Mandibular fracture repair

Resumen del tratamiento

La reparación de fracturas mandibulares es una intervención quirúrgica utilizada para tratar fracturas del hueso mandibular, con el objetivo principal de restaurar la integridad estructural del maxilar, la función de oclusión y la apariencia facial. Este tratamiento es común en casos de fracturas causadas por accidentes de tráfico, caídas o golpes violentos. El proceso quirúrgico generalmente incluye la localización precisa de la fractura, la alineación ósea y el uso de fijación interna (como placas de acero y tornillos) para estabilizar y promover la cicatrización ósea.

La clave del tratamiento radica en la reparación oportuna para evitar complicaciones a largo plazo, como maloclusión, dificultades masticatorias o deformidades faciales. El médico elaborará un plan de tratamiento personalizado basado en la ubicación y gravedad de la fractura, así como en la salud general del paciente. Durante la recuperación postoperatoria, es necesario seguir rehabilitación y controles periódicos para asegurar una cicatrización ósea normal.

Tipos y mecanismos de tratamiento

La reparación de fracturas mandibulares se divide principalmente en «reducción abierta con osteosíntesis interna» y «tratamiento cerrado». La cirugía abierta requiere realizar una incisión en la mucosa oral o facial para mover directamente los huesos a la posición correcta y fijarlos con materiales metálicos; el tratamiento cerrado es adecuado para fracturas con desplazamiento leve y utiliza tracción externa o dispositivos como Bite Block para facilitar la cicatrización natural.

El mecanismo quirúrgico consta de tres fases: primero, localizar con precisión la línea de fractura; segundo, realinear los fragmentos óseos (reducción); y tercero, fijarlos con materiales biocompatibles (como aleación de titanio) para proporcionar estabilidad a corto plazo. La fijación mantiene la posición ósea hasta que se forme el callo óseo, lo cual generalmente requiere de 6 a 12 semanas de cicatrización. Este proceso requiere imágenes diagnósticas (como tomografía computarizada) para garantizar la precisión de la intervención.

Indicaciones

Este tratamiento es adecuado para fracturas mandibulares con desplazamiento severo que causan maloclusión, obstrucción de las vías respiratorias o daño nervioso. Las indicaciones específicas incluyen:

  • Fracturas que impiden el movimiento normal de la mandíbula o causan dolor
  • Deformidades faciales evidentes o daño en la articulación temporomandibular
  • Fracturas abiertas o casos con alto riesgo de infección

Además, si la fractura causa la pérdida de dientes o daño en el hueso alveolar, la cirugía puede repararlo simultáneamente. El médico evaluará la edad del paciente, el tipo de fractura (como fractura lineal o conminuta) y el estado general para decidir si la intervención debe ser de emergencia o postergada.

Modo de uso y dosis

La cirugía generalmente se realiza bajo anestesia general, y el médico elegirá la incisión según la ubicación de la fractura, como una incisión en la mucosa oral para reducir las cicatrices. Los pasos incluyen: localizar la línea de fractura, eliminar coágulos y fragmentos inestables, y usar instrumentos para devolver los huesos a su posición original, fijándolos con placas y tornillos. El tratamiento cerrado puede usar fijadores externos o Bite Block.

Después de la operación, es necesario administrar antibióticos para prevenir infecciones, y seguir las indicaciones médicas para tomar analgésicos y medicamentos antiinflamatorios. La dieta inicial debe ser líquida o semilíquida, evitando esfuerzos excesivos en la mandíbula. La fijación suele ser permanente, aunque infecciones severas o reacciones de rechazo pueden requerir una segunda cirugía para su remoción.

Beneficios y ventajas

Las principales ventajas de este tratamiento incluyen:

  • Restaurar la función masticatoria y del habla normal
  • Reducir el riesgo de maloclusión a largo plazo
  • Disminuir las secuelas de deformidades faciales

El uso de fijadores de aleación de titanio proporciona soporte suficiente y buena compatibilidad tisular. La cirugía abierta permite estabilizar inmediatamente los huesos, siendo adecuada para casos complejos de fractura. Comparado con tratamientos no quirúrgicos, la intervención quirúrgica puede acortar significativamente el tiempo de cicatrización y mejorar la recuperación funcional.

Riesgos y efectos secundarios

Los riesgos potenciales incluyen:

  • Infección (con una tasa del 2-5%, que requiere tratamiento antibiótico inmediato)
  • Daño nervioso que cause entumecimiento facial (generalmente temporal)
  • Rechazo o exposición del material de fijación

Complicaciones graves pueden incluir daño permanente en la articulación temporomandibular, fracturas recurrentes o necesidad de una segunda cirugía por aflojamiento del material. Si no se siguen las instrucciones de cuidado postoperatorio, puede haber retraso en la cicatrización o cicatrización anormal.

Precauciones y contraindicaciones

Las contraindicaciones incluyen:

  • Diabetes no controlada o trastornos de la coagulación
  • Enfermedades cardíacas o pulmonares severas que impiden la anestesia
  • Infección severa en la zona de la fractura

Antes de la cirugía, se debe realizar una evaluación con radiografías orales o tomografía 3D para determinar la forma de la fractura. Los pacientes deben suspender medicamentos anticoagulantes (como aspirina) al menos una semana antes, y seguir estrictamente las indicaciones de higiene bucal después de la operación para prevenir infecciones.

Interacciones con otros tratamientos

La cirugía puede interactuar con tratamientos con antibióticos, analgésicos o fisioterapia. Por ejemplo, el uso prolongado de corticosteroides puede retrasar la cicatrización, por lo que se debe ajustar el plan de medicación. Si hay daño dental concomitante, debe planificarse en conjunto con tratamientos odontológicos.

La fisioterapia postoperatoria (como ejercicios de la articulación temporomandibular) debe comenzar después de la cicatrización inicial para evitar esfuerzos prematuros. Si el paciente recibe radioterapia, debe informar al médico para ajustar el momento de la intervención.

Resultados y evidencia

Los estudios clínicos muestran que la tasa de éxito de la cirugía supera el 90%, con una recuperación de la función de oclusión superior al 85%. Las imágenes muestran que las fracturas correctamente fijadas pueden mostrar signos de cicatrización inicial en 3 a 6 semanas.

Los datos a largo plazo indican que los pacientes sometidos a cirugía tienen mejor rendimiento en alimentación, habla y satisfacción estética en comparación con los no quirúrgicos. En casos complejos, la precisión del procedimiento puede elevarse a más del 95% mediante tecnología de navegación con impresión 3D.

Alternativas

Los tratamientos no quirúrgicos incluyen:

  • Uso prolongado de Bite Block durante 4 a 6 semanas
  • Fijación externa con dispositivos de inmovilización ósea y reposo

Estas opciones son adecuadas para fracturas con desplazamiento leve o pacientes que no toleran la anestesia. Sin embargo, los tratamientos no quirúrgicos pueden causar maloclusión post-cicatrización, por lo que deben evaluarse los riesgos antes de optar por esta vía.

 

Preguntas frecuentes

¿Cómo elegir una dieta adecuada durante la recuperación para no afectar la fractura?

Se recomienda inicialmente una dieta líquida o muy blanda, como leche, pudding o puré de patatas, usando pajillas para reducir la presión en la mandíbula. Evitar alimentos sólidos que requieran masticación vigorosa y asegurar una nutrición equilibrada para promover la cicatrización ósea. Después de 3 a 6 semanas, se puede pasar gradualmente a alimentos blandos, siguiendo las indicaciones médicas para ajustar progresivamente.

¿Qué hacer si aparece dolor en la articulación temporomandibular o incomodidad en el movimiento?

El dolor en la articulación temporomandibular postoperatorio puede ser una respuesta normal, y se puede aliviar con antiinflamatorios y analgésicos según indicaciones médicas. Si el dolor persiste o se acompaña de dificultad para abrir la boca, se debe consultar inmediatamente para descartar daño en la articulación o aflojamiento de la fijación. Evitar movimientos bruscos como reírse mucho o bostezar, y realizar ejercicios suaves de la articulación según las indicaciones del fisioterapeuta.

¿Qué precauciones deben tomarse en la higiene diaria de los dispositivos de fijación (como arcos dentales)?

Es importante limpiar cuidadosamente los dispositivos con pasta de dientes con flúor y cepillos de cerdas suaves diariamente, para evitar acumulación de restos de comida y prevenir infecciones. Se pueden usar cepillos interdentales específicos, evitando las áreas de la herida postoperatoria. Si el dispositivo se afloja o causa úlceras en la mucosa, se debe informar al equipo médico para su ajuste inmediato.

¿Cuándo se puede recuperar la función masticatoria normal tras la reparación de la fractura mandibular?

La cicatrización completa generalmente toma de 6 a 8 semanas, pero la recuperación de la función masticatoria varía según el paciente. Se recomienda evitar masticar del lado afectado en las primeras etapas, y después de 3 meses, se puede retomar gradualmente la masticación ligera. La mayoría de los pacientes puede alcanzar una función casi normal a los 6 meses, con seguimiento radiológico periódico para evaluar el progreso.

¿Cuándo se escuchan sonidos normales en la articulación temporomandibular después de la cirugía y es necesario tratarlo?

Es común que en las primeras semanas postoperatorias se presenten ruidos articulares debido a inflamación o impacto de los dispositivos, y generalmente no requieren tratamiento. Sin embargo, si los ruidos vienen acompañados de dolor intenso, dificultad para abrir la boca o bloqueo de la articulación, se debe acudir a consulta inmediata, ya que puede haber un desplazamiento o daño en la estructura articular que requiera intervención adicional.