los diabéticos deben controlar estrictamente su glucosa para reducir el riesgo de infección.

Resultados y evidencia

Según ensayos clínicos aleatorizados a gran escala, la tasa de recurrencia a 5 años con reparación con malla es inferior al 2%, mucho menor que el 10-15% de las técnicas tradicionales de sutura. Los pacientes sometidos a cirugía laparoscópica tienen una estancia hospitalaria más corta (0.5-1 día frente a 2-3 días), y reportan una reducción del dolor en un 30-40%. El seguimiento a largo plazo muestra que, con mallas no absorbibles, la tasa de supervivencia a 10 años es similar a la del grupo sin cirugía, demostrando la alta seguridad del procedimiento.

En pacientes pediátricos, la recuperación completa y la ausencia de complicaciones a largo plazo alcanzan el 95%. En ancianos, la mejora en la calidad de vida tras cirugía mínimamente invasiva alcanza un 60%, evidenciando sus beneficios clínicos.

Opciones alternativas

El tratamiento no quirúrgico se limita a pacientes de alto riesgo, como ancianos, quienes pueden usar temporalmente un truss herniario para aliviar los síntomas, aunque no cura y puede causar daño tisular. La observación solo es adecuada para hernias pequeñas asintomáticas, con seguimiento cada 3-6 meses.

Actualmente, no hay evidencia de que los medicamentos puedan reparar la hernia, solo se usan para el manejo del dolor postoperatorio. Por lo tanto, la cirugía sigue siendo la única opción definitiva, especialmente cuando los síntomas afectan la calidad de vida.

 

Preguntas frecuentes

¿Qué preparativos debo hacer antes de la cirugía para asegurar que la reparación de la hernia inguinal sea exitosa?

Es necesario realizar exámenes físicos, análisis de sangre y estudios de imagen para evaluar los riesgos quirúrgicos. Se debe ayunar 12 horas antes de la operación y comunicar al médico los medicamentos que se están tomando, ya que algunos (como anticoagulantes) pueden requerir ajuste. Dejar de fumar varias semanas antes puede reducir el riesgo de infecciones y facilitar la recuperación.

¿Cómo aliviar el dolor y la hinchazón después de la cirugía? ¿Qué métodos seguros de analgesia existen?

Es normal experimentar dolor leve y hinchazón en los primeros días, para lo cual el médico puede recetar analgésicos como AINEs. La aplicación de hielo en la zona (15-20 minutos cada vez) ayuda a reducir la hinchazón, evitando el contacto directo con la piel para prevenir quemaduras por frío. Si el dolor aumenta o aparece fiebre, se debe acudir al médico de inmediato.

¿Cuánto tiempo tarda en recuperarse la actividad diaria y cuándo se puede volver a realizar ejercicio intenso?

Las actividades ligeras, como caminar, generalmente pueden comenzar 1-2 días después de la cirugía, pero se debe evitar levantar objetos pesados por al menos 2-4 semanas. Los ejercicios de alta intensidad, como entrenamiento con pesas o deportes de pelota, se recomiendan después de más de 6 semanas, dependiendo del método quirúrgico y la recuperación individual. El médico ajustará las recomendaciones según el progreso.

¿Cuál es la probabilidad de recurrencia y cómo se puede reducir?

Las técnicas modernas reducen la tasa de recurrencia a menos del 5%, aunque factores como obesidad, tos crónica o esfuerzo prolongado en la defecación pueden aumentarla. Mantener un peso saludable, fortalecer los músculos del core y evitar acciones que aumenten la presión abdominal (como contener la respiración) ayuda a prevenirla. Las revisiones periódicas permiten detectar anomalías a tiempo.

¿Es seguro usar mallas artificiales para reparar la hernia? ¿Existen complicaciones a largo plazo?

Las mallas artificiales son actualmente el material de reparación más utilizado, con alta biocompatibilidad y capacidad de sostener los tejidos a largo plazo, reduciendo la tasa de recurrencia en comparación con las suturas tradicionales. En raros casos, puede haber rechazo o infección, con una incidencia inferior al 1%. Estudios a largo plazo muestran que las mallas estables soportan la estructura de la pared abdominal sin complicaciones significativas.