La tomografía computarizada de cabeza (Tomografía Computarizada, TC) es una técnica de diagnóstico por imágenes no invasiva que combina radiografías y análisis computarizado para generar imágenes tridimensionales del cerebro. Se utiliza principalmente para evaluar anomalías en las estructuras intracraneales, incluyendo hemorragias, tumores, traumatismos o anomalías vasculares. Este examen puede proporcionar rápidamente información anatómica de alta resolución, siendo comúnmente empleado en evaluaciones iniciales de pacientes en urgencias o en seguimiento de posibles enfermedades del sistema nervioso.
Las ventajas de la TC de cabeza incluyen un tiempo de operación reducido, alta resolución de imagen y la capacidad de mostrar en tiempo real la posición relativa de huesos y tejidos blandos. Sin embargo, su exposición a radiación es mayor que la de una radiografía convencional, por lo que se debe ponderar cuidadosamente según la necesidad clínica. Antes del examen, el paciente debe retirar objetos metálicos y, según el tipo de estudio, puede ser necesario administrar un medio de contraste.
La TC de cabeza se divide en dos grandes categorías: "escaneo simple" y "mejorado con medio de contraste". El escaneo simple utiliza radiografías directas para evaluar fracturas, hemorragias o daños extensos en tejidos. La técnica con medio de contraste implica la inyección intravenosa de un agente yodado, que realza la visualización de vasos sanguíneos, tumores o focos infecciosos. El proceso consiste en que los rayos X atraviesan la cabeza y son detectados por sensores, y la computadora convierte los datos en imágenes de cortes transversales.
Equipos modernos como los de 64 cortes o TC dual fuente pueden reducir el tiempo de escaneo y mejorar la precisión en lesiones dinámicas. La reconstrucción en 3D permite trazar rutas vasculares o estructuras óseas, facilitando la planificación quirúrgica. Durante el procedimiento, el paciente debe mantenerse inmóvil; en algunos casos, puede ser necesario administrar sedantes, especialmente en niños o pacientes ansiosos.
Las indicaciones comunes para la TC de cabeza incluyen:
Otras aplicaciones incluyen:
El examen dura aproximadamente de 5 a 15 minutos, durante los cuales el paciente debe estar acostado y mantener la cabeza fija. La elección del medio de contraste requiere una prueba de alergia previa; generalmente se emplea yodado (como iodixanol o iohexol), con dosis calculada en función del peso corporal, siendo la dosis habitual en adultos de aproximadamente 70-100 ml. En casos especiales, como en niños, puede ser necesario ajustar la dosis o administrar sedantes.
Los parámetros de escaneo se ajustan según el objetivo del estudio:
Las principales ventajas de la TC de cabeza incluyen:
En situaciones de urgencia, la TC puede detectar hemorragias intracraneales en tiempo real, influyendo directamente en las decisiones terapéuticas. Sus imágenes permiten cuantificar el tamaño de las lesiones y la extensión del daño en tejidos circundantes, ayudando a determinar la necesidad de cirugía o la respuesta a medicamentos. La técnica de múltiples fases también permite seguir la dinámica de la circulación, mejorando la precisión en la interpretación de las lesiones.
Los principales riesgos incluyen:
Complicaciones graves: ocasionalmente, pueden ocurrir shock anafiláctico por alergia al contraste (<0.1%), riesgos a largo plazo de carcinogenicidad (especialmente en exámenes repetidos), y ansiedad en pacientes con trastorno de claustrofobia. Grupos especiales como mujeres embarazadas deben sopesar la necesidad del estudio frente a los riesgos para el feto.
Contraindicaciones absolutas: alergia severa conocida al medio de contraste o insuficiencia renal aguda. Contraindicaciones relativas incluyen:
Antes del examen, informar al médico sobre:
El uso de medios de contraste puede interactuar con ciertos medicamentos:
En cuanto a la interacción con radioterapia, repetidas TC pueden acumular radiación, por lo que se deben evitar exámenes innecesarios. Las exploraciones de seguimiento tras radioterapia deben interpretarse considerando los cambios en la reparación tisular.
La TC de cabeza tiene una precisión diagnóstica superior al 95% en detección de hemorragias intracraneales agudas, con sensibilidad del 85-90% en hemorragia subaracnoidea. La detección de aneurismas cerebrales alcanza una precisión del 70-80%, siendo una herramienta inicial para estudios vasculares.
En comparación con la resonancia magnética, la TC es preferible en emergencias, pudiendo completar el escaneo en 15 minutos frente a los 30-60 minutos de MRI. La visualización de calcificaciones y anomalías óseas también es mejor en TC. Estudios grandes confirman que la TC acelera la decisión de administrar trombolíticos en ictus agudos, mejorando significativamente los resultados.
Las alternativas incluyen:
El ultrasonido es útil en lactantes con fontanelas abiertas, pero tiene valor limitado en adultos. La tomografía por emisión de positrones (PET-CT) se usa en estadificación tumoral, aunque es costosa. La elección de la alternativa depende del tipo de lesión, estado fisiológico del paciente y recursos del centro médico.
Antes de realizar una tomografía computarizada de cabeza, generalmente se requiere ayuno de 4-6 horas y retirar objetos metálicos en el cabello (como horquillas o accesorios). Se debe informar al personal médico si hay antecedentes de alergia a contrastes o posible embarazo. Si el paciente necesita sedación por ansiedad, debe coordinarse con un acompañante.
¿El proceso de escaneo causa molestias?El proceso en sí no duele, pero se debe mantener la cabeza fija durante unos 10-15 minutos. Algunos pacientes pueden sentir incomodidad por el espacio cerrado o el ruido de la máquina. Si no pueden colaborar, se puede considerar el uso de sedantes leves o ajustar los parámetros del escaneo para reducir la ansiedad.
¿Es normal sentir mareo después del examen?La exploración no causa mareo directamente. Si ocurre, puede ser por estar acostado mucho tiempo o por una reacción temporal al medio de contraste. Se recomienda descansar sentado por 10-15 minutos y acudir al médico si persiste la incomodidad.
¿Un resultado anormal requiere tratamiento inmediato?Depende del hallazgo y los síntomas. Por ejemplo, una hemorragia requiere atención urgente, mientras que cambios relacionados con la edad, como atrofia cerebral, pueden ser observados. El médico interpretará los resultados y decidirá si se necesita seguimiento o intervención especializada.
¿Con qué frecuencia se debe repetir la tomografía?La frecuencia depende del diagnóstico: en seguimiento de tumores, cada 3-6 meses; en trauma, según la evolución clínica. El médico evaluará la necesidad y el riesgo de exposición a radiación, preferiblemente usando técnicas de menor dosis como la resonancia magnética cuando sea posible.