Laser therapy

Resumen del tratamiento

La terapia láser es una técnica médica que utiliza haces de luz de alta energía para actuar sobre los tejidos del cuerpo humano, principalmente para promover la reparación tisular, aliviar el dolor o mejorar problemas cutáneos. Según la longitud de onda y la intensidad de energía, se divide en terapia láser de baja energía (Laser Therapy) y terapia láser de alta energía (quirúrgica). Esta tecnología es no invasiva, altamente precisa y comúnmente utilizada en fisioterapia, dermatología y procedimientos quirúrgicos asistidos.

Su principio fundamental consiste en la interacción entre los fotones láser y las células, estimulando el metabolismo celular, promoviendo la angiogénesis y modulando la respuesta inflamatoria. Comparada con medicamentos tradicionales o cirugía, esta técnica reduce el daño tisular y tiene un tiempo de recuperación más corto, convirtiéndose en una opción importante en la medicina moderna.

 

Tipos y mecanismos de tratamiento

La terapia láser se divide principalmente en «láser terapéutico» y «láser quirúrgico»:

  • Láser de baja energía (Laser Therapy): Utiliza haces de luz con longitudes de onda entre 500-1064 nm, promoviendo la reparación celular mediante efectos no térmicos, común en antiinflamatorios y analgésicos.
  • Láser de alta energía (como CO2, YAG): Utiliza alta energía para destruir o vaporizar tejidos, empleado en cortes quirúrgicos, remodelación de la piel o eliminación de lesiones patológicas.

Sus mecanismos de acción incluyen:

  • Regulación biológica por luz: Los fotones estimulan la síntesis de ATP, mejorando el metabolismo energético celular.
  • Vasodilatación y mejora de la circulación sanguínea: Promueve la circulación local de sangre y linfa, acelerando la reparación tisular.
  • Regulación nerviosa: Reduce la transmisión de señales de dolor, logrando un efecto analgésico.

 

Indicaciones

La terapia láser es adecuada para diversas necesidades médicas y estéticas, incluyendo:

  • Manejo del dolor crónico: como artritis, cervicalgia o fibromialgia.
  • Reparación de heridas: quemaduras, úlceras en pies diabéticos o heridas postoperatorias.
  • Problemas cutáneos: cicatrices de acné, manchas solares, telangiectasias o depilación.
  • Tratamiento oftalmológico: YAG láser para opacidades capsulares post-catarata.

Además, es común en otorrinolaringología (como tratamiento de nódulos en las cuerdas vocales), odontología (tratamiento de periodontitis) y medicina estética (regeneración cutánea). Es importante seleccionar la longitud de onda y los parámetros de energía adecuados según la profundidad y naturaleza de la lesión.

 

Modo de uso y dosis

El método de tratamiento varía según el tipo de terapia:

  • Tratamiento de baja energía: generalmente con la sonda en contacto con la piel, cada sesión dura aproximadamente 5-20 minutos, requiriendo de 3 a 10 sesiones con intervalos de 2-3 días.
  • Láser quirúrgico: debe realizarse en un ambiente estéril, dirigido directamente al tejido objetivo, con parámetros de energía controlados con precisión por el equipo.

La dosis debe considerar el tipo de tejido y la condición del paciente, por ejemplo:

  • Tratamiento de la piel: densidad de energía entre 0.5-5 J/cm².
  • Tratamiento de tejidos profundos: puede requerir luz infrarroja cercana con mayor penetración (980 nm).

 

Beneficios y ventajas

Las principales ventajas incluyen:

  • No invasivo: la mayoría de los tratamientos no requieren incisiones, reduciendo riesgos de infección.
  • Alta precisión: dirigido a capas específicas del tejido, minimizando daños en tejidos circundantes.
  • Recuperación rápida: generalmente no requiere período de descanso tras una sesión.

En cuanto a beneficios a largo plazo, puede reducir la dependencia de analgésicos y potenciar la capacidad natural de reparación del tejido. En dermatología, también puede mejorar la calidad de la piel y estimular la producción de colágeno, logrando efectos estéticos combinados.

 

Riesgos y efectos secundarios

Los posibles efectos adversos a corto plazo incluyen:

  • Enrojecimiento o sensación de ardor temporal (que desaparece en 1-3 días).
  • Aumento de la sensibilidad cutánea, con mayor sensibilidad a la luz solar.

Riesgos graves:

  • El tratamiento con alta energía puede causar carbonización del tejido o daño en los vasos sanguíneos.
  • Riesgo de daño ocular: se deben usar gafas de protección durante el tratamiento.
  • El tratamiento de tejidos profundos puede causar parálisis nerviosa temporal.

 

Precauciones y contraindicaciones

Antes del tratamiento, se deben tener en cuenta:

  • Informar al médico sobre todas las enfermedades existentes, especialmente trastornos de coagulación o enfermedades autoinmunes.
  • Si hay quemaduras solares, infecciones o heridas abiertas en la zona a tratar, deben tratarse previamente.

Contraindicaciones:

  • Mujeres embarazadas (especialmente en tratamientos en abdomen o pelvis).
  • Pacientes con marcapasos electrónicos deben evitar tratamientos de alta energía.
  • Prohibido irradiar directamente en lesiones de cáncer de piel con un margen de 3 cm.

 

Interacciones con otros tratamientos

En cuanto a interacción con medicamentos:

  • Anticoagulantes orales pueden aumentar el riesgo de sangrado, ajustando los parámetros del tratamiento.
  • Al combinarse con quimioterapia, se debe evaluar la tolerancia del tejido.

En comparación con la cirugía:

  • La terapia láser puede complementar la reparación de heridas postquirúrgicas.
  • En algunos casos, puede reemplazar la electrocirugía o la escisión convencional, reduciendo el daño tisular.

 

Efectividad y evidencia

Los estudios clínicos muestran:

  • La tasa de alivio del dolor crónico con láser de baja energía alcanza entre el 60-80%.
  • El tratamiento de úlceras en pies diabéticos puede acortar el tiempo de cicatrización en un 40%.

El seguimiento a largo plazo revela:

  • La uniformidad del pigmento en tratamientos de regeneración cutánea puede mantenerse entre 12-18 meses.
  • Los pacientes con artritis experimentan una mejora en la movilidad articular promedio del 25-35% tras el tratamiento.

 

Alternativas

Dependiendo de la condición, se pueden considerar terapias alternativas:

  • Para dolor crónico, considerar electroterapia, ultrasonido o medicación.
  • Para problemas cutáneos, opciones incluyen microagujas, peeling químico o medicamentos orales.

Las alternativas quirúrgicas incluyen:

  • La escisión eléctrica convencional puede reemplazar algunas terapias láser.
  • Medicamentos (como antibióticos) para tratar infecciones, aunque con recuperación más lenta.

 

 

Preguntas frecuentes

¿Qué preparaciones son necesarias antes de recibir tratamiento con láser? 

Antes del tratamiento, es necesario realizar un examen de la piel para evaluar su estado y sensibilidad. Se recomienda evitar el uso de cosméticos o ungüentos irritantes 24 horas antes, y comunicar al médico si hay antecedentes de sensibilidad a la luz o si se están tomando medicamentos (como tetraciclinas). Además, se debe limpiar la superficie de la piel y retirar todas las joyas metálicas para garantizar la seguridad del tratamiento.

 ¿Cómo se manejan las reacciones cutáneas post-tratamiento? 

Es común experimentar enrojecimiento o hinchazón leves, que generalmente desaparecen en 24-48 horas. Si aparecen ampollas o dolor intenso, se debe evitar manipularlas y seguir las indicaciones médicas para usar compresas frías o cremas con corticosteroides de baja potencia. Si los síntomas persisten más de 72 horas o hay fiebre, se debe consultar al médico inmediatamente.

 ¿Qué cuidados diarios se deben tener durante el período de tratamiento? 

Se recomienda evitar la exposición al sol durante las 72 horas posteriores, usando protector solar con SPF 30 o superior y sombrero. Es aconsejable usar productos de cuidado sin fragancia y de baja irritación, evitando que los cosméticos entren en contacto directo con la zona tratada. Para realizar ejercicio, preferiblemente en interiores, y mantener la zona seca.

 ¿Cuántas sesiones de tratamiento son necesarias y con qué intervalo? 

El número de sesiones depende del objetivo del tratamiento, por ejemplo, para cicatrices de acné, puede requerirse entre 3 y 6 sesiones, con intervalos de 4-6 semanas para permitir la reparación del tejido. En piel sensible o tratamientos superficiales, los intervalos pueden extenderse a 6-8 semanas. El médico ajustará el plan según la recuperación de la piel, y el paciente debe acudir a revisiones periódicas para evaluar los resultados.

 ¿Cuánto tiempo tarda en verse un efecto visible y cuánto dura? 

La mayoría de los pacientes notan mejoras tras 3-4 sesiones, como la reducción de manchas o líneas finas, y los resultados se estabilizan tras completar el tratamiento. La duración de la producción de colágeno y la regeneración de la piel varía según el cuidado personal, generalmente entre 1 y 3 años. Mantener protección solar y cuidados adecuados ayuda a prolongar los efectos del tratamiento.