Flooding

Resumen del tratamiento

La inundación (terapia de impacto) es una técnica de terapia psicológica que se utiliza principalmente para ayudar a los pacientes a superar miedos específicos o síntomas de ansiedad. Su principio fundamental es exponer directamente al paciente a estímulos que provocan una ansiedad intensa, mediante una exposición continua para reducir la respuesta de miedo. Esta terapia se emplea comúnmente en casos de trastorno de estrés postraumático (TEPT), fobias específicas (como miedo a los espacios cerrados) o trastorno de pánico, con el objetivo de interrumpir el «círculo de miedo» y establecer nuevos patrones cognitivos.

A diferencia de la terapia de exposición gradual, la inundación requiere que el paciente enfrente inmediatamente estímulos de máxima intensidad, bajo supervisión de un profesional. La duración de la sesión varía según el caso, pero puede durar varias horas, enfatizando el principio de «no escapar» para acelerar el proceso de adaptación.

Tipos y mecanismos de tratamiento

La inundación se divide principalmente en «exposición en la realidad» y «exposición mediante imaginación». La exposición en la realidad requiere que el paciente tenga contacto directo con el objeto de miedo (como alturas o espacios cerrados), mientras que la exposición mediante imaginación implica describir detalladamente escenas que provocan miedo. Su mecanismo de acción involucra el «aprendizaje de extinción del miedo», mediante la exposición repetida que permite que el cerebro se adapte gradualmente al estímulo, reduciendo la hiperactividad de la amígdala.

Investigaciones en neurociencia muestran que esta terapia puede promover la regulación de la corteza prefrontal sobre el sistema límbico, ayudando a los pacientes a reevaluar la amenaza. Desde el aspecto psicológico, a través del proceso de «desafío de evidencia» (disconfirmation), los pacientes verifican que la amenaza real es menor de lo esperado, corrigiendo creencias irracionales.

Indicaciones

Esta terapia es adecuada para síntomas de ansiedad únicos o fobias específicas, como miedo a las alturas, ansiedad social o recuerdos traumáticos. Para pacientes con TEPT, si pueden soportar exposiciones de alta intensidad, puede acelerar eficazmente el procesamiento de la narrativa traumática. Sin embargo, no es recomendable para pacientes con depresión severa o tendencias suicidas.

Aplicaciones clínicas comunes incluyen: 1) fobia a los insectos 2) ansiedad en hablar en público 3) reexperimentación de escenas traumáticas. Es necesario realizar una evaluación detallada para confirmar si el paciente tiene suficiente resiliencia psicológica para soportar exposiciones de alta intensidad.

Modo de uso y dosis

El tratamiento generalmente se realiza en un entorno seguro, donde el paciente, bajo la guía del terapeuta, mantiene contacto con el estímulo de miedo hasta que la ansiedad disminuya. Por ejemplo, un paciente con miedo a volar puede ser solicitado a ingresar directamente en un simulador de cabina de avión hasta que su puntuación subjetiva de ansiedad (como la escala SUDS) disminuya por debajo del 50%.

El control de la dosis se ajusta principalmente según la tolerancia del paciente; una sesión puede durar entre 90 minutos y varias horas. La frecuencia del tratamiento depende de las necesidades del caso; en casos severos, se pueden realizar de 2 a 4 sesiones intensivas, pero siempre evitando una exposición excesiva que pueda causar un segundo trauma.

Beneficios y ventajas

Las principales ventajas incluyen:

  • Reducción significativa de la respuesta de miedo en un corto período
  • Efectos duraderos, con una tasa de recaída relativamente baja
  • Aplicable a pacientes que resisten la terapia cognitiva tradicional

En comparación con la exposición gradual, la inundación puede interrumpir rápidamente los comportamientos de evitación, siendo especialmente útil en casos con tiempo limitado o con intensidad de miedo uniforme. Estudios muestran que entre el 60-80% de los participantes mejoran significativamente después de 3-5 sesiones.

Riesgos y efectos secundarios

Los riesgos a corto plazo incluyen episodios agudos de ansiedad, mareos o palpitaciones durante el tratamiento. Aproximadamente el 15-20% de los pacientes pueden experimentar una crisis emocional que requiere intervención inmediata del terapeuta. Los riesgos a largo plazo incluyen la reactivación de recuerdos traumáticos, lo que puede empeorar los síntomas en pacientes con TEPT inestable.

