La intubación traqueal (Intubación) es un procedimiento de emergencia y cirugía comúnmente utilizado para garantizar la permeabilidad de las vías respiratorias del paciente y proporcionar un intercambio de gases efectivo. Este tratamiento consiste en insertar un tubo flexible (tubo endotraqueal) en la tráquea, conectándolo directamente a un ventilador o dispositivo de respiración artificial, y es aplicable en casos de insuficiencia respiratoria, anestesia general o coma. Su objetivo principal es mantener la vía aérea despejada, prevenir la asfixia y asegurar un suministro adecuado de oxígeno a los pulmones. En salas de emergencia, quirófanos y unidades de cuidados intensivos, la intubación traqueal es una medida vital de salvamento, pero debe ser realizada por personal médico capacitado.
La intubación traqueal puede realizarse por vía oral o nasal. La intubación oral, debido a su menor tiempo de procedimiento y mayor diámetro del tubo, es común en emergencias y cuidados breves; la intubación nasal es adecuada para ventilación a largo plazo o para reducir la irritación de la laringe. Su mecanismo de acción incluye: 1. prevenir la caída de la base de la lengua o la obstrucción por secreciones; 2. controlar la ventilación y concentración de oxígeno mediante ventiladores; 3. eliminar directamente las secreciones de las vías respiratorias inferiores. Los materiales del tubo suelen ser PVC o silicona, y el diámetro debe ajustarse según la edad del paciente, generalmente entre 7 y 9 mm en adultos.
Las principales indicaciones incluyen:
El procedimiento incluye: 1. anestesia y sedación; 2. limpiar previamente las vías respiratorias superiores; 3. visualizar las cuerdas vocales con laringoscopio; 4. insertar el tubo endotraqueal debajo de la glotis. La colocación del tubo debe confirmarse mediante auscultación, monitoreo de ondas de dióxido de carbono y radiografía. Los parámetros de ventilación, como el volumen tidal (normalmente 6-8 ml/kg) y la frecuencia respiratoria (10-12 respiraciones/minuto), deben ajustarse según el peso del paciente y análisis de gases en sangre. La duración de la intubación depende de la condición clínica, pero se recomienda evaluar cada 24-48 horas si se debe prolongar su uso.
Las principales ventajas incluyen:
Los riesgos potenciales incluyen:
Las contraindicaciones incluyen:
Se debe prestar especial atención a las interacciones con medicamentos anestésicos:
La evidencia clínica muestra que una intubación traqueal correcta puede reducir en más del 40% la mortalidad por obstrucción de la vía aérea en emergencias. En pacientes con insuficiencia respiratoria, los análisis de gases en sangre dentro de las 24 horas post-intubación muestran un aumento promedio de PaO₂ en 50 mmHg. Estudios retrospectivos grandes indican que, cuando es realizada por equipos entrenados, la tasa de éxito puede alcanzar el 90%, reduciendo el riesgo de daño en la vía aérea. Sin embargo, la intubación prolongada por más de 7 días puede aumentar la incidencia de neumonía asociada a ventilación hasta un 25-30%.
Las alternativas incluyen:
¿Qué preparativos son necesarios antes de la intubación?
Antes de la intubación, el personal médico realizará anestesia general o local y explicará detalladamente el procedimiento y los riesgos. El paciente debe ayunar de 6 a 8 horas y retirar prótesis dentales o cuerpos extraños de la boca y nariz. Si hay deformidades o estrechamientos en la tráquea, puede ser necesario realizar estudios de imagen para evaluar la dificultad del procedimiento y garantizar su éxito.
¿Cómo se previene el daño en las cuerdas vocales tras la intubación?
Para evitar inflamación o lesión en las cuerdas vocales, el personal seleccionará un tubo de tamaño adecuado para reducir el contacto. Después de despertar, el paciente debe evitar hablar o toser con fuerza durante las primeras 24 horas, y puede comunicarse mediante notas. Se recomienda realizar ejercicios de protección vocal, como practicar sonidos suaves diariamente, para reducir el riesgo de disfunción vocal a largo plazo.
¿Cómo mantener la higiene bucal durante la intubación?
Durante la intubación, el personal debe revisar la mucosa oral cada 2 horas y limpiar las encías y la lengua con solución salina. Si el paciente está consciente, puede usar enjuagues sin alcohol y escupir. Tras retirar el tubo, se recomienda usar un cepillo de cerdas suaves para limpiar suavemente, evitando irritar las mucosas aún no recuperadas.
¿Cuál es la diferencia en la intubación entre niños y adultos?
En niños, el diámetro del tubo debe ajustarse según el peso y se debe asegurar una fijación adecuada para evitar desplazamientos. La anatomía laríngea en niños es más estrecha, por lo que la duración del procedimiento suele limitarse a 72 horas para reducir el riesgo de daño en las vías respiratorias. En adultos, se deben considerar condiciones crónicas como diabetes que puedan afectar la recuperación, y fortalecer los músculos respiratorios.
¿Cuál es la tasa de éxito y cuánto dura la recuperación?
En pacientes en UCI con intubación, si la enfermedad subyacente está bien controlada, la intubación suele durar entre 7 y 14 días antes de retirar el respirador. Tras la extubación, se observa durante 48-72 horas, a menudo con rehabilitación respiratoria. La recuperación total varía según cada individuo, y en casos severos de insuficiencia respiratoria, puede requerir varias semanas o meses para recuperar la función pulmonar.