Contraindicaciones severas incluyen:

  • Trastorno disociativo severo
  • Crisis suicida aguda
  • Enfermedades cardiovasculares no controladas

Precauciones y contraindicaciones

Antes del tratamiento, se debe realizar una evaluación psicológica completa para descartar trastornos de personalidad limítrofe o tendencias suicidas. Durante el tratamiento, se deben tener medidas de emergencia, como medicamentos sedantes o mecanismos de salida segura. Después del tratamiento, se recomienda un seguimiento de 24 horas para monitorear posibles reacciones de ansiedad rebote.

Las contraindicaciones incluyen:

  • Psicosis aguda
  • Disociación severa
  • Falta de capacidad cognitiva para controlar el estrés

Interacción con otros tratamientos

Cuando se combina con medicamentos ansiolíticos, es necesario ajustar la dosis para evitar una sedación excesiva. La combinación con terapia cognitivo-conductual (TCC) puede potenciar los efectos, pero primero se debe completar la reestructuración cognitiva antes de realizar la exposición. Si el paciente está en terapia de refuerzo positivo, los mecanismos de recompensa deben ajustarse para no interferir con la exposición.

En comparación con la terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR), la inundación enfatiza la exposición directa en lugar del reprocesamiento de recuerdos. Ambos pueden usarse alternadamente según las necesidades del caso, pero se debe evitar un conflicto en los modos de tratamiento.

Efectividad y evidencia

Ensayos controlados aleatorios muestran que la inundación tiene una tasa de efectividad del 75% para síntomas de ansiedad únicos, superior a la lista de espera. Estudios de fMRI confirman que después del tratamiento, la actividad de la amígdala disminuye notablemente, mientras que la regulación del córtex prefrontal aumenta de forma compensatoria.

Sin embargo, en pacientes con ansiedad y depresión combinadas, la efectividad de un solo tratamiento puede ser solo del 40-50%, requiriendo medicación adicional. Estudios a largo plazo muestran que después de 6 meses, la tasa de recaída es aproximadamente del 10-15%, menor que el 40% del grupo control sin tratamiento.

Alternativas

Las opciones alternativas incluyen:

  • Terapia de desensibilización sistemática (exposición gradual)
  • Terapia de exposición en realidad virtual
  • Técnicas de reestructuración cognitiva

El tratamiento farmacológico con ISRS puede usarse como complemento, pero no reemplaza completamente la terapia de exposición. La elección de alternativas debe considerar la tolerancia del paciente a la intensidad y los objetivos del tratamiento.

 

Preguntas frecuentes

¿Qué preparativos son necesarios antes del tratamiento?

Antes de la terapia de inundación, el psicoterapeuta realizará una evaluación detallada para determinar si el caso es apto para esta terapia. El paciente debe firmar un consentimiento informado y explicar las posibles fluctuaciones emocionales a corto plazo. El terapeuta explicará el proceso de la terapia con anticipación y ayudará a establecer técnicas básicas de relajación para aliviar las molestias durante el tratamiento.

¿Qué hacer si durante el tratamiento se siente una ansiedad insoportable?

Si la ansiedad se vuelve excesiva durante la terapia, el terapeuta detendrá inmediatamente la sesión y guiará al paciente en ejercicios de respiración profunda o relajación muscular. El paciente puede expresar verbalmente sus sentimientos, y el terapeuta ajustará la intensidad según la respuesta. Después del tratamiento, se ofrecerá un tiempo de descanso y se explicará cómo practicar técnicas de afrontamiento en casa.

¿Qué cuidados deben seguirse en la vida diaria después del tratamiento?

Se recomienda evitar ambientes con estímulos excesivos inmediatamente después, y aumentar gradualmente la exposición registrando las reacciones. Mantener una rutina regular y hacer ejercicio ayuda a estabilizar el estado emocional. Si aparecen problemas de sueño o rebote emocional, se debe comunicar rápidamente con el terapeuta para ajustar el plan de seguimiento.

¿Es necesario un seguimiento periódico tras finalizar el tratamiento?

Se recomienda realizar un seguimiento cada 1-3 meses para evaluar el riesgo de recaída y la adaptación a la vida diaria. El terapeuta ajustará las medidas de apoyo según el progreso, como reforzar las prácticas cognitivo-conductuales o introducir otras terapias complementarias.

¿La tasa de éxito de la terapia de inundación varía según la persona? ¿Cuáles son los principales factores que influyen?

La tasa de éxito oscila entre el 50-80%, dependiendo de la gravedad de los síntomas, la cooperación en el tratamiento y la resiliencia psicológica. Es más efectiva en pacientes con ansiedad alta o trastorno de estrés postraumático, pero si existen disociación severa o tendencias autodestructivas, puede ser necesario combinarla con otras terapias. La preparación previa y el apoyo social posterior también influyen en los resultados finales